10 claves de la denuncia de Nisman

Alberto Nisman (Martín Rosenzveig)

La denuncia del fiscal Alberto Nisman por la que ahora su colega Gerardo Pollicita pidió la indagatoria de Cristina Fernández de Kirchner transitó por un largo camino de chicanas procesales de los denunciados que intentaron sepultarla para siempre, sin éxito.

La presentación la hizo el ex fiscal el 14 de enero de 2015 ante el juez federal Ariel Lijo por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA a través de la firma del memorándum con Irán. Cuatro días después, Nisman fue hallado muerto en el baño de su vivienda en una torre de Puerto Madero con un disparo en la cabeza.

A continuación, los 10 puntos claves de la denuncia de Nisman que comprometen a Cristina Kirchner y a varios de ex funcionarios de su gobierno:

1. En el escrito presentado ante el juez Lijo, el fiscal Alberto Nisman denunció la existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní en la causa AMIA para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina.

2. La confabulación -según Nisman- fue orquestada y puesta en funcionamiento por altas autoridades del gobierno nacional argentino con la colaboración de terceros en lo que constituye un accionar criminal configurativo -a priori- del delito de encubrimiento agravado, impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Esto reviste mayor gravedad teniendo en cuenta que el atentado fue declarado judicialmente crimen de lesa humanidad.

3. La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní -de acuerdo con la denuncia- fue tomada por la cabeza en ese momento del Poder Ejecutivo Nacional, Cristina Elisabet Kirchner e instrumentada -principalmente- por quien era Ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman. "Tal fue el grado de compromiso que asumió la Dra. Fernández en este plan criminal de impunidad que se ocupó de seleccionar muy cuidadosamente a algunos de sus colaboradores o, para ser más exactos, sus cómplices, valiéndose de distintas personas para ejecutar el plan. Ese ha sido uno de sus aportes fundamentales para la instrumentación del plan".

4. Las pruebas examinadas revelan la intervención activa en el plan encubridor, con distintos grados de participación y responsabilidad -entre otros- de: Luis D'Elía, Fernando Luis Esteche, Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, Andrés "Cuervo" Larroque, Héctor Yrimia y un individuo identificado como "Allan", que respondía a la ex Secretaría de Inteligencia el Estado.

5. Según los elementos probatorios reunidos, el ex Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido no sería ajeno a la maniobra delictiva denunciada.

6. La urgencia energética que atravesaba el país al momento de urdir el plan criminal y el anhelo por restablecer las relaciones comerciales con Irán -según las pruebas con las que se cuenta- fueron los factores determinantes para que Cristina Elisabet Kirchner "tomara la aciaga decisión de llevar adelante este plan de impunidad, sacrificando la justicia en el caso AMIA.

7. El plan denunciado incluyó negociaciones secretas y públicas con los iraníes, durante las cuales se acordó dar de baja las notificaciones rojas de Interpol. Esas tratativas desembocaron en la firma de un Memorando de Entendimiento. De las reuniones participó uno de los prófugos iraníes, Mohsen Rabbani, quien recibía reportes telefónicos periódicos de los avances que ocurrían en el seno del gobierno argentino. Mientras públicamente Cristina Elisabet Kirchner y el canciller Héctor Timerman aseguraban que sus acciones estaban motivadas en la búsqueda de justicia para la causa AMIA y que el memorando era la única solución, uno de los imputados, Rabbani, negociaba en secreto con las máximas autoridades argentinas de ese momento.

8. El Memorando fue uno de los medios elegidos por los acusados para garantizar lo que se había acordado de antemano, esto es, la impunidad de los prófugos iraníes y su desvinculación definitiva de la causa.

9. El plan pergeñado por Cristina Elisabet Kirchner -según denunció Nisman- incluyó un cambio de hipótesis y un redireccionamiento de la investigación del atentado a la AMIA, hacia nuevos imputados, fundado en pruebas falsas y destinado a desvincular definitiva y fraudulentamente a los acusados iraníes.

10. En enero de 2011, Héctor Timerman viajó a la ciudad siria de Alepo, donde se reunió en secreto con su par iraní, Ali Akbar Salehi, a quien le hizo saber que el gobierno argentino estaba dispuesto a renunciar a la investigación del caso AMIA y a cualquier reclamo de cooperación y justicia, con tal de provocar un acercamiento geopolítico y restablecer relaciones comerciales entre ambos estados. El canciller iraní Salehi se lo comunicó al entonces presidente Ahmadinejad. Dijo Nisman en su denuncia "es la primera vez que un estado agredido implora a un estado agresor que firme un acuerdo por el cual les otorgará impunidad a los agresores". Así comenzó un período de negociaciones secretas que se extendió hasta septiembre de 2012. Avanzadas las tratativas donde se gestó el encubrimiento y el plan de impunidad de los iraníes, Cristina Elisabet Kirchner oficializó las reuniones. El 27 de septiembre de 2012, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la entonces Presidente anunció que la República Islámica de Irán había expresado su voluntad de negociar por el caso AMIA. En aquella oportunidad -y por primera vez- no invitó a las instituciones comunitarias judías a formar parte de su comitiva. La ex Presidente les dijo a los familiares de las víctimas que no iba a tomar ninguna resolución respecto de la propuesta de Irán sin antes consultarlos. Fue sólo una puesta en escena para hacer creer que las negociaciones se iniciarían entonces, cuando ya llevaban -al menos- un año y medio. El 27 de enero de 2013, se dio a conocer en Adis Abeba, Etiopía, la suscripción del Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán sobre los temas vinculados al ataque terrorista a la sede de la AMIA. El pacto de impunidad denunciado por el fiscal Alberto Nisman estaba sellado.