El curioso video que grabaron Cristina Kirchner y el intendente de Merlo

Fue antes de que la ex Presidente se encontrara con un familiar de una víctima de la tragedia de Once

"Queridas amigas y amigos militantes de causas justas alrededor del mundo". Con actitud millenial y entre risas, así arranca el video que filmó el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, junto a la ex presidente Cristina Kirchner, momentos antes de que ambos participaran de una misa en la que se pidió por la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Con miradas cómplices a cámara y un número casero de actuación, el intendente bromeó junto a su secretaria de Desarrollo Social, Karina Menéndez, su hermana y primera candidata a concejal en la lista local de Unidad Ciudadana, que tenía un regalo para la ex mandataria. Hasta ese momento del video, que dura 49 segundos, no se sabe quién es el destinatario del presente.

"Me siento muy orgullosa de poder darte esto que se armó acá en Merlo, muy, muy pensado para la persona que se lo voy a dar", anticipa la secretaria municipal del jefe comunal que destronó a Raúl Othacehé en 2015. "Pero para mí, es la K de Karina, ¿adivinen a quien se lo voy a dar?", añade la funcionaria, al hacer referencia a su nombre de pila. Acto seguido, aparece una sorprendida Cristina Kirchner, quien recibe el presente y agradece el gesto.

El video, en el que Menéndez -un habitué de las redes sociales- se hace pasar como cronista, fue grabado en el bar "El Federal" de Merlo, a pocos metros de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced. En ese templo, los funcionarios irían luego a la misa por la aparición con vida de Santiago Maldonado, el joven cuyo paradero se desconoce desde el 1 de agosto.

Más tarde, tras la misa en homenaje a Maldonado, Cristina Kirchner vivió un momento de tensión cuando la abordó con duros reproches Mónica Bottega, madre de Tatiana Pontiroli, una de las 52 víctimas fatales del accidente ferroviario de Once en 2012.

"Usted es una asesina, le dije, pide por la vida de Maldonado y nunca se hizo cargo de la masacre que le causó a 52 inocentes. Los guardaespaldas se me acercan y les digo que se queden tranquilos, que ya me iba, que la que tenía que rezar era la señora, no yo. Y entre lágrimas salí de la iglesia", publicó la mujer en su cuenta personal de Facebook.

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