Del polo audiovisual al inmobiliario: el Gobierno vende los terrenos de la Isla Demarchi

Mauricio Macri decretó el fin del proyecto de Cristina Kirchner y la zona ahora será destinada al “desarrollo urbano”. Hay resistencia de un triunviro de la CGT y una ONG impulsará una denuncia

Fotografía satelital de la isla Demarchi.

El "Hollywood argentino" y la "torre más alta de Latinoamérica" que soñaba construir Cristina Kirchner en la porteña Isla Demarchi tuvo su final oficial. Tras cinco años del primer anuncio en 2012, Mauricio Macri decretó que el proyecto "no resulta viable" y estableció que los terrenos estatales sean vendidos al sector privado para la creación de un "Polo de Desarrollo Urbano". Nuevamente, hay resistencia garantizada: una ONG evalúa impulsar una denuncia penal contra el Gobierno; en tanto, el gremio portuario de Juan Carlos Schmid, uno de los tres dirigentes sindicales de la CGT, anunció su rechazo a la iniciativa.

La medida, publicada en el Boletín Oficial el viernes pasado, supone la comercialización de las 12 hectáreas ubicadas en el extremo sur de Puerto Madero, más allá del Dique 1, delimitada por la avenida Dellepiane, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata, la desembocadura del Riachuelo y la Dársena Sur.

El decreto 153/2017 no deja lugar a dudas de las intenciones del gobierno nacional. Se trata de un proyecto que "se realizará principalmente a través de la inversión privada" y que consiste en "la ampliación y/o mejora de la infraestructura urbana existente", además de incorporar inversiones en el área, desarrollar "la actividad inmobiliaria y la construcción de obras nuevas y/o remodelaciones en la zona", reza la norma.

La desafectación de los terrenos públicos estará comandada por "Nuevos Aires del Sur S.A,", una empresa controlada por la Agencia de Bienes del Estado que tiene la facultad de convocar a un concurso abierto de proyectos de inversión.

Más allá de las intenciones, el gobierno nacional deberá resolver un problema con el que ya se enfrentó Cristina Kirchner: la isla no está deshabitada. Allí funcionan numerosas instituciones vinculadas a la actividad marítima, como el Observatorio Naval, la compañía Tandanor, los talleres de Prefectura y la Armada, la Dirección de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, y la Escuela Naval Fluvial. Por eso la resistencia más férrea es encabezada por el dirigente cegetista Juan Carlos Schmid, titular de FeMPINRA, la federación de sindicatos que representa a los trabajadores portuarios.

"No nos podemos enterar por los diarios de este tipo de medidas, porque sino tengo que pensar que este Gobierno quiere llevar un negociado por detrás igual que la administración anterior", protestó Schmid al comparar la iniciativa con el Polo Audiovisual que quiso levantar Cristina Kirchner. Bajo esa gestión, el gremio del ahora triunviro de la CGT llegó a amenazar con tomar la isla para evitar la realización del emprendimiento y la mudanza de los trabajadores del sector.

El Observatorio de Derecho de la Ciudad, una ONG que ya había cuestionado a Cristina Kirchner por el Polo Audiovisual, anunció que presentará una denuncia penal contra el presidente Macri por avanzar en la cesión de los predios sin contar con la autorización del Congreso nacional, el único organismo "con competencia para vender y disponer de tierras nacionales".

La desarticulación del Polo Audiovisual

Anunciado con bombos y platillos en un lejano 2012, la iniciativa de Cristina Kirchner nunca pudo ser concretada porque requería de la aprobación de la Ciudad de Buenos Aires, donde gobernaba entonces Mauricio Macri.

El proyecto, que ascendía a una inversión del Estado prevista en 2.500 millones de pesos, incluía la construcción de un estadio para 15.000 personas, museos y productoras creativas, junto a una torre que mediría 335 metros de altura distribuidos en 67 pisos. Ese inmueble contaría con un hotel, departamentos y estudios de TV y museos.

La historia de la Isla Demarchi está repleta de volantazos del destino. Primero fue un banco de arena y barro; luego asiento de una guardia militar. En la década del 1870, se convirtió en lazareto y en un improvisado crematorio en medio de la fiebre amarilla. También funcionó como prisión para los inmigrantes anarquistas de principios del 1900.

Actualmente, una de las principales actividades es ser la sede de la Dirección de Vías Navegables, cuya función principal es garantizar el acceso al Puerto de Buenos Aires mediante el dragado y señalamiento del Río de la Plata, entre otras tareas marítimas y fluviales de la industria naviera.

Así era la torre que se hubiese construido en el proyecto de Polo Audiovisual.

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