El camarista federal Eduardo Freiler analiza cómo afrontará la acusación que le está haciendo el Consejo de la Magistratura de la Nación por mal desempeño de sus funciones y que lo tiene a un paso del juicio político. Baraja dos opciones: solamente presenta un escrito o también va al organismo a hacer una exposición oral ante los consejeros.
"Yo quiero ir pero la mayoría me lo desaconseja", les dijo Freiler durante el fin de semana de Pascua a amigos y allegados, según reconstruyó Infobae de fuentes judiciales. También reiteró que no va a renunciar y que afrontará el juicio político si eso ocurre.
El Consejo acusó a Freiler, juez de la Sala I de la Cámara Federal, de cinco hechos de mal desempeño que van desde un incremento patrimonial injustificado y gastos superiores a sus ingresos hasta alegar motivos falsos para obtener licencias con goce de sueldo.
La acusación tiene un alto componente político: la cercanía de Freiler con el kirchnerismo y los fallos que beneficiaron a la ex presidente Cristina Kirchner, entre ellos la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman que el tribunal que integra desestimó.
En el macrismo no niegan esa cuestión como base central del juicio político. Desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri, Freiler es uno de los jueces que el oficialismo tiene en la mira.
El magistrado ocupa un lugar clave en la Justicia federal porque la Cámara Federal revisa las causas de corrupción contra funcionarios públicos.
El Consejo citó a Freiler para hoy a las 9. La acusación por mal desempeño incluye una suerte de indagatoria en la que el juez puede defenderse como quiera, ya sea presentando un escrito o acudiendo personalmente a la sesión.
Según supo Infobae, Freiler presentará un escrito en el que responderá cada punto de la acusación y acompañará documentación. Está evaluando si además se presenta y declara. "Creemos que va a venir", le dijo a este medio uno de los consejeros de la Comisión de Disciplina y Acusación, presidida por el diputado del PRO Pablo Tonelli, quien además lleva la investigación contra Freiler.
La acusación
La causa se inició por denuncias del abogado Ricardo Monner Sans –quien también lo denunció penalmente– y el Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires en base a publicaciones periodísticas sobre el patrimonio de Freiler.
Recayeron sobre el camarista cinco cargos por presunto mal desempeño que aprobó a fines de marzo la Comisión cuando citó al juez. El primero es que "ha falseado y omitido insertar datos en sus declaraciones patrimoniales juradas integrales en violación a lo establecido en la normativa aplicable". Un ejemplo de esa acusación es que Freiler declaró que en 2015 compró una moto de agua por 15 mil pesos pero el Registro Nacional de Buques informó la existencia de ese bien por un valor de 158.400 pesos.
El segundo cargo es "un incremento patrimonial y un conjunto de gastos y erogaciones que no guardan correlación con sus ingresos y disponibilidades declaradas". Según el Consejo, del 1 de enero de 2012 al 31 de octubre de 2016 tuvo gastos mayores a sus ingresos que le dieron "un saldo negativo de $6.119.958,8". También que la propiedad de 1.200 metros cuadrados que tiene frente a la quinta de Olivos la compró por 2.800.000 pesos cuando la valuación oficial que hizo el Consejo le dio tiene un valor de 1.050.720 dólares, que llevado a pesos es 11.316.254 pesos, lo que da diferencia de 8.516.254 de pesos respecto del precio pagado.
Asimismo está acusado de haber "incumplido de forma grave y reiterada obligaciones y deberes fiscales de tipo formal y material". La imputación sostiene que entre impuestos inmobiliarios, patentes y tasas municipales, Freiler tiene una deuda de 330.619,75 pesos.
Los últimos dos cargos son que "alegó circunstancias y motivos falsos para obtener licencias con goce de haberes" y que "se ha ausentado del país sin licencia durante días hábiles judiciales de forma grave y reiterada, en violación al régimen legal y reglamentario aplicable, y obteniendo de esa forma un beneficio indebido y desplegando un estilo de vida ostentoso".
La postura de Freiler y el futuro de la acusación
El magistrado quiere ir al Consejo porque está convencido de que puede responder cada una de las acusaciones y que cuando lo haga no habrá margen para avanzar en el juicio político. Así se lo dijo a sus allegados. Inclusive sus colegas en la Cámara lo ven con ese semblante. Freiler confía que algunos consejeros, sobre los representantes de los jueces, revisarán su postura.
Pero muchos le aconsejan al juez no ir al Consejo porque cualquier traspié o duda en su declaración le podrá jugar en contra. En caso de presentarse, el camarista quiere que la audiencia sea pública a pesar de que puede divulgar datos sensibles sobre su patrimonio.
Freiler ya contestó una primera acusación. Varios de esos puntos reiterará mañana. Para el juez el Consejo está investigando lo que ya se hizo en una causa penal. Fue anteriormente denunciado por presunto enriquecimiento ilícito y la acusación fue desestimada y quedó firme. Pero luego, ante una nueva presentación, la Cámara Federal la reabrió y se está tramitando.
Freiler también sostiene que el Consejo cometió delito cuando pidió información patrimonial sobre sus cuentas y tarjetas que está protegida por el secreto bancario y fiscal y que solo se puede levantar a pedido de un juez. El camarista denunció penalmente a tres consejeros, entre ellos Tonelli, y al presidente del Banco Central de la República Argentina, Federico Sturzenegger.
En el Consejo contestan que la investigación que se lleva adelante es válida y que el secreto bancario y fiscal fue discutido en la Comisión y aprobado. Además, el BCRA contestó los requerimientos.
El macrismo está convencido de la acusación y va a avanzar. Mañana, una vez cumplida la defensa de Freiler, quedará en condiciones de elaborar el dictamen en el que pedirá su suspensión y envío a juicio político. Eso estará a cargo de Tonelli. Primero el dictamen tiene que ser aprobado por la Comisión y luego por el plenario del Consejo.
Para enviar a juicio político a un magistrado se necesitan nueve votos de los 13 miembros del Consejo. El bloque del macrismo y sus aliados tiene ocho. Lo integran Tonelli, el representante del gobierno, Juan Mahiques, los radicales Ángel Rozas y Gustavo Valdes, los abogados Adriana Donato –presidente del Consejo– y Miguel Piedecasas y los jueces Luis María Cabral y Leónidas Moldes.
El noveno voto lo esperan del representante de los académicos, Jorge Candis, quien integró el bloque del Frente para la Victoria pero ahora está distanciado.
Los restantes miembros del Consejo son los kirchneristas Rodolfo Tailhade, VirgInia García y Ruperto Godoy y la jueza Gabriela Vázquez, de quienes Freiler confía tener sus votos.
¿Los tiempos? En dos semanas la situación de Freiler podría estar resuelta, creen en el Consejo. El objetivo inicial del Gobierno era que en marzo la acusación estuviera aprobada.
En los tiempos hay un hecho importante. La Sala I de la Cámara Federal que integra Freiler con Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia tiene que resolver si confirman o revocan el procesamiento de Cristina Kirchner y otros acusados por las irregularidades en la concesión de obra pública al empresario detenido Lázaro Báez. Si los plazos previstos se cumplen, Freiler no intervendrá en esa decisión.
La eventual vacante de Freiler le dará a la mayoría macrista en el Consejo la oportunidad de nombrar a otro juez en la Sala I. Ya lo hizo en noviembre pasado cuando designó a Bruglia.
Si la acusación contra Freiler se aprueba, el juez quedará suspendido por seis meses en el cargo. En ese lapso el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación deberá realizar el juicio político y resolver si lo destituye o rechaza la acusación y Freiler vuelve al cargo.
"De ninguna manera voy a renunciar", le dijo Freiler a Infobae en enero. El camarista sigue manteniendo su postura y está convencido de su inocencia.