En medio de una fuerte polémica política y económica entre la Argentina y Brasil por el impacto regional de la carne adulterada brasilera la Secretaria de Defensa Agropecuaria de ese país expresó hoy que la crisis desatada se trata de "una situación de alcance limitado, que de ningún modo pone en riesgo la seguridad sanitaria de la cadena productiva en Brasil".
A su vez, las autoridades de Brasil aseguraron que ya se tomaron todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad sanitaria en el contexto de los hechos revelados por la investigación de la Policía Federal.
Entre las medidas adoptadas señalaron que:
1-Los frigoríficos bajo sospecha de la Polícia Federal tuvieron su licencia de exportación suspendida y se encuentran bajo auditoria del equipo técnico del Ministerio de Agricultura.
2-Los funcionarios imputados fueron suspendidos de sus funciones mientras se desarrolle la investigación policial.
3-Las autoridades brasileñas reiteran que los frigoríficos bajo sospecha son 21 de un universo de más de 4800 establecimientos en Brasil.
En otro orden, por medio de un comunicado oficial, Brasil alertó que se trata de "una situación de alcance limitado, que de ningún modo pone en riesgo la seguridad sanitaria de la cadena productiva en Brasil, el actual más grande exportador de carne de res y pollo del mundo".
La crisis de la carne desató un fuerte llamado de alerta tanto en Brasil como en la Argentina como también en la región por el impacto que esto tendrá para el comercio. De hecho, en la reunión técnica de diplomáticos del Mercosur y la Unión Europea que se realizó esta semana en Buenos Aires para alcanzar un acuerdo de libre comercio, el tema de la carne adulterada de Brasil ocupó un espacio importante en las conversaciones. Fuentes diplomáticas de la UE y de la Argentina admitieron a Infobae que el impacto que la adulteración de carne de Brasil podrá tener en la región y en el comercio entre bloques aun no ha cobrado dimensión real.