"Hagamos silencio para sobreponernos al grotesco"

Si alguien puede declararse peronista histórico, sin dudas es Jorge Rulli. A los 15 años se sumó a la Resistencia post 1955. Expulsado de Radio Nacional en 2009 por no ser kirchnerista, expresa su bronca ante “los monstruos lavando sus patas en la fuente”

D’Elía, Mariotto, Esteche y Boudou, remedando una escena fundante, causaron enojo

La fotografía del ex vicepresidente Amado Boudou -poco antes de ser expulsado del palco por los organizadores del acto de las CTA y movimientos sociales- junto a Luis D'Elía, Fernando Esteche y Gabriel Mariotto, dirigentes del partido MILES, remedando la clásica escena del 17 de octubre de 1945, fecha que pasó a la historia como la del nacimiento del peronismo, enojó a muchos.

Pero parece que a nadie tanto como a Jorge Rulli, un ícono de la militancia de ese movimiento, testigo de casi todas sus jornadas de lucha desde que muy joven, adolescente aún, se sumó a las filas de la resistencia tras el derrocamiento y exilio de Juan Domingo Perón en 1955.

Jorge Rulli

Rulli, hoy volcado al activismo en defensa del medio ambiente -lidera el Grupo de Reflexión Rural-, difundió un texto por correo electrónico con el título i"En la hora triste de la profanación y del grotesco"./i Breve y rotundo, no sólo por el contenido sino por el emisor.

LEER MÁS:

Las dos CTA convocaron a un paro general junto a Boudou, D'Elía y Esteche

Persecución, cárcel, tortura, exilio y duelo: Jorge Rulli es cualquier cosa menos un advenedizo, a diferencia de algunos de los que hoy meten las patas en la fuente. Ni hablar de las pasiones que lo animan, muy alejadas de lo materialmente acumulable y cuantificable, y que le inspiraron este texto que vale la pena reproducir completo:

"Lo que expresa la foto de los diarios en el día de hoy (por el viernes 4), los monstruos lavando sus patas en la fuente…sería quizá el epílogo absolutamente ridículo e irremediablemente trágico de una epopeya y de una épica que, de un modo u otro condicionó con su odisea toda la segunda mitad del siglo XX de la Argentina y que, en su momento, expresó el grado más alto de conciencia y de energías compartidas del Pueblo argentino….

Personajes estrafalarios y simiescos, que repiten gestos sin comprender siquiera la blasfemia de sus actos (Rulli)

En esta noche triste en que no solamente velamos a miles de compañeros martirizados sino también a muchas de nuestras ilusiones, hagamos silencio para sobreponernos al grotesco y a lo esperpéntico de estos personajes estrafalarios y simiescos, porque repiten gestos sin comprender siquiera la blasfemia de sus actos; hagamos por favor silencio para escuchar también nuestro llanto interior, tengamos oídos para medir nuestra desolación y nuestro desamparo existencial frente a lo indecible.

Pensemos que probablemente lo que produjimos en aquellos años en la Plaza de Mayo, lo que hicieran nuestros padres rebelándose como argentinos y criollos, montándose en el techo de los tranvías y cruzando como podían el lodoso Riachuelo, lo que justificó la muerte joven de (Darwin) Passaponti frente a (el diario) Crítica en la Avenida de Mayo; todo ello debe haber sido algo demasiado importante y hermoso, algo realmente tan pero tan extraordinario y trascendente para su época, como para que merezca y sea capaz de generar al modo de un horripilante y desmesurado Anticristo y tal como se imaginaba el aserto en los primeros siglos cristianos, semejante engendro… Un engendro tan horrible, tan inhumano y cruel…."

Toda esa gente que dejó el campo está en los conurbanos sometida a punteros como D’Elía y a los planes de Alicia Kirchner (Rulli)

En enero de 2016, Rulli decía en una entrevista, en referencia a la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez: "No los podían encontrar, y entre otras cosas era porque en una provincia como Santa Fe, que es de las más ricas de la Argentina, el campo está vacío, las casas están vacías, (…) nadie los veía, porque no hay más vecinos, esto es lo que han hecho de la agricultura y del campo en la Argentina, y toda esa gente está en los conurbanos sometida a los punteros como (Luis) D'Elia, asistida por los planes de Alicia Kirchner o de quien la reemplace".

Rulli era y es un crítico de lo que llama "modelo extractivista". Una afrenta que el kirchnerismo no soportó y por lo cual lo echó de radio Nacional donde conducía un programa semanal desde hacía varios años.

Fue a comienzos de 2009 y, como escribió alguien en un blog, "(Rulli) era parte de la mítica Juventud Peronista de la Resistencia (…), mucho antes que los Sectores Medios fueran despertados y esclarecidos por la Noche de los Bastones Largos".

Aunque críticos de su postura antisojera, antitransgénicos y hasta anti-modernización, muchos compartieron la sana indignación ante el sectarismo y la ingratitud -dos señas de identidad de las organizaciones setentistas que con los Kirchner creían revivir su primavera del '73-.

Hasta Artemio López preguntó en su blog: "¿Por qué echaron al compañero Jorge Rulli de Radio Nacional? Cuánto progre suelto tomando decisiones, ¿no?".

Cuando lo echaron, el mismo Rulli escribió en su blog una entrada que dejaba al desnudo la hipocresía progre-kirchnerista: "Pasé cinco años en las cárceles de la dictadura y cada día fue una pesadilla interminable (…). Pero sobreviví. Me recuperé, y a los 70 años estoy peleando una pelea que entiendo merece respeto. Necesito saber quién me está echando de la Radio Nacional".

Nadie desde el oficialismo se dignó responder.

Y, si fueron capaces de cometer el sacrilegio de censurar a un mito viviente del peronismo como Jorge Rulli, ¿por qué no se van a atrever a "las patas en la fuente"?