Durante varias horas, el sindicalista Juan Pablo "Pata" Medina estuvo prófugo de la Justicia. El titular del juzgado de Quilmes, Luis Armella, había pedido su detención por lavado de dinero, extorsión y amenazas. Ayer, se recluyó en la sede de la Uocra de La Plata pero finalmente se entregó a la Justicia. Y lo hizo de una manera especial: esperó a un operativo especial del grupo Halcón sentado en una de las habitaciones de su casa de Punta Lara, fumando una pipa de agua -denominada Narguile- y acompañado por su mujer, Fabiola García.
La detención del sindicalista, de su mujer, sus dos hijos, su cuñado y su sobrino, entre otros, se realizó en simultáneo con una serie de allanamientos en propiedades adjudicadas a su nombre, en las cuales la policía de la provincia de Buenos Aires secuestró dólares, automóviles y armas, en el marco de la causa judicial que impulsa el fiscal Álvaro Garganta.
Los operativos fueron realizados por la Policía Bonaerense y fuerzas de seguridad nacionales. Medina pasó la noche en una comisaría y durante la mañana fue trasladado a Quilmes, donde el juez Luis Armella lo indaga por una de las causas que pesa en su contra.
Los allanamientos fueron realizados en propiedades ubicadas en Pipinas y Punta Lara. "En el techo había cuatro cajas de bombas molotov, se especula que las iban a usar cuando se hiciera el allanamiento" en la sede de la UOCRA La Plata, señaló el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, en declaraciones a radio Mitre.
La Asociación de Comerciantes e Industriales de Materiales de la Construcción (AMIMCO) de La Plata celebró hoy la detención de Medina, al afirmar que el gremialista les "trajo bastantes dolores de cabeza", por lo que ahora "hay esperanzas de que se corrija todo esto".
Así lo expresó el titular de la Asociación, Alejandro Guanzetti, quien sostuvo que los comerciantes le tenían miedo a Medina porque "usaba modos que no eran nada correctos". En este sentido, acusó al sindicalista de entrar "armado a las obras o quemar las obras cuando no le daban lo que él quería", lo que calificó de "nada demasiado ortodoxo".
En declaraciones a Radio Provincia, señaló que el titular de la UOCRA en La Plata les "trajo bastantes dolores de cabeza" ya que "elevó el costo de la mano de obra y eso trajo una merma en la construcción que fue demasiado importante".
Al respecto, señaló que el sindicalista "puso leyes propias con respecto al pago de salarios" y puntualizó que por estos aumentos "hasta el 2015 se edificaban 600 edificios y ahora 100".
Ante esta situación, Guanzetti destacó la detención del gremialista acusado de asociación ilícita y extorsión por la Justicia Federal de Quilmes, y remarcó que ahora "hay una esperanza de que se corrija todo esto".
El gremialista se entregó ayer a la Justicia tras permanecer atrincherado y acompañado por trabajadores de la construcción por más de 16 horas en la sede del gremio en La Plata.
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