Mientras analiza la apelación del fallo de la jueza María Romilda Servini, que el viernes desaprobó el balance de la campaña presidencial de Cambiemos de hace dos años y el de otras tres fuerzas políticas, el macrismo sigue adelante con su esquema de recaudación de fondos descentralizado en todo el país, con el que intentará sepultar la sucesión de irregularidades que tiñeron la carrera electoral del 2015.
"Este año es muy diferente al 2015, las elecciones son nacionales pero quienes juegan son las provincias, las alianzas de cada distrito", aseguró a Infobae José Torello, jefe de Asesores de la Casa Rosada, apoderado del PRO y uno de los responsables del financiamiento partidario de la coalición de gobierno. En la tarde del viernes, el Gobierno recibió con fastidio la resolución de Servini, aunque evitó polemizar. La jueza rubricó el pedido del fiscal Jorge Di Lello y no avaló los balances de Cambiemos, de UNA, del Frente Para la Victoria y de Compromiso Federal por diversas irregularidades, resumidas en la falta de acreditación del origen y del destino de los fondos de la última campaña presidencial. Fue tras una serie de auditorías realizadas por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
En ese sentido, Torello explicó que analizarán por estas estas horas los pasos a seguir. "Tenemos un plazo de diez días para apelar", dijo. Y aclaró: "Eso sí, el fallo pone en evidencia que las leyes electorales no son las mejores y que hay que modernizar el sistema electoral de una vez por todas porque si no esto va a seguir pasando cada dos años". Ayer, este medio dio cuenta del caso de Jorge Alberto Mas, ex candidato a intendente de Pehuajó de Cambiemos, que figuró con un aporte de $50.000 a la candidatura de Mauricio Macri pero aseguró no haber puesto un peso. "Fue aclarado oportunamente en el expediente judicial", contestó el jefe de Asesores de la Casa Rosada. Y volvió a retrucar. "Lamentablemente la ley actual pone muchas trabas. Un ejemplo es que no podemos recibir donaciones en dólares ya que la ley dice que solo se puede tener una única cuenta corriente", se quejó el funcionario.
Pero a pesar del fallo judicial del viernes, el oficialismo continúa con el sistema de cenas distritales con las que busca mostrar transparencia durante la campaña. A principios de mes fue el turno de San Juan, la primera provincia en la que se implementó el esquema, en la que, según confiaron, se recaudaron unos $2,5 millones. El Gobierno estuvo representado por el ministro Rogelio Frigerio, uno de los funcionarios designados para este tipo de convites. El otro, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, hizo lo propio la semana siguiente en Misiones, en la comida a la que asistió en un hotel céntrico de la capital provincial junto a Humberto Schiavoni, uno de los anfitriones, y más de 500 invitados.
La próxima semana será el turno de Tucumán, el distrito en el que Cambiemos estará representado por José Cano, ex titular del Plan Belgrano. Y se hará lo propio con el resto de las provincias y los municipios de la provincia de Buenos Aires, el distrito más relevante en términos electorales y financieros.
El jueves pasado, por ejemplo, el macrismo organizó la cena en San Fernando. El anfitrión, Alex Campbell -funcionario bonaerense y candidato a concejal local- juntó a más de 400 aportantes a $5.000 el cubierto. Fueron tres de los principales candidatos -Esteban Bullrich, Gladys González y Guillermo Montenegro-, los ministros Luis Caputo y Sergio Bergman, intendentes, funcionarios bonaerenses y algunas glorias del Boca Juniors campeón de Carlos Bianchi. Uno de ellos, Mauricio "Chicho" Serna, remató su camiseta del campeonato del 2000: la compró Gianfranco Macri, hermano del Presidente.