El avión privado que utilizó Lázaro Báez el día que fue detenido tras aterrizar en el aeropuerto de San Fernando en abril de 2016 será entregado a la Policía Federal. Se trata del Lear Jet 35 LV-BPL en el que el empresario viajó a Buenos Aires desde Santa Cruz. El propósito de esta entrega es la reutilización de bienes con fines sociales.
Funcionarios del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich se habían reunido con el juez federal Sebastián Casanello para tener la guarda de los aviones del empresario y luego avanzaron un poco más. De hecho, Casanello está de viaje y volverá a sus funciones en los próximos días, por lo que al llegar firmará esta iniciativa y se determinará así la fecha de entrega de la nave.
La Policía Federal usará el avión para el rápido traslado de su personal ante alguna alguna intervención urgente que ocurra en el país, como allanamientos, la búsqueda de prófugos o la ayuda ante alguna crisis que se produzca en alguna provincia, entre otras cuestiones. También si necesita para eventuales apresados en otras provincias y que la Justicia requiera su inmediata presencia. La aeronave, de esa manera, acelerará los operativos que lleve a cabo la fuerza que dirige el comisario general Néstor Roncaglia en el interior del país.
Báez podría perder también los demás aviones de empresa Top Air, los cuales también tendrían un fin social. En ese sentido, está la posibilidad de que que puedan ser otorgados tres de ellos a las otras fuerzas de seguridad (Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria), aunque eso no se definió aún.
En mayo pasado, la Sala II de la Cámara Federal confirmó el secuestro de las aeronaves ordenado por Casanello y le dio el permiso para tomar "todas las medidas de conservación y resguardo apropiadas", entre las cuales estaba la de "evaluar la posibilidad de disponer su utilización para un fin social".