Como Roberto Baratta, Ricardo Jaime o José López, Claudio Minnicelli se regodeó durante años de los beneficios del modelo K. Como ellos, no tenía un peso cuando el kirchnerismo llegó a Buenos Aires. Igual que "Baratitta", Jaime o "Lopecito", preso después de aquella grotesca madrugada de junio del año pasado en la que cobró notoriedad por el revoleo de bolsos con dinero, "El Mono" exprimió al máximo la relación con su cuñado, el diputado Julio De Vido. Durante los nueve meses que estuvo prófugo, acusado de lavado de dinero y contrabando en la Aduana, el ex ministro de Planificación Federal no dijo una sola palabra sobre el paradero de su cuñado.
En los papeles, Minnicelli nunca levantó demasiada polvareda. Hermano de Alessandra, la mujer del ex ministro que durante gran parte del kirchnerismo se sentó en el directorio de la SIGEN y que se especializó en la responsabilidad social empresaria -gracias a los contactos de su marido-, de 52 años, "El Mono" tuvo solo tres empleadores formales: YPF en los 80, Idecom, una sociedad de responsabilidad limitada en los 90, y Canal 2 Producciones a principios del 2000, empresa que terminó en manos de Rudy Ulloa Igor, ex chofer de Néstor Kirchner devenido en empresario millonario. Como casi todos los pingüinos que desembarcaron en Buenos Aires.
Minnicelli, que le tomó el gusto a la buena vida, no escapó, sin embargo, a la desprolijidad con la que las principales espadas K se movieron durante estos años. Por sus desmanejos, la casa de su madre en el sur del país fue rematada, y su gestión en Canal 2 es recordada por las deudas con las que se fue. Por algo fue, además, recaudador de Kirchner en campañas electorales. Terminó como casi todo el resto de los colaboradores directos del ex ministro: acorralado por la Justicia, muy lejos del glamour de otras épocas.
En diciembre del 2003, Minnicelli fundó El Sueño SA, dedicada a todo tipo de negocios, inmobiliarios y del rubro de las comunicaciones, con un capital inicial de solo $12.000. En septiembre del 2008, apareció en el directorio de Jean Habitat SA junto a la vedette María Celina Rucci: por entonces, el cuñado de De Vido empezaba a colarse en el mundo de la farándula. Minnicelli y Rucci se casaron y salieron en las tapas de las revistas. Se separaron a los pocos años, escándalo mediante.
Pero el verdadero negocio de "El Mono" fue por el que a última hora de ayer cayó preso en una despensa de Chapadmalal, cerca de Mar del Plata. El juez Marcelo Aguinsky había pedido en diciembre pasado su captura nacional e internacional, acusado de formar parte de la llamada "mafia de los contenedores" de la Aduana: según la investigación judicial, es parte de una banda que contrabandeaba mercadería desde China, la introducía en el mercado local y se comercializaba en puestos informales. Entre ellos "La Salada". Sacaba provecho, además, con la compra del dólar importador.