La causa que investiga la muerte de Alberto Nisman alcanzará un momento clave cuando dentro de pocas semanas el juez Julián Ercolini reciba el informe oficial del peritaje de Gendarmería, que concluye que el fiscal del caso AMIA fue asesinado a sangre fría.
Hasta el momento, existían dos hipótesis sobre lo ocurrido la noche del 18 de enero de 2015 en el baño de la Torre Le Parc. A través de una serie de animaciones, la querella reconstruyó los posibles escenarios.
La primera hipótesis es que se trató de un suicidio. Esta versión es la que sostiene la defensa del técnico informático Diego Lagomarsino. Como se puede apreciar en la animación, Nisman se habría disparado a sí mismo. Sin embargo, las manchas de sangre indicarían que lo hizo con una posición extraña de los brazos (sosteniendo el arma con ambas manos sobre su sien derecha). El ex fiscal habría estado parado frente al espejo. Esta hipótesis nunca convenció a la querella.
La segunda hipótesis es que se trató de un homicidio, algo que la fiscal Viviana Fein nunca terminó de aceptar porque aseguró que no encontró elementos suficientes para respaldarlo. No obstante, sí reconoció que pudo haber sido un suicidio inducido.
En esta variante, el fiscal estaba arrodillado frente a la bañera, con la sien derecha hacia el lavabo, y una persona le sostuvo por detrás la mano para efectuar el disparo. Esto también explicaría por qué una parte de su mano no se manchó con salpicaduras de sangre.
La persona también sería quien luego movió y acomodó el cuerpo, lo que también explicaría el lugar extraño en el que finalmente terminó tirada el arma. Además, se habría lavado las manos en el lavatorio, lo cual coincide con las manchas de sangre descubiertas tras las pruebas con el reactivo luminol.
La última de las hipótesis, que sería la planteada por Gendarmería en su informe, sostiene que fue un homicidio pero que hubo dos personas más en el baño. Según esta versión, mientras alguien sostenía a Nisman desde las axilas, otro hombre sostenía el arma para dispararle. Tras la detonación, arroja el arma y acomoda el cuerpo.
Según adelantaron en PPT, la nueva pericia también aportará dos elementos nuevos que refuerzan la hipótesis del homicidio. En primer lugar, los rastros de ketamina en el cuerpo del fiscal y el hecho de que no se haya encontrado ningún recipiente que pudiera contener la droga en el departamento (descartando la posibilidad de que haya sido consumida para recreación). La droga puso ser utilizada para dominar al fiscal.
Por otro lado, el cuerpo de Nisman presentaría varios golpes. El más importante sería la fractura del tabique, lesión que no fue advertida por la junta médica y tampoco por la querella. También presentaría un golpe "de reducción" en el riñón y en el tobillo izquierdo.
Una vez que reciba el informe oficial, el juez ahora deberá decidir si efectivamente toma el peritaje de la Gendarmería como definitivo y por qué.