Diego Bossio fue el que provocó el primer movimiento de ruptura con el kirchnerismo. Luego de casi 6 años como el titular del órgano administrador de los fondos previsionales en la gestión de Cristina Kirchner, dio el portazo y fundó el Frente Justicialista.
En una charla con InfobaeTV, aseguró que es necesario que el PJ vuelva a unificarse y lo piensa a Sergio Massa en ese encuentro. Fustiga la política económica de Mauricio Macri y se refiere a la polémica por el monto de dieta que perciben los diputados. Aquí, parte del diálogo:
— ¿Le alcanzan los 83 mil pesos de dieta como dijo Federico Pinedo?
— Yo creo que es una discusión que ya está saldada. El presidente de la Cámara, que es el que tiene que tomar la decisión, retrocedió. Me parece que con buen criterio. Me parece que tiene que ser una discusión mucho más madura, mucho más madura de cuánto tiene que ser el sueldo del presidente, de los ministros, de los diputados, del Poder Judicial. Me parece que es una discusión que se debe la democracia argentina en el marco de las dificultades económicas que vivimos los argentinos que son muchísimos. Yo creo que en la Argentina está todo desvirtuado. Digo que está todo desvirtuado en el punto que si vos me preguntas a mí si un docente tiene que ganar más, sí, tiene que ganar muchísimo más. Y quizás también hay que exigirle más. Y quizás tiene que tener más nivel de presentismo. Y lo mismo pasa con un policía, cuando uno mira cuánto gana un policía de una provincia, la provincia de Buenos Aires, uno dice sí, tiene que ganar muchísimo más. Entonces me parece que hay que dar un debate muy de fondo y también en el marco de los funcionarios públicos, qué pueden hacer, qué no pueden hacer. Yo creo que en momentos como el que hoy está viviendo la Argentina es una discusión que no se puede dar, y quiero decir la verdad, hoy la Argentina vive una situación de crisis económica muy fuerte
— Cierro este tema con lo que decía el fin de semana Elisa Carrió, dijo "Yo tengo que ganar más que un maestro porque me he formado y tengo más especialización".
— Yo no sé, me parece que es una frase demasiado… Debe haber muy buenos maestros que tienen que ganar mucho porque tienen que, de alguna manera formar, generar patria, hacer patria, los médicos, los maestros, los docentes universitarios, los policías. Yo no sé si ese es un acto de justicia. Yo lo que creo es que hay que discutir seriamente cuánto tiene que ganar un funcionario público en todos los ámbitos, judicial, Poder Judicial, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo. Que tiene que ser una discusión amplia de cara a la sociedad, con participación, y en el marco de las posibilidades que tiene la sociedad, que tiene 1/3 de los argentinos bajo la pobreza, que hay injusticias, que no se llega a cumplir con los elementos. Yo creo que es una discusión muy compleja Luis y que me parece que es una discusión que tiene que darse en la democracia. Como el lobby por ejemplo, reglamentar el lobby para que sepan quién hace lobby por una ley, por un decreto, por una obra. El financiamiento de los partidos políticos, que quedó de lado la discusión electoral. Esos son temas de fondo que la democracia tiene que discutir y otros temas que quizás perdemos horas y no son tan esenciales y centrales para el funcionamiento de la democracia.
— Estamos a días del primer año de gestión del gobierno de Mauricio Macri ¿Valoración general de la gestión?
— Yo creo que el balance no es positivo. Yo creo que el gobierno que ganó las elecciones ganó con una expectativa y la verdad que lo que ha pasado es que si había inflación la inflación se agravó. No había devaluación y hubo una devaluación; quizás era necesaria para unificar el tipo de cambio, no hubo control de precios o no hubo política de precios y eso genera un problema. Yo hace unos meses atrás dije que el gobierno de Macri no metió ningún gol, quizás metió algunos goles pero también le metieron algunos goles en contra. Yo creo que el balance es negativo y el partido lo viene perdiendo. Ha caído el salario real, ha aumentado la pobreza, hay dificultades en los sectores industriales. Esperemos que el año que viene ésta situación remonte, hay números en el presupuesto de los cuales nosotros confiamos y somos moderadamente optimistas. De todos modos yo creo que es necesario que el gobierno escuche y escuche a todos los sectores de la sociedad, que escuche a los trabajadores, que escuche a las pequeñas empresas, que escuche a los grandes empresarios, que escuche a los diferentes sectores políticos porque evidentemente estamos en una situación complicada que no solo es en la Argentina, es en el mundo, es complejo.
— Hoy me sorprendió Roberto Lavagna, que ha sido generalmente muy mesurado, diciendo: "Me he tomado el tiempo de dejar pasar un año y hoy digo la política económica de este gobierno es una mezcla del liberalismo de los 70 de los militares y el cavallismo de los 90".
— Sí, hoy lo discutía también con Marcos (lavagna), volvíamos de una jornada juntos en un centro comunitario en Parque Patricios y discutíamos lo que había dicho Roberto. Yo creo que un año para hacer un balance es poco tiempo pero también es un tiempo suficiente para decir bueno, a ver, qué pasó, qué medidas se tomaron y si evidentemente hay que corregir. Me parece que lo que explica Roberto Lavagna, el ex ministro de Economía, es claro: es aumento de la tasa de interés desmesurado, tipo de cambio planchado para contener la inflación pero que no le sirve a nadie, caída del salario real, situación económica crítica para todos los sectores. Yo creo que es un llamado de atención y me parece que lo que está diciendo Lavagna, lo que estamos diciendo nosotros desde el bloque Justicialista, lo que están diciendo muchos gobernadores, tiene que ser como una advertencia para el gobierno para sentar a todos en la mesa y ver de qué manera se pueden escuchar propuestas distintas. Porque el camino éste no es el camino que nosotros entendemos como el más apropiado.
— ¿Siente que el gobierno toma nota de esto?
— Creo que hay un efecto limbo, en algún momento lo hablamos, y el efecto limbo, que creo que le pasa a todos los presidentes, es no escuchar. Yo creo que es importante escuchar, y mucho. Y sobre todo en los momentos que se viven en la Argentina. Y me da la sensación de que cuando uno toma el gobierno, en este caso el presidente Macri, acota y escucha cada vez menos. Yo creo que es importante escuchar, no ser soberbios, efectivamente advertir lo que está pasando en los distintos sectores de la sociedad.
— ¿A dónde va el peronismo? ¿Qué imagina en el 2017 para el peronismo?
— Tenemos que trabajar mucho. Fue una cachetada muy fuerte haber perdido la provincia de Buenos Aires y también el Estado nacional. Muchos compañeros, entre los que me incluyo, no teníamos prevista esta derrota. Y producto de esta derrota evidentemente se van a ir acomodando las piezas. Yo estoy convencido, como decía Pichetto, como lo leí a Juan Manuel Urtubey, como lo leí en muchas oportunidades a Sergio Massa, a Randazzo, que tiene que haber un proceso de reconstrucción, de renovación, que hay que enamorar nuevamente a los argentinos, el peronismo con ideas nuevas, con procesos nuevos, con metodologías nuevas. Que evidentemente hay que tener en claro qué está pasando en el mundo, en el mundo no hay trabajo, en el mundo hay situaciones muy complejas con respecto al tema migratorio. En el mundo hay un aumento notable de la robotización, hoy el 5% de la producción mundial se hace con robots, en 5 años va a ser el 10, en 20, 25 años va a ser el 30, todo eso expulsa mano de obra. Con lo cual hay que ver de qué manera nos organizamos para qué, para que la familia tenga trabajo, pueda mandar a sus pibes a la escuela, pueda mandarlos a la universidad, se pueda comprar una casa, pueda tener condiciones de vida. Y todo eso significa no solo pensar el mundo sino también pensar las circunstancias de la Argentina, y el peronismo tiene que tener un programa en ese sentido, equipos técnicos, profesionales, economistas, sociólogos, abogados, juristas, los mejores. Y en eso estamos. Es una tarea que no es fácil, no es sencilla, hay gobernadores jóvenes, hay legisladores nacionales, intendentes, que tienen buenas experiencias y que quieren lo mejor para la Argentina. Y eso es un camino muy largo.
— Segio Massa está afuera…
— Massa partidariamente está afuera, lo que nosotros decimos es que no ha dejado de ser peronista. Nos encantaría que vuelva y nos encantaría que se sume en nuestra capacidad con un grupo de jóvenes y no tan jóvenes ¿No? No es solo una cuestión de juventud. Que podamos armar algo que sea realmente Justicialista y que realmente tenga esos criterios.
— ¿Y lo que quedó del kirchnerismo?
— Yo creo que es parte, evidentemente se van a poner a consideración de la sociedad y es perfecto. Nosotros tenemos otro programa básicamente y pensamos en el futuro.
— ¿Cristina va a ser candidata?
— No sé.
— ¿Le importa?
— No.
— No, directamente.
— No.
— ¿Le parece que todavía puede intentar entrar dentro de este abanico que vos decías Randazzo, Massa, ustedes, Urtubey? ¿Ahí hay lugar para ella?
— Yo creo que no, por lo que hablo con los compañeros no. Por lo que hablo con Sergio Massa, que hablo bastante seguido, por lo que hablo con Juan Manuel Urtubey, que también tenemos trato permanente, con los gobernadores, naturalmente hay respeto por una compañera que fue presidenta, hay autocrítica, hay miradas distintas de cómo se pudieron haber hecho algunas cosas. Pero la verdad es que no los veo a ellos, los gobernadores jóvenes, poniendo como prioridad a Cristina.
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