Como era de esperar, la sesión en la que la Cámara de Diputados discutió la expulsión del ex ministro de Planificación Julio De Vido tomó temperatura desde temprano, cuando la presidente del bloque del massismo Graciela Camaño cruzó a la oficialista Silvia Lospennato por un supuesto mensaje de WhatsApp de un integrante del Frente Renovador que se habría filtrado.
Antes de ese enfrentamiento, el recinto fue testigo del enfrentamiento entre la chaqueña Sandra Mendoza y la misma Lospennato; también estuvo el descargo de De Vido, las acusaciones de Elisa Carrió contra el ex ministro, y un particular pedido de Juliana Di Tullio.
El cruce entre Mendoza y Lospennato surgió tras la polémica por el mensaje de WhatsApp que disparó acusaciones de espionaje por parte de los legisladores del Frente Renovador. "Recibí esta mañana un chat, al que uno no le da crédito porque puede no ser cierto, pero la verdad que al escuchar a la diputada Camaño uno por uno cada uno de los puntos de este supuesto chat, que circuló entre el bloque, se cumple", había dicho más temprano Lospennato.
"La Luisana que no es la Luisana linda tiene que aprender la Constitución Nacional que sí sabe usted, Carrió. Es muy gritona, señora, en la vida hay que tener humildad. Vengo de una familia de clase de intelectuales, no puedo estar discutiendo con usted. Vengo de una familia honorable, como la familia Mendoza. Todos saben que somos honrados, peronistas, pluralistas", dijo Mendoza, a lo que Lospennato respondió que la chaqueña "seguramente sea una persona de alcurnia, no se equivoca en decir que yo no soy. Soy una persona que tiene un origen humilde, mi papá es chapista, mi mamá es ama de casa, viví en casa de mis abuelos en Villa Martelli frente a una villa".
El diputado De Vido tuvo su momento para hacer un descargo, y durante su discurso calificó de "nulo, vacío, inconsistente, arbitrario y revanchista" el encuadre legal que impulsa su destitución de la Cámara baja por iniciativa de Cambiemos junto a sectores del peronismo disidente, y destacó que "no vengo a ejercer el derecho de mi defensa porque no hallo legitimidad a quienes me imputan ni al método que utilizaron para imputarme dado que es claramente violatorio de la Constitución".
Asimismo, De Vido dijo que es "blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito por el asesor extranjero del presidente" Mauricio Macri, en referencia a Jaime Durán Barba, en los que se insta a "destruir, desmoralizar, aniquilar e incluso hasta llevar a terminar con su propia vida al enemigo".
Inmediatamente después del descargo de De Vido, Carrió reclamó la "exclusión" de De Vido "por infame" y "traidor a la patria", e ironizó al reconocerle a De Vido "la mayor obediencia debida al ex presidente (Néstor) Kirchner". "De Vido ya fue, es bueno que en los procesos históricos primero se devele la verdad de quienes van a limpiar y quienes van a encubrir toda la vida, y que sea la sociedad la que decida si quiere la verdad o la impunidad", agregó Carrió.
Por otro lado, también cuestionó a los diputados que no apoyan la exclusión de De Vido, y sentenció que "acá hay protección y participación, no hay limpieza del país. La culpa no es de Cambiemos si es débil, la culpa es del pueblo que sabiendo que le roban votan ladrones. De eso no me voy a hacer cargo".
Por su parte, en un intento de llevar calma a un debate que empezó acalorado por las semanas que lleva en la agenda política, la diputada kirchnerista Juliana Di Tullio le pidió al presidente del cuerpo, el oficialista Emilio Monzó, que controlara que no hubiera agresiones entre los legisladores. "Usted tiene una gran responsabilidad que es llevar adelante una sesión muy difícil. Le voy a pedir que sea el garante y que resguarde los artículos del reglamento", dijo la legisladora, y agregó que "he escuchado insultos, no solo descalificaciones, acusaciones gravísimas, quiero que resguarde el artículo 180 y 185 de este reglamento. Tengamos una sesión lo más tranquila posible, se lo exijo. Ponga orden en los dichos. Nadie puede agraviar o insultar a ningún diputado de la nación".
Otro de los que tuvo su momento durante la tarde fue el salteño Alfredo Olmedo, quien cargó tanto contra el oficialismo como contra la oposición, y hasta cuestionó a sus colegas legisladores por una investigación de la que fue protagonista en 2011. "Cuando usted hace las cosas bien como Gobierno, como persona, no le hace falta ni armar algo ni un cartel en la calle, porque la gente siente que usted le está solucionando los problemas".
"Yo no estoy a favor de la corrupción, cuando se armó una causa en mi contra, pedí licencia para que me investigaran, pero esta cámara no me dio la licencia porque quedaba mal. Un gesto de dignidad de él hubiera diluido toda la campaña electoral armada de un lado y del otro", agregó Olmedo.
También se hizo escuchar durante la sesión la diputada Araceli Ferreyra, del Peronismo para la Victoria de Corrientes, quien aseguró que "estamos ante una inquisición legislativa, esto es un linchamiento, están abriendo la caja de pandora", antes de mostrar un video de Carrió con críticas a la administración macrista en la Ciudad. "Cuando ella le parece que uno es corrupto, lo denuncia, y la verdad es que la diputada Carrió no mea agua bendita", disparó Ferreyra, quien también criticó que Carrió quiera "dar una clase de moral".
El radical Luis Petri fue otro de los que cargó contra el ex ministro al asegurar que "estamos haciendo esto por un imperativo ético, porque estamos en tiempos de república, y eso es lo que ustedes nunca entendieron. Tener a Julio De Vido votando todos los miércoles leyes como la de ética pública, la de extinción de dominio, la de acceso a la información pública, es como tener a Pablo Escobar Gaviria votando leyes contra el narcotráfico en Colombia. Pablo Escobar es al narcotráfico en Colombia lo que es Julio De Vido a la corrupción en la Argentina".
En esa línea se había manifestado el diputado del PRO Waldo Wolff, quien consideró que "el discurso de De Vido me pareció más un mensaje mafioso que un discurso, fue dirigido a gobernadores, intendentes y su propio gabinete, les dijo que él solo no va a caer, fue casi un aviso de la Omertá, del silencio que se tiene que mantener".
En definitiva, se trata de una sesión en la que se define un tema clave que no le es ajeno a ninguno de los integrantes de la Cámara de Diputados, y que probablemente repercutirá en las elecciones legislativas de este año.
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