En La Matanza, el peronismo celebró y el Gobierno se ilusiona

"La quinta provincia" volvió a ser clave para el kirchnerismo. Sin embargo, en Cambiemos creen que detrás de los 20 puntos de diferencia se esconde la clave para desembarcar en el distrito en 2019

Mauricio Macri saluda a Verónica Magario durante la inauguración del Metrobus de Ruta 3 (Télam)

La tradición peronista y el tamaño de su padrón generaron, el domingo pasado, un titular predecible: La Matanza se transformó en el distrito que más votos aportó a la boleta encabezada por Cristina Kirchner. Sin embargo, lejos de ver esto como una derrota, los más de 20 puntos que separaron a Unidad Ciudadana de Cambiemos son objeto de otra lectura por parte del Gobierno, que mira los números y se ilusiona con poner fin a la hegemonía peronista en el distrito en 2019.

Cuando termine el escrutinio definitivo, y se incorporen los votos aún no contados de los circuitos electorales del tercer cordón, muy probablemente el kirchnerismo ampliará la ventaja de 22,24% que obtuvo en el escrutinio provisorio en el municipio gobernado por Verónica Magario. Con 339.139 votos -el 46,73%-, fue un cómodo ganador, por encima del 24,49% (177.770 votos) de Cambiemos y el 13,37% (97.044) de 1País. Bastante más atrás quedó Cumplir, con 40.603 votos y 5,59%.

En el entorno de Magario confían en que, luego de que cuenten las cerca de 200 mesas sin escrutar y se subsanen las 170 en las que fueron detectados problemas, el escrutinio definitivo los dejará entre 2 y 3 puntos más arriba, un porcentaje parecido al de 2015. Unidad Ciudadana resultó victorioso las localidades del primer cordón -con excepción de Ramos Mejía, donde se impuso Cambiemos-, y con un margen contundente en el segundo y tercer cordón, tradicionales reductos peronistas.

El jefe de gabinete y tercer candidato a diputado Fernando Espinoza sostuvo este sábado que en octubre Cristina Kirchner obtendrá "nueve puntos más". Sin embargo, en la intimidad del Palacio Municipal las expectativas son más modestas: "entre 6% y 7% más", sostienen. Las cuentas que hacen incluyen quedarse con algunos puntos de Randazzo, algo de los partidos chicos que no superaron las PASO y algún voto peronista de Sergio Massa, que decida migrar ante los malos resultados de las PASO.

Pero el mayor desafío serán los más 280.000 matanceros que no fueron a votar, un electorado que muy probablemente sea resistente a la política en general, al kirchnerismo en particular y muy especialmente a la ex presidente Kirchner. A ellos estarán enfocados los esfuerzos de la campaña, con un mensaje más sofisticado que el que caracterizó al primer año del kirchnerismo como oposición.

En el macrismo, sin embargo, las cuentas son otras: el domingo, cuando conocieron los primeros resultados, celebraron lo que consideran una especie de "victoria moral". Y es que, entre los distritos en los que Cambiemos no gobierna, La Matanza fue uno de los pocos en el que superaron la meta que Jaime Durán Barba fijó para las PASO. El objetivo era de 23,64%, un número que surgía de la combinación entre los diferentes resultados de 2015, cuando Mauricio Macri obtuvo un 23% y María Eugenia Vidal 28%.

En un territorio que es de tradición justicialista -sumadas, esas opciones alcanzan un abrumador 66%-, el macrismo tiene allí dos referentes que se reconocen como peronistas.

En esta oportunidad, el primer candidato a concejal fue Miguel Saredi, quien en 2015 obtuvo casi 26% cuando compitió por la intendencia. Sin embargo, el hoy titular de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) tendrá un contrincante interno de peso en 2019. El flamante ministro de Educación de la Nación Alejandro Finocchiaro ya manifestó su voluntad de ir por la intendencia, y tuvo un guiño de la Rosada: fue intensa su campaña en el distrito y estuvo encargado de armar una red de fiscalización que evite la "fuga" de votos.

Según las sospechas del Gobierno, en la elección del 2015 hubo entre dos y tres puntos que se perdieron por el camino, por falta de fiscalización en un 35% de las 3500 mesas. Si bien en voz alta no hay pases de factura, lo cierto es que para esta elección Finocchiaro puso a un hombre de su confianza a "gerenciar" la fiscalización y contó con la ayuda de agrupaciones como G25. En el día del comicio, además, realizó una intensa auditoría mesa por mesa sobre los fiscales, que previamente fueron capacitados.

El macrismo ha llevado a cabo varias obras en ese municipio -como el Metrobus de la Ruta 3 y mejoras en el servicio y las estaciones del Belgrano Sur-, pero aún no ha logrado capitalizarlas. Y es que allí el peso de los aparatos aún conserva una influencia decisiva.

El panorama matancero se completa con el candidato massista Julio Ledesma -diputado provincial y secretario general del sindicato de Comercio matancero- y el randazzista Heraldo Cayuqueo -secretario general de UOCRA en el distrito y contrincante de Magario en la interna del Frente para la Victoria en 2015. Mientras que Cumplir quedó lejos de conseguir siquiera un concejal, 1País cree que podrá conseguir entre dos y tres.

En las filas de Cambiemos creen que en la general llegarán a un 25% -un promedio entre lo que obtuvieron Macri y Vidal en octubre de 2015- contra un 45% kirchnerista. Es, dicen, un número "razonable" para un distrito de tradición peronista, y en un año en el que el repunte de la economía aún no se avizora.

Pero, en un horizonte un poco más lejano que octubre, la mirada está puesta en 2019: para entonces, se ilusionan con una disputa de igual a igual, con los "brotes verdes" de la economía ya florecidos, y el presidente y la gobernadora compitiendo por la reelección, arrastrando al triunfo al candidato matancero.

Una idea que los peronistas intentan desestimar, aunque sin subestimarla.