Se llama Paula Forteza, nació en París, donde vivió hasta los 7 años. Hizo primaria y secundaria en el Liceo Francés de Buenos Aires. Y en la Universidad Di Tella estudió ciencia política. Trabajó en el CIPPEC sobre transparencia y gobierno abierto. Es una porteña típica de 30 años. Pero realizando una maestría en el prestigioso Sciences Po, el instituto de altos estudios políticos de Francia fundado en 1872, donde se formaron las figuras públicas más reconocidas, desde Jacques Chirac hasta Francois Hollande, pasando por Michel Camdessus, Christine Lagarde, Segòlene Royal, Ingrid Betancourt, entre tantos, su vida dio un vuelco.
Amigos de su edad se fueron acercando a Emmanuele Macron, respaldando su meteórica carrera política. Entre ellos, Sibeth Ndiaye, la francesa de origen senegalés que se transformó en consejera de prensa y comunicación, y una de las personas más cercanas al ya presidente. En ese ambiente de euforia, el líder de En Marche! empezó a buscar jóvenes sin experiencia política previa que sean candidatos para ocupar la Asamblea Nacional. Ella se ofreció para ocupar una de las 11 bancas de franceses en el extranjero, y así fue que apenas Macron ganó, se vino a Buenos Aires a desplegar su campaña en su circunscripción, una muy particular: debe llevar su mensaje por 33 países, porque es la candidata por América Latina y el Caribe.
Le fue muy bien. Sacó 43,17% en la primera vuelta electoral, seguida por el militante del partido Francia Insumisa, liderado por Jean-Luc Mélenchon, el franco-chileno Sergio Coronado, que sacó 23,6 por ciento. O sea, Paula es la virtual diputada, ya que difícilmente la derecha respalde a Coronado, mucho menos en medio de una oleada a favor de Macron que tiene sorprendidos a todos los analistas en el mundo.
"Los jóvenes franceses ven en Macron una posibilidad de cambio, de salida del estancamiento que dominó Francia por décadas", dice Forteza en diálogo con Infobae. Y agrega: "Hay ahora una oportunidad para comprometerse políticamente, porque formamos parte de un movimiento que nos escucha, nos representa y que nosotros mismos conducimos".
Paula no desconoce las grandes dificultades por las que pasará el gobierno de En Marche!, pero la mayoría legislativa que alcanzará en la Asamblea Nacional, que se pronostica será la más amplia desde el inicio de la Quinta República, nacida en octubre de 1958 con la nueva constitución, sería incluso más amplia que la que logró el mismísimo Charles de Gaulle, ya que rondaría los 400 diputados de 577 integrantes. "Es una revolución", se entusiasma la joven.
Consultada acerca de si En Marche! es un movimiento de izquierda o de derecha, la candidata francoargentina dice que "nuestra propuesta política es cultural, un partido movilizado por personas con valores diferentes a los que se dicen de izquierda o de derecha, porque creemos en una sociedad democrática e igualitaria a la vez, republicana y defensora de los derechos sociales, abandonando las ideologías de otra época, buscando nuestro propio camino para encontrar soluciones a los problemas".
"Creemos en los emprendedores, en las nuevas formas de trabajo, en la transparencia, en las redes, en la discusión horizontal, promovemos otro liderazgo", agrega, eufórica. No es para menos, pertenece a un partido que en pocos meses derritió cualquier posibilidad de ascenso de la ultraderecha xenófoba y asegura defender los principios liberales y republicanos europeos, diseñando una fuerza que tiene 50 por ciento de ministras y legisladoras mujeres, sin que lo exija ninguna ley.
Cualquier parecido al discurso de Cambiemos, es mera coincidencia. El 17 de junio, fecha para la segunda vuelta electoral en la circunscripción América Latina y el Caribe, se confirmará si –como se prevé– la primera francesa criada en la Argentina llegará a la Asamblea Nacional.