La CGT avanza con la convocatoria del paro y la movilización del 7 de marzo, pero en la previa se conocieron internas y acusaciones cruzadas entre sus integrantes. Uno de los referentes del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, hizo público un comunicado este domingo en donde manifiesta "su malestar y deja en duda su futuro en la central obrera" para después del 7 de marzo.
Moyano, hijo del ex jefe de la CGT Hugo Moyano, afirmó sentirse "defraudado ante la noticia de que el triunvirato y en especial (Juan) Carlos Schmid firmaron un comunicado interno donde no avalarían las normalizaciones de distintas regionales si no están regidas por la secretaria del interior".
En el texto, además, se apunta que la secretaría del Interior de la CGT estaba "a cargo de quien supo dejar 500 trabajadores en la calle como intendente y que hoy a pesar de tener miles de bajas de puesto de trabajo en su gremio, busca hacer política, en lugar de estar en la calle", en referencia al ex jefe comunal de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez.
De acuerdo informó Camioneros, se avalan "solo las normalizaciones (de regionales) donde lo conformen gremios de extracción política kirchnerista, como si nada hubiera pasado en sus años de gobierno".
Asimismo, se indicó que "se normalizaron muchas regionales hasta la fecha avaladas por la secretaria gremial y gran parte de la comisión directiva de la CGT". Por eso, Camioneros ratificó que "estará presente el día 7 de marzo en la marcha y luego evaluará cómo proceder".
"Si la función de la secretaria gremial de la CGT ocupada por Pablo Moyano solo será acompañar normalizaciones de acuerdo al color político, lo más probable es que como lo marca la historia, este sindicato decida elegir el color y calor de los trabajadores, que es a quienes debemos representar, y no dejar a la merced de la clase política a quienes solo nos reclaman ser representados", finalizó el comunicado.
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