En las Honorables Cámaras de Senadores y Diputados de la Nación funciona una agencia de viajes con las mejores promos del mercado. Todos los meses regala a cada senador y diputado 20 tramos aéreos (10 pasajes de ida y vuelta) a cualquier rincón del país y otros 20 pasajes de micro de larga distancia. El sistema arrancó tímidamente con el retorno de la democracia en 1983, con una lógica indiscutible: muchos de los senadores y diputados representan al interior del país y cada semana tienen que viajar a Buenos Aires junto a sus asesores para participar de las reuniones de comisión y las sesiones legislativas.
La cantidad de pasajes fija por mes podía parecer un poco excesiva, pero eso no era nada en comparación con los premios que empezaría a repartir Congreso Tours, sólo por pertenecer a la familia legislativa.
¿Usted es un legislador que no regresa todas las semanas a su provincia o prefiere moverse en su auto? No se preocupe. En Congreso Tours no nos ahorramos nada: le ofrecemos la posibilidad de canjear los pasajes no usados por dinero en efectivo. Pero hay más particularidades de la generosa agencia de viajes del Congreso:
–Los pasajes se entregan también a los legisladores porteños y de la provincia de Buenos Aires, muchos de los cuales pertenecen al Gran Buenos Aires. En estos casos, el argumento oficial que brindan en las cámaras es que los senadores y diputados necesitan viajar al interior para informarse de los temas sobre los que deben legislar o para participar de diversos encuentros políticos.
-Los pasajes se entregan todos los meses del año por igual, haya o no sesiones en el Congreso.
–Los pasajes no están nominados (son al portador) y no caducan cada mes, sino que pueden usarse en cualquier momento del año calendario.
Así, a lo largo de los años, los legisladores fueron utilizando los pasajes oficiales para quedar bien con familiares, amigos, punteros o militantes de su espacio político. Eran famosos los cumpleaños en la finca de un diputado mendocino a los que viajaban cada año una treintena de invitados desde Buenos Aires con cupones aéreos de la cámara.
Pero la agencia de viajes del Congreso se puso aún más generosa. En 2006, mediante el decreto administrativo 101, el entonces presidente del Senado, Daniel Scioli, "a pedido de los jefes de bloques Miguel Pichetto, Ernesto Sánz y Ricardo Gómez Diez", suprimió el límite de ochos pasajes aéreos canjeables por efectivo que regía hasta entonces. A partir del 1° de marzo de ese año, todos los pasajes de avión pueden ser canjeados por efectivo.
En 2012, Amado Boudou firmó el decreto 402 que pasó en limpio una serie de parches reglamentarios y terminó por consolidar una lista mucho más amplia de receptores de pasajes:
-Además de los legisladores, reciben igual cantidad de tramos los secretarios y prosecretarios de la Cámara y de los bloques parlamentarios.
-La Presidencia y la Presidencia provisional reciben un extra de 20 tramos aéreos y 20 terrestres adicionales.
-La vicepresidencia, la vicepresidencia 1° y la 2°, 10 aéreos y 10 terrestres adicionales.
-Cada bloque, 6 aéreos y 3 terrestres por cada integrante de su bloque y un último adicional (¿la propina?) de 3 tramos aéreos y 5 terrestres.
Todas estas resoluciones se fueron tomando en paralelo en ambas cámaras. Lo que firman las autoridades de una, a los pocos días se homologa en la otra.
Así, de la idea original de facilitarles los traslados laborales a los legisladores del interior queda poco y nada. Hoy, el festival de pasajes de Congreso Tours –que podrían llenar cada mes 40 Boeing 737 y 153 micros de larga distancia- alimenta con algún dinerillo extra a algunos empleados que manejan un circuito de reventa para los cupones que logran capturar y otorga un suculento adicional no remunerativo a los legisladores que canjean parte o todos sus cupones. ¿Por cuánto dinero? Hasta hace unos meses, eran $550 por pasaje aéreo. El 28 de septiembre pasado, Gabriela Michetti firmó el decreto adminstrativo 488 que fijó el valor del canje de cada cupón aéreo al equivalente de la tarifa "N" de Aerolíneas Argentinas para el tramo Buenos Aires-Bahía Blanca. Al día se hoy, ese viaje cotiza en $ 1.411. Es decir, multiplicó casi por tres el valor de canje de cada pasaje.
El funcionamiento de esta auténtica agencia de la felicidad para los legisladores permanece en la oscuridad para los ciudadanos. Fuentes del Senado aseguraron a Infobae que, el mes pasado, el 63% de los pasajes fueron cambiados por efectivo. En la Cámara de Diputados prometieron brindar la información para esta nota, pero no respondieron más los llamados.
Así, el legislador que canjea todos sus pasajes aéreos se hace de un adicional mensual de $28.220. A los que puede sumar otros $ 5.000 por los pasajes terrestres (cuyo canje máximo está limitado a 10). Un total de $33.200, obsequio de la casa.
Pero eso no es todo, porque los legisladores pueden solicitar cupones adicionales a las autoridades de la Cámara para ocasiones especiales. Fuentes de la Cámara alta contaron que un senador salteño suele conseguir una buena cantidad de cupones extra para la entrega de premios que organiza cada año en el Salón de los Pasos Perdidos. Mientras que un ex senador patagónico que pasó a desempeñar tareas en el Ejecutivo habría consiguido que Congreso Tours le siga haciendo llegar durante este año 16 pasajes mensuales. Todo un detalle.
Espantados por la reacción social frente al "dietazo" que llevó el salario base de los legisladores a unos $80 mil, Emilio Monzó dio marcha atrás con el aumento del 100 por ciento de los "gastos de representación" (de 10 a 20 mil pesos) que perciben los diputados como adicional y Michetti prometió seguir sus pasos en el Senado. También dijeron que analizarán los "costos reales" de los pasajes aéreos. El diputado de Néstor Pitrola (Partido Obrero) presentó un proyecto para que se prohiba su canje por dinero. No prosperó.