La historia es bastante simple. Una empresa estatal le dio un contrato a una firma gerenciada por la esposa de un empleado de esa misma empresa estatal. Por ese hecho tendrá que declarar en indagatoria Exequiel Espinosa, el hombre a quien el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido puso al frente de la empresa estatal Energía Argentina SA, más conocida como Enarsa.
Espinosa presidió Enarsa desde la creación de la empresa en diciembre de 2004 hasta que presentó su renuncia en mayo de 2013. Espinosa, que gozaba de la confianza de De Vido, además tiene que declarar en indagatoria en una causa en la que se investiga si hubo sobreprecios en las millonarias compras de barcos con Gas Natural Licuado. De Vido y Espinosa deberán declarar por ese caso ante el juez Claudio Bonadio.
Pero también el juez Julián Ercolini citó a indagatoria a Espinosa por la contratación realizada en 2010 de la empresa P&D Control Group SRL para que realizara, en nombre de Enarsa, inspecciones en la planta de la petrolera Rhasa de la ciudad de Campana, en la provincia de Buenos Aires.
Enarsa hizo un concurso privado de precios y le adjudicó un contrato de inspección de la refinadora Rhasa por la suma de $ 1.080.000. Luego ese concurso de precios se amplió para que la empresa inspeccionara también otra planta, la de la firma Dapsa. El proceso por el que se adjudicó el contrato está, según los investigadores judiciales, viciado de irregularidades.
Entre las varias irregularidades, según explicaron fuentes judiciales a Infobae, se hallaron la falta de pliego de bases y condiciones de la contratación, la ausencia de criterio de evaluación y selección de las ofertas presentadas, la omisión de una comisión evaluadora de las propuestas y el no tratamiento de la contratación a través del directorio de Enarsa.
También se halló que la empresa que consiguió el conchabo presentó dos presupuestos diferentes y se la contrató por el más caro. La empresa favorecida no tenía el certificado fiscal indispensable para contratar con el Estado. Y como si esta lista corta de irregularidades -porque son más- no fuera suficiente, no hay manera de demostrar que la contratada haya brindado el servicio.
La explicación del porqué de la contratación es también bastante simple. La empresa P&D Control Group SRL tenía como socia gerente a Paula Gabriela Merlo, que estaba casada con Claudio Fernández. Fernández era, cuando comenzó el proceso por el que terminó contratada la empresa de su mujer, funcionario del área de Refinación y Procesos de Combustibles de Enarsa.
Fernández renunció a tu cargo en Enarsa casi el mismo tiempo que se inició el proceso licitatorio, en marzo de 2010. En abril de 2010 Enarsa le otorgó el contrato a P&D Control Group SRl y en mayo Fernández se incorporó como socio a esa firma.
En esta causa fueron citados a indagatoria Espinosa, Fernández y Merlo, pero además otros integrantes de diferentes áreas de Enarsa como Administración y Finanzas, Compras, Legales y de Refinanciación y Procesos de Combustibles. Todos aquellos que participaron del proceso que terminó con el negociado -de un valor pequeño comparado con los montos analizados en otras causas judiciales-deberán dar explicaciones ante Ercolini. Las indagatorias comienzan la semana próxima.