La familia Macri vende su parte de Autopistas del Sol para evitar conflictos políticos

Controla el 7% de la concesión. También busca desprenderse de otro de sus negocios

El Presidente junto a su padre, Franco Macri (DyN)

El debate empezó cuando Mauricio Macri dejó Boca Juniors y se metió en la carrera por la Ciudad de Buenos Aires, y la familia se dividió entre los negocios y la política. Hasta ese momento, solo eran negocios. La discusión familiar se incrementó durante la campaña presidencial, en el 2015, se agudizó con la llegada de Macri a la Casa Rosada y volvió a resurgir a principios de este año, con el estallido del caso del Correo Argentino y el acuerdo trunco con el Estado, que colocó al tope de la agenda mediática los conflictos de intereses en torno a la familia presidencial.

A partir de esa polémica, el debate familiar se trasladó hacia la Casa Rosada, en especial al entorno más íntimo del Presidente: el dilema de ser o parecer, el eje principal de sucesivas charlas que Macri y su hermano Gianfranco tuvieron en los últimos tiempos. Gianfranco Macri no solo es uno de los tres hermanos del Presidente, sino que es la cabeza de SOCMA -controlante del holding SIDECO-, el imperio familiar que Franco cedió hace años a sus cuatro hijos.

Diez días después del estallido de la polémica por el correo, la empresa familiar volvió a quedar bajo la lupa. Esta vez por el aumento de entre el 60 y el 100 por ciento en los peajes de las autopistas metropolitanas, aprobado a mediados de febrero por una resolución de la Dirección Nacional de Vialidad. A través de SIDECO, el grupo Macri controla el 7% de Autopistas del Sol, la empresa concesionaria de los 120 kilómetros de la Panamericana, cuyo tramo con peaje -el 18% del total- está concentrado en el Acceso Norte, en la entrada a la ciudad de Buenos Aires. Autopistas del Sol tiene como principal accionista al consorcio español Abertis (31,59%) y al italiano Impregilo (19,82%). Ausol facturó 1.747,6 millones de dólares en 19 años de concesión y registró pérdidas por 89 millones de dólares. Hasta el 2001, el grupo Macri poseía el 23% de la compañía.

La polémica recrudeció el debate interno, y a diferencia del correo, el imperio Macri decidió cortarla de cuajo: la empresa empezó el proceso de venta de su participación en Autopistas del Sol. Así lo confirmaron a Infobae altísimas fuentes al tanto de la operación. Si bien no revelaron el nombre del comprador, confiaron que se trata de un grupo italiano.

"SOCMA está encarando una seria estrategia para minimizar riesgos y evitar los costos políticos", aseguraron fuentes del entorno de la empresa. Incluso, además de su participación en la concesión de las autopistas, el grupo también estaría abocado a la salida del negocio de las energías renovables -que tiene fascinado al jefe de Estado-, que tomó de la española Isolux, por el que habría invertido, según detallaron, unos 30 millones de dólares, y que depende de la estatal Cammesa.

El eventual conflicto de intereses por la participación en la concesionaria de la autopista Panamericana no tuvo la dimensión del caso del correo, pero sí llegó hasta el Congreso. Se lo recordó la diputada María Liliana Schwindt, del Frente Renovador, al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en su visita del pasado 9 de marzo a un plenario de comisiones en Diputados.

Gianfranco Macri es el único de los tres hermanos del Presidente que se encarga de los negocios familiares junto a Leonardo Maffioli, el CEO de la compañía. Florencia y Mariano tienen su porcentaje accionario, pero delegaron el manejo en Gianfranco. Florencia, por su parte, designó a un responsable que va todos los meses a las reuniones de seguimiento de la empresa. Los dos hijos de Sandra, la hermana del mandatario fallecida a mediados del 2014, son estudiantes y también descansan en Gianfranco, al igual que Agustina, Gimena y Francisco, los tres hijos del jefe de Estado a los que les cedió su parte del negocio, que abarca desde la energía y las actividades agrícola y ganadera hasta los servicios ambientales en Montevideo, Uruguay.

En privado, Gianfranco Macri se queja, según deslizan en su entorno. Cuentan que protesta contra los funcionarios que conoce hace años, con los que tiene una relación fluida y que se inclinan por la idea de deshacerse de los negocios que pueden resultar conflictivos para Macri. El secretario Legal y Técnico, Pablo Clusellas, y José Torello, jefe de Asesores, son dos de los funcionarios que hablan seguido con el empresario.

Angelo Calcaterra, primo del jefe de Estado, tuvo que vender su compañía IECSA a Marcelo Mindlin.

Cerca de la conducción de SOCMA también circulan rabietas contra el kirchnerismo por la ofensiva mediática en casos como el del Correo Argentino. Gianfranco Macri se desquitó el lunes pasado, mientras hacía la cola en Migraciones de Aeroparque, pasado el mediodía, después de desembarcar del vuelo de Aerolíneas Argentinas que lo trasladó de Montevideo hacia Buenos Aires. A los gritos, trató de "sinvergüenza" frente a decenas de pasajeros a un encumbrado dirigente K que no respetó la extensa fila que se había formado. El dirigente, del entorno de Cristina Kirchner, nunca se enteró que el que le gritaba era el hermano del Presidente.