El periodista e historiador Hernán Brienza, quien en los últimos años trabajó en medios de comunicación ligados al kirchnerismo, consideró que la Argentina está "muy cerca de una guerra civil" y que la "democracia tiene los días contados".
En un escrito publicado en sus redes sociales, Brienza comenzó su análisis haciendo una comparación del presente con los aciagos días de diciembre de 2001, jornadas que marcaron la renuncia del por entonces presidente Fernando De la Rúa.
Al respecto, Brienza escribió: "En el 2001 la sociedad estaba atomizada, eran millones de islas aisladas despotricando contra la política, hoy, desgraciadamente, hay un gran sector de la población que apoya a este gobierno y otro gran sector que afortunadamente lo detesta".
Para Brienza, ese enfrentamiento "no tiene solución" y "más temprano que tarde vamos a algún tipo de violencia". En ese punto, mencionó al Presidente: "Macri también es laclosiano, o leyó mal a Laclau. Profundiza la lógica amigo-enemigo, el odio es la forma de vinculación que nos iguala".
Luego, sostuvo que "este es el peor gobierno desde la dictadura" y lo calificó como "prepotente, autoritario y cosificador".
A continuación, el comunicador y politólogo, que en 2013 entrevistó a Cristina Kirchner, en una de las pocas notas que la ex mandataria brindó en sus ocho años de gobierno, afirmó que fue "personalmente demonizado por los medios de comunicación" y cuestionó el trato dado por la "justicia y los medios de comunicación al kirchnerismo".
En el último tramo continúa con los cuestionamientos a la gestión de Cambiemos. "El nivel de calidad democrática del gobierno macrista decae a pasos agigantados", escribió Brienza, cuestionando además el desalojo de la "escuela itinerante" de la Plaza Congreso.
"Macri revienta la grieta ¿Y la democracia? ¿Y el derecho a peticionar y a reclamar? ¿Y la Constitución? ¿Están dispuestos a pasársela por el traste, no?", concluyó.
Luego de que su post tomara estado público, Brienza volvió a utilizar su muro de Facebook para dar su opinión sobre esa repercusión y sobre los comentarios que se generaron en los medios y las diferentes redes sociales: "Yo denuncio un estado de violencia discursiva generalizado y peligroso y los brutos en vez de pensar y reflexionar, en vez de entender lo que digo y parar la mano, como no saben leer ni comprender textos, me insultan, me agreden, se ponen violentos, me amenazan… y me acusan de algo que no entendieron…", escribió. Y, sobre el final, se lamenta: "Es muy difícil luchar contra la ignorancia y el autoritarismo en este país…"