El "Pata" Medina permanece detenido en una comisaría bonaerense luego de entregarse ayer tras pasar varias horas prófugo de la Justicia. El sindicalista de la UOCRA fue apresado minutos después de las 21 en su casa de La Plata, donde un gran número de efectivos policiales realizaba uno de los numerosos operativos dispuestos por el juez federal de Quilmes Luis Armella. Este miércoles será llevado a la cárcel de Ezeiza.
Armella había ordenado ayer por la tarde la detención de Medina y otros imputados en la causa que es una suma de varias denuncias. Durante la noche fueron apresados Cristian "Puli" Medina, hijo del sindicalista; Pablo Fernández, un sobrino, y Davíd García, su cuñado. Sigue prófugo su otro hijo, Agustín, pero en las últimas horas la policía bonaerense también detuvo a su mujer, Fabiola García.
El magistrado dispuso más de 20 allanamientos, que incluyeron la casa de Medina, la sede de la UOCRA en La Plata y la empresa Abril Catering, en Puerto Madero. De los procedimientos participaron más de 400 efectivos.
En el marco de esa múltiple investigación impulsada por la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo, confluyen varios casos que tienen a Medina como principal imputado.
Uno de ellos es la disputa ente facciones de la UOCRA por la construcción de la estación Pereyra de Ferrocarril Roca que estaba paralizada a raíz del enfrentamiento entre los hombres de Medina y los de la seccional Quilmes.
También se investiga por lavado de dinero a Abril Catering, relacionada con el entorno de Medina, debido a que realizó actividades financieras-compra y descuento de cheques- para lo cual no está autorizada por la ley. En ese capítulo de la causa está también imputada la mujer de Medina, María Fabiola García.
El "Pata" se atrincheró al mediodía en la sede de la UOCRA de La Plata. Desde allí, amenazó con "prender fuego la provincia" en caso de ser detenido. Luego, buscó bajarle el tono a su discurso y pidió a sus seguidores, que tenían bombas molotov y prendían fuego neumáticos en las inmediaciones del gremio, que la manifestación "sea pacífica".
Minutos después de las 17, y cuando el juez Armella ya había firmado la orden de detención, Medina decidió huir, acompañado por sus adictos, que raudamente dejaron el lugar. Tras estar varias horas prófugo, regresó a su casa y se entregó.