Matías Tombolini saca una varita mágica. Entre chistes, explica que es parte del merchandising de Harry Potter que se vende en Disney, a donde viajó, en sucesivas oportunidades, con las tres esposas que ha acumulado en sus 44 años -la humorada sobre sus matrimonios es una de las que más risas se lleva-. Entre varitas mágicas y un powerpoint que se proyecta en las pantallas, el precandidato a legislador porteño va trazando un panorama de los desafíos que enfrenta la economía argentina en el escenario mundial, con remisiones al emprendedorismo y la innovación, dos estandartes típicamente macristas. "Tombo" es quien mejor se mueve arriba del escenario: su nuevo trabajo se parece mucho al anterior, cuando recorría el país haciendo presentaciones parecidas a las que ahora está ofreciendo a unos doscientos empresarios pyme y emprendedores de Mar del Plata, además de, claro, militantes. Cuando el "show" termine, muchos se acercarán para una selfie, pero también para pedir consejos para sus emprendimientos, que el economista brinda con naturalidad.
Más tarde será el turno de un enfático José Ignacio De Mendiguren. Como un forense, el diputado nacional examina "la caja negra" de la economía macrista, para analizar las causas del "estallido" que todavía no se anima a pronosticar: la apertura de las importaciones sumada a la falta de competitividad de la industria local que ponen en riesgo la supervivencia de las pyme. El powerpoint que sus asesores le prepararon sólo servirá para que él bromee al respecto durante la cena: "¡Me querían hacer hablar con esto de fondo!". Desechado el powerpoint, solo con la caja y con envidiable histrionismo, el stand up económico de "El Vasco" va y viene del ejemplo particular a la observación macroeconómica, con varias escalas de humor. Como cuando muestra un adhesivo para prótesis dentales y advierte: "¡Yo todavía no uso!".
Margarita Stolbizer camina por el living contiguo al salón en donde minutos después hablará en el cierre del seminario "Argentina, Presente con Futuro". Roberto Lavagna conversa con sus colaboradores mientras en un sillón Sergio Massa repasa con su equipo la agenda del día, que está arrancando en Mar del Plata, seguirá por la tarde en Escobar y terminará a la noche con reuniones en Tigre.
Del otro lado de la cortina, el salón ya tiene colmada su capacidad: al igual que en la jornada anterior, en el público reunido en un hotel de Punta Mogotes en la mañana del viernes se mezclan empresarios pyme y emprendedores con militantes y una gran cantidad de medios locales, atraídos por la presencia de los tres grandes referentes de 1País. En la improvisada reunión antes de salir al escenario, la conversación informal gira en torno a los comentarios que han recibido sobre la primera jornada del seminario: en la presentación estelar del jueves, "Tombo" y "El Vasco" se lucieron. "La gente quiere eso, un poco de show. ¿Qué vas a hacer? Cierro yo y se mueren del aburrimiento", dice Lavagna, a lo que Stolbizer responde: "Nosotros somos demasiado serios, así que vamos a estar más aburridos".
La presentación de Mar del Plata es parte de los esfuerzos que en los próximos días el massismo llevará a cabo para instalar el debate económico en la campaña de cara a las PASO. Por caso, hoy Massa almorzará con Mirtha Legrand acompañado de Lavagna, al tiempo que tras el debut en "La Feliz", el "stand up económico" tendrá más presentaciones en territorio bonaerense -la próxima, en Bahía Blanca- y al menos una en la ciudad.
En las dos semanas que transcurrieron desde que comenzó oficialmente la campaña electoral, el macrismo se ha volcado a un constante repaso de los desaguisados y prontuarios de los funcionarios del anterior gobierno, mientras que el kirchnerismo reciclado en Unidad Ciudadana se relame con desfiles de menesterosos como si nada tuviese que ver con su empobrecimiento. Frente a ello, el massismo no quiere quedar atrapado entre ambos extremos. Por eso, mientras que ante la pregunta por la corrupción responderán que ya han tomado una posición clara -apoyando el apartamiento de Julio de Vido de la Cámara de Diputados, pero también impulsando los proyectos de extinción de dominio y el límite a los fueros-, respecto de la cuestión económica intentarán romper "el bozal que Durán Barba le puso a los candidatos de Cambiemos", como lo definió Stolbizer.
Además del "show" de Tombolini y De Mendiguren, en el encuentro hablaron el precandidato local Ariel Ciano -quien ofició de anfitrión-, la diputada Carla Pitiot -enfocada en la transparencia-, el coordinador de los equipos técnicos de Stolbizer Roberto Mionis y el legislador bonaerense Jorge Sarghini.
Con diferentes lenguajes, tonos e inflexiones, la estrategia de 1País parecería estar segmentada. Y es que, además de puesta en escena, la política es, sobre todo, representación. En los sectores populares, el massismo viene llevando adelante en forma consistente la campaña "Bajemos los Precios" -que busca la reducción de los impuestos para los alimentos, remedios y tarifas-. El discurso que ensayaron Tombolini y De Mendiguren -sencillo y accesible, con cuotas de humor, y una visión moderna de la economía- parece hecho a la medida de los sectores medios. Para la cima de la pirámide, el peronismo boutique de Sarghini y Lavagna.
¿Cuál es el mensaje que darán? Las objeciones puntuales podrían resumirse en una más general: básicamente, que en el año y medio que lleva en el Gobierno, bajo el pretexto de un bienestar futuro que nunca llega, Cambiemos ha vuelto a apelar al viejo mecanismo de ajustar a los más humildes y beneficiar a los ricos. El tiempo que ha pasado, dicen, es suficiente para mostrar cuál es la dirección de la política económica, y cuáles serán sus resultados: lo argumentan recordando el período 2002-2003, cuando como funcionarios del gobierno de Eduardo Duhalde sentaron las bases del crecimiento de los años posteriores.