Julio Bárbaro: "Hay mucha mediocridad en el Gobierno"

En diálogo con InfobaeTV el dirigente peronista analizó el año de gobierno de Cambiemos. “Entramos en un centro derecha que tiene consenso político pero no tiene capacidad de repensar el destino de la Argentina”, afirmó

—Julio, pasó un año de gobierno, nuestras esperanzas bajaron, nuestras dudas crecieron, ¿cómo te sentís vos al respecto?
—Como lo describiste, desde ya. El gobierno siempre paga derecho de piso, manda dos jueces por decreto, vuelve y los manda bien, hace un incremento de precios… vuelve y lo hace bien, mandan Ganancias a extraordinarias, sin haberle preguntado a la oposición si se lo iba a votar. Esto es de una inexperiencia absoluta. Ahora, después sale Massa, arma otro proyecto, salta Macri y le dice "irresponsable", rápidamente después de acusarlo, manda a Frigerio a la casa para arreglar. Positivo. El hecho de que vas al Senado, encontrás a un Pichetto que se ha convertido en un artífice de la política, encontrás que el kirchnerismo, que el año pasado era mayoría absoluta, hoy saca diez votos. La Argentina encontró un rumbo: hay gobierno, hay oposición, jugó la CGT, jugaron los gobernadores, jugó Massa y el kirchnerismo se fue achicando. Es un panorama coherente.

—Es cierto que no quieren hacer muchas olas y tratan de acordar las cosas, pero me da la sensación de que aunque tengamos un Congreso más permeable y más conversador, el problema que hay es que los políticos argentinos no tienen idea de cómo tiene que ser el país.

—La gente como nosotros que votamos a Macri, con una mano apoyamos la democracia y con la otra queremos construir una alternativa que supere eso, porque yo no me quedo en Macri. Si voy a su equipo de gobierno, siento que hay mucha mediocridad, una dispersión del poder en un montón de Ministerios y un no poder.

—A mí me da la sensación de que estamos todavía en una etapa de la política demasiado verde. Todo el mundo está pensando en las elecciones y nadie piensa en gestionar, en nada.

—El problema de trasladar todo a lo electoral es una forma de no asumir que hoy tenemos que definir el rumbo. La elección no va a definir hacia dónde vamos. El Gobierno no da para lúcido, digamos. La gran mayoría de los que apoyamos a Macri hubiéramos esperado más de él, eso está claro, ahora, la oposición -yo apoyo a Massa- tampoco logra una solidez y una madurez. No hay una dirigencia política aparecida hoy que nos devuelva la confianza en la política.

—Uno de los problemas más serios, además de la educación y la salud que son un desastre, es el tamaño del Estado, y eso está directamente relacionado con la política. La política incrementó el tamaño del Estado para poder garantizarse espacios de poder.

—Empieza a crecer con Alfonsín y ocupan la Universidad de Buenos Aires, el kirchnerismo va a fundar universidades para expandir empleados públicos y mediocres porque cuando vos tomás a los rectores y los decanos, ninguno resiste un análisis de talento. Hemos degradado hasta la Universidad cuando la UBA era un lujo, todo lo hemos convertido en un refugio para empleados.

—La administración de Macri piensa que la Argentina tiene que ser bien gerenciada, pero primero tenés que tener una idea de clase de país que sea consensuada. Si en un consenso se diseña qué modelo de país queremos hacer, y ciertas políticas básicas, cuando vas a votar algo en el Congreso que va en esa línea, no te vas a encontrar con una negativa.

—Acá hay una cosa positiva: se disolvió la demencia del kirchnerismo que nos llevaba a una confrontación sin rumbo. La idea de que el kirchnerismo era la izquierda, era irracional absolutamente. Ahora entramos en un centro-derecha que tiene consenso político pero no tiene capacidad de repensar el destino de la Argentina. Cuando vos ves a Massa, vos lo encontrás a Pignanelli, a Lavagna, a Daniel Arroyo, a cuadros que nos sacaron de la crisis del 2001, y nos sacaron bien, y digamos le dejaron un país armado a Kirchner que después se lo quiso llevar a la casa. Este tema de Brasil demostrando las coimas en el exterior, es transparentar una situación de corrupción esencial del kirchnerismo, no casual, porque ahí en esa guita estaba el poder.

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—¿Y el tema de Milagro Sala?

—Lo de Milagro Sala llama la atención, porque aquellos que los que hace un año fueron gobierno terminan eligiendo como bandera algo tan discutible, porque en Milagro Sala hay más marginalidad que ideología, y más mancha de corrupción que solidaridad social. Vos tomaste esa marginalidad y le diste la autoridad para rehacerse a sí misma fuera del Estado.

—Pero al mismo tiempo algo nos pasa. Es cierto que la Comisión Interamericana sugiere su liberación, pero cuando en su momento la misma Comisión habló de Félix Díaz, nadie abrió la boca. La misma Cámpora que fue a defender a Milagro Sala, sacó a Féliz Díaz de la plaza a las patadas.

—Eso está muy bueno. Ahora, la Cancillería no existe.

—Además, la decisión sobre Milagro Sala, fue casi una decisión kirchnerista porque estaba Almagro, que fue puesto por Cristina en la negociación con Zaffaroni, y son estos tipos los que jugaron esta historia.

—Los derechos Humanos según Zaffaroni, habría que escribir un libro de eso, ¿no? Cómo los tipos de la Dictadura no firmaron nunca un habeas corpus, eso es Zaffaroni. ¡Qué vidas paralelas las de Verbitsky y Zaffaroni! Se juntan porque están unidos en base al oportunismo y la fe de converso.

—Cuando se va Cristina, según las estadísticas, queda un 29% de pobreza y con Macri sube a 32%. Sin embargo ese 3% que viene a ser el 10% de la totalidad de la pobreza que aportó Macri, no genera un 10% más de gente indignada, genera un 700%. ¿Por qué no pudieron administrar ese diez por ciento?

—Vos leíste que Carolina Stanley les dio una suma de dinero enorme para que no corten la calle. La lógica es que un buen manejador de la política les hubiera dado una suma de dinero cada semana sin corte. La inocencia del PRO. El gobierno de Macri es bastante generoso con la necesidad de la sociedad pero esa generosidad no la transforma en mérito político, cuando Cristina haciendo mucho menos lo convertía en una revolución socialista. Pero de fondo, entramos en una etapa en la que este capitalismo, tal cual como está formulado desde Cavallo para acá, no da más, acá no va a haber brotes verdes si no cambiamos la estructura económica.