Frenos, dudas y temores en el plan de Macri para traer a 3000 refugiados sirios

Problemas presupuestarios, trabas burocráticas, temor ante eventuales casos de infiltrados terroristas y una situación de la Argentina poco apta en términos económicos. Todas estas variables jugaron en contra en los últimos meses para instrumentar a pleno el gran anuncio que hizo el año pasado el presidente Mauricio Macri de traer a la Argentina a 3000 refugiados de Siria.

Hoy esta iniciativa que se lleva adelante bajo el Plan Siria se encuentra semiparalizada, con graves inconvenientes para su implementación completa y, así, los sirios que huyen de la guerra llegan a cuentagotas a la Argentina. Según datos oficiales que aportó la Dirección de Migraciones a Infobae, desde que Macri anunció el año pasado el desarrollo de este programa sólo unas 200 personas vinieron de Siria para radicarse en el país. Y desde que se creó por un decreto de Cristina Kirchner en 2014 este plan de "familias sirias llamantes" llegaron 1448 personas. Pero esto fue mucho antes del anuncio de Macri.

En el gobierno aducen que traer de un día para el otro a 3000 sirios nunca fue la idea inicial de Macri sino que siempre se pensó en una migración paulatina. La canciller Susana Malcorra admitió varias veces que la instrumentación de este programa de refugiados no resulta sencillo para el país.

En rigor, hay muchos problemas que debe sortear el Gobierno para llevar adelante la apuesta de Macri de dar refugio a 3000 sirios. La Dirección de Migraciones armó desde fines del año pasado la denominada "Mesa Siria" conformada por los Ministerios de Educación, Salud, Interior, Seguridad, Producción, Trabajo, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y las ONG relacionadas con la temática siria. Desde ese entonces hubo pocos avances y más trabas a la hora de llevarse adelante el programa de refugio de 3000 sirios.

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Fuentes calificadas del gobierno admitieron a Infobae que la identificación de personas para evitar infiltrados de grupos extremistas que se está haciendo en la frontera de Siria y Líbano no resulta sencilla. Allí trabajan funcionarios de Migraciones, de la AFI y de Seguridad junto con agencias de inteligencia de Europa y Estados Unidos. "No es una tarea sencilla identificar personas que vienen de una guerra y que en muchos casos no tienen siquiera documentos o que están en un lugar donde circulan pasaportes falsos que se venden a 20 euros", explicaron.

A la vez, cinco funcionarios del gobierno admitieron a este medio que "no resulta sencillo explicar que no hay mala voluntad del Poder Ejecutivo sino temor de las autoridades que después de dos atentados terroristas sufridos (AMIA y embajada de Israel) pueda haber peligro de que se filtren grupos terroristas en el plan de refugiados sirios". Incluso los países de la Unión Europea o Estados Unidos toman extremos recaudos a la hora de la identificación de los sirios.

Por otra parte, hay un problema de logística y presupuesto que recién ahora el Poder Ejecutivo está empezando a ordenar y que generó muchos dolores de cabeza en la Casa Rosada. Por ejemplo, Infobae pudo saber que Malcorra envió hace un mes atrás una carta a la delegación de la Unión Europea en Buenos Aires para requerir ayuda financiera para el traslado de los refugiados sirios. Pero la respuesta fue tajante: la UE no sustentará viáticos de los refugiados en la Argentina. Sólo se aceptó el apoyo para tareas de capacitación o cursos para instruir a las familias o funcionarios a adaptar a los refugiados sirios en la Argentina. Una comitiva de la UE que estuvo la semana pasada en Buenos Aires dialogó sobre este tema en la Cancillería.

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A su vez, se está cerrando un acuerdo con la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) en materia de subsidios y en la obtención de otros apoyos necesarios para la concreción de los proyectos de integración de refugiados que se viene realizando en nuestro país. En tanto, se están generando acuerdos para la subvención de pasajes aéreos a través de la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Pero los problemas burocráticos no resultan fáciles de sortear en estos organismos internacionales.

También hubo ciertos reparos de las provincias ante el plan anunciado por Macri. Se empezó a trabajar con comunidades sirias de Santiago del Estero, La Pampa,  Mendoza, Tucumán, La Rioja, Córdoba, San Luis, Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires para realizar el seguimiento de casos y la armonización de políticas y esfuerzos comunes. Por ejemplo, en Córdoba se suscribió un convenio de cooperación con su universidad pública, facilitándose también el acceso al uso de la tarjeta SUBE para los refugiados. Pero también hubo gobernadores que frenaron todo tipo de iniciativas ante la resistencia de la ciudadanía y la falta de implementación de programas de salud y educación.

"Es entendible que en muchas provincias la gente se pregunta por qué ayudar a los sirios si la Argentina vive con un 32% de pobres", dijo un ministro de una de las provincias involucradas.

"Debemos dejar en claro que los hermanos sirios no llegan a la Argentina para quitarle trabajo o vivienda a los argentinos, ellos se valen por sus medios pues llegan muchos profesionales. Así somos conscientes que resulta medular consolidar las herramientas educativas necesarias para el mejor desenvolvimiento de los inmigrantes", expresó a Infobae Adalberto Assad, titular de la Asociación Árabe Argentina Islámica.

Cada 10 días la Mesa Siria se reúne para avanzar en el programa. Un funcionario que forma parte de esos encuentros admitió que hay pocos avances significativos en el plan anunciado por Macri. Pero también remarcó que el Gobierno no quiere dar pasos en falso para evitar caer en graves problemas de adaptación de los sirios en el país como sucedió con la experiencia de Uruguay. La estrategia del goteo sólo parece ser la acertada por el Gobierno para llevar adelante este ambicioso plan.