El arrepentido Leonardo Fariña volvió a vincular a Lázaro Báez con las operaciones de lavado de dinero que hizo y dijo que para el empresario lavó 77 millones de dólares, una cifra superior a la que le imputa la justicia.
"El dinero salía siempre del mismo lugar, es decir era todo propiedad de Lázaro Antonio Báez", dijo Fariña en una nueva declaración ante el juez federal Sebastián Casanello y a la que accedió Infobae.
Fariña tenía que volver a declarar ayer a las 10 de la mañana en los tribunales de Comodoro Py pero su indagatoria, en el mayor de los secretos, se adelantó 12 horas.
Llegó el martes cerca de las 21 a los tribunales y declaró hasta las 5 de la mañana. Como Fariña integra el programa de protección de testigos e imputados del Ministerio de Justicia sus movimientos son casi secretos. Su declaración se produjo en un horario en el que Comodoro Py está vacío.
En su nueva declaración, Fariña se mantuvo en lo mismo que había declarado el 8 de abril del año pasado cuando pidió ser arrepentido: él colaboró en operaciones de lavado de dinero para Báez. Esta vez profundizó en algunas de esas operaciones.
Fariña señaló que participó de la compra para Báez de los campos "El Entrevero", en Uruguay, y "El Carrizalejo", en Mendoza, y del envío afuera del país de 25 millones de dólares. "A mí me decían valijero, yo nunca fui valijero, yo lo que organizaba eran las cosas", definió su rol, aunque luego dijo que viajaba en camionetas con gente de Báez para llevar plata a una financiera. Lo mismo había dicho en su declaración del año pasado.
"Entre noviembre de 2010 y marzo del 2011 se habrá logrado sacar veinticinco millones de dólares. Estamos hablando de plata en efectivo que fue a parar a cuentas bancarias", declaró.
"El dinero del Entrevero por ejemplo fue aparte. Por eso digo que necesariamente ellos continuaron sacando plata, porque no llegó a la cantidad que luego volvió en bonos. En total si sumamos la plata de las cuentas que referí con el resto de las operaciones fueron 77 millones de dólares", agregó.
También vinculó a Martín Baéz, uno de los hijos del empresario. Dijo que para terminar de pagar el campo "El Entrevero" le mandó un mail a Gustavo Fernández, presidente de S.G.I, la financiera desde donde se hacían las operaciones, con copia a Martín, al contador Daniel Pérez Gadín -preso con Báez en la cárcel de Ezeiza– y al asesor Fabián Rossi. "Le digo con fecha 9 de marzo de 2011 que por favor transfieran con carácter urgente cinco millones de dólares para pagar el saldo de precio de ´El Entrevero´. Lo que quiero explicar es que los mismos imputados tienen participación en cuatro operaciones con el común denominador que todos trabajan para Báez", explicó Fariña el contenido del correo que aportó al tribunal.
Fariña también contó lo que Báez le pagaba y reconoció que se quedó con el campo de Mendoza.
"Mi negocio con Báez era el cinco por ciento de cada dólar que movía. Casi cuatro millones de dólares", dijo que cobró durante el tiempo que trabajó con el empresario.
"Cuando yo me desvinculo de Báez, yo decido unilateralmente cobrarme la comisión adeudada por la estructuración del fideicomiso con la Estancia, por eso es que empiezo a querer venderla aún antes de que Rossi me diga que me la quede. Más allá de eso, había una cuestión personal porque a mí me apuntaron como un ladrón y yo le dije dónde estaban los faltantes. Una cosa es haberlo hecho perder plata por haberlo vinculado con personas que yo trabajaba y que le robaron, y otra que yo le haya robado", dijo sobre la estancia en Mendoza.
El arrepentido también aportó escritos sobre las operaciones que realizó, la compra de los campos y de una cooperativa, de las cuentas en el exterior y sobre SGI, la financiera que era de Federico Elaskar y que luego vendió a allegados a Báez. "Yo le pagué tres millones quinientos cincuenta mil euros en efectivo a Elaskar en el departamento de él en Madero Center", dijo.
A Fariña también le preguntaron por la famosa frase de los "90 físicos". Se trata de una conversación que mantuvo con el empresario Roberto Erusalimsky para ver la manera de llevar 90 millones de dólares de Portugal a Suiza. Fariña contó en la indagatoria que ese dinero provenía de la venta de una isla -no dio más detalles- de un conocido de Juan Suris, ex pareja de la vedette Mónica Farro y preso por narcotráfico y uso de facturación falsa.
"Yo estaba con Juan Suris y él me dice que tenía un conocido que había vendido una isla y que tenían el dinero en Portugal. Esto se da en simultáneo en un momento en que Erusalimsky estaba en Suiza, entonces yo lo llamo a él, y le comento la situación para ver si me solucionaba el tema. Nunca me constó si era verdad lo que me dijo Juan", relató Fariña.
Y agregó: "Suena raro que una persona tenga noventa millones de dólares físicos en Portugal, es completamente raro. Pero ¿cómo pensé el negocio yo? Si alguien tiene una isla y la vende, y le entra esa plata física y tiene el documento, entonces no es problema".
La indagatoria de Fariña fue una de las 27 que ordenó el juez Casanello en una nueva imputación por lavado de dinero. También fueron citados los cuatro hijos de Báez -Martín, Leandro, Melina y Luciana–, Rossi, Elaskar, Erusalimsky (quienes ya declararon), Pérez Gadín, Fernández, el abogado Jorge Chueco y el propio Lázaro Báez que cerrará las declaraciones el próximo 6 de junio.
Todos están acusados de formar parte de una estructura financiera en el país y el extranjero para lavar dinero a través de cuentas bancarias de empresas off shore. Una de las imputaciones es que parte de ese dinero provino de la obra pública que Báez recibió durante el kichnerismo de manera irregular y por lo cual fue procesado a fin del año pasado por asociación ilícita junto a la ex presidente Cristina Kirchner, entre otros ex funcionarios.
Las indagatorias fueron convocadas luego que el juez Casanello recibió de Suiza información de cuentas de los bancos J. Safra y PKB Privatbank AG de ese país. Infoabe dio a conocer esa documentación que da cuenta que Rossi, como apoderado de esas cuentas, hizo transferencias por 10 millones de dólares a empresas que según la justicia tenían como beneficiarios finales a los hijos de Báez.