La Justicia aún no puede probar si es Santiago Maldonado quien aparece en el video aportado por su familia

La investigación busca determinar si el joven artesano estuvo el 1 de agosto en los cortes de la Ruta 40 junto a los mapuches. El resultado del estudio cuadro por cuadro del video y los análisis de ADN que esperan determinar quiénes atacaron el puesto de la estancia Benetton

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Santiago Maldonado
Santiago Maldonado

Enviado especial a Esquel. El expediente del caso Maldonado encierra una batalla interna que tendrá consecuencias políticas: la defensa del artesano desaparecido asegura que el primero de agosto estuvo cortando la ruta 40 junto a un puñado de militantes y mapuches. En cambio, la justicia federal apuesta al asalto de una estancia de Benetton para demostrar que Maldonado actuó en ese raid delictivo, que quedó muy malherido y que por esa razón jamás participó del corte de la ruta 40.

Si la defensa del artesano prueba su hipótesis, se consolida la posibilidad de un secuestro forzado contra Maldonado. Por el contrario, si las pruebas pedidas de ADN confirman la participación del militante desaparecido en el asalto, quedará desmontada una operación electoral ejecutada por la oposición K contra la administración de Mauricio Macri.

La abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, presentó un video del 31 de julio donde supuestamente el artesano aparece totalmente vestido de negro. Con esta presentación, se apuntaba a probar que la Gendarmería Nacional habría cometido un crimen de lesa humanidad tras dispersar el corte de la ruta 40. Fue una acción pensada para mantener la hipótesis de la desaparición forzada de Maldonado.

En un laboratorio de la Capital Federal se analizaron cuadro por cuadro las imágenes del militante identificado como Maldonado. Se compararon los frames del video con las fotos aportadas a las redes sociales. Y en este examen preliminar, la conclusión fue que no había coincidencias de contextura física y de altura entre el militante parado en la ruta 40 y el artesano desaparecido en la Patagonia.

Mientras esta pericia sucedía en Buenos Aires, el juzgado federal que investiga el caso Maldonado recibía las muestras de ADN tomadas después del asalto de presuntos mapuches a un puesto de una estancia de la familia Benetton.

El análisis determinó que se trataba de tres "masculinos": uno era el puestero, y los otros dos respondían a supuestos atacantes. Ahora, la justicia comparará los dos "masculinos" sin identificar, con las muestras de ADN que le tomaron a la madre de Santiago. El resultado estará a mediados de septiembre, en plena campaña electoral.

Aquí en Esquel hay dos versiones del hecho que jamás podrán conciliarse. Los organismos de derechos humanos, la comunidad Mapuche y los medios cercanos a Cristina Kirchner, juran que la gendarmería secuestró a Maldonado. Se trata de un dogma de fe, ya que por ahora no hay una sola evidencia en el expediente que sostenga esta hipótesis. Y lo que hay es simplemente dos testimonios aportados por los mapuches que no tienen validez procesal.

La otra versión –observada con interés por la justicia federal y la Casa Rosada- sostiene que Maldonado atacó ese puesto de la estancia de Benetton, que fue malherido por el puestero, que se lo llevaron los mapuches para curarlo y que debido a su condición física nunca participó de los cortes realizados el primero de agosto. Esta hipótesis tiene una clave procesal que no se puede soslayar: hasta ahora, no hay un solo testimonio válido que asegure que el día de la represión ejecutada por la Gendarmería, Maldonado estuviera en Esquel junto a los mapuches. Septiembre será un mes clave para la pesquisa: se sabrá si el artesano fue desaparecido o lo tienen los mapuches en un sitio ignoto de la Patagonia.

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