Ana y Eduardo son dos personas cálidas, amorosas, amables. Sonríen cuando saludan. Sin embargo, a poco de conversar con ellos, el dolor por la pérdida de su hijo, aflora con el pedido de justicia. No tienen ánimo de venganza. "Sólo queremos justicia. Queremos que el juez evite que otros pasen por lo que pasamos nosotros", dice en diálogo con Infobae TV.
Pablo Tonello tenía 27 años cuando en julio del año pasado circulaba por Avenida del Libertador y Federico Lacroze y un ladrón quiso robarlo. Estaba recién casado. Lo mataron por una mochila y una bicicleta.
Ayer, este matrimonio ejemplar, participó de la convocatoria "Para que no te pase". "Los jueces viven en otro mundo. Creen que hacen el bien pero su ideología los hace vivir alejados de la realidad", asegura Eduardo. Ana pide por todos nosotros: "Nos concentramos para que no se repita lo de Pablo con tantos. Queremos prevenir", expresa.
¿Fue poca la gente que se convocó ayer frente al Congreso? ¿Cambió algo desde la muerte de Pablo? Estas y algunas otras respuestas en este diálogo con ellos.
— ¿Sensación de ayer, Nora, con lo que pasó?
— Emocionante, fue emocionante porque uno ve las caras de los padres, ves el momento. Y ver a tu hijo en una pancarta o en un banner es shockeante para unos papás porque vos nunca vas a pensar en estar en ese lugar o estar en ese momento ahí. Vos criaste a tus hijos para que ellos se casen o tengan su futuro, prósperos, y de repente tener que verlo en una pantalla o en un banner pidiendo justicia es dolorosísimo. Yo lo viví como algo muy emocionante.
— Ayer todos los familiares se unieron en el pedido de algunos cambios, de todos los gobiernos, no solo de este sino que el Estado entienda que las víctimas están desamparadas.
— (Eduardo) Sí, yo creo que los que estuvimos ayer logramos tener un punto por lo menos o más de uno, que eso ya es mucho más valioso, de acuerdo. Y entre los principales es que todos, la mayoría o casi todos los que estamos ahí, la lucha es individual, en soledad, y entonces de esta forma ayer es como que para mí fue muy fuerte porque uno se encontraba en medio del dolor y escuchaba llantos y bueno, el video para mí fue muy duro porque uno, qué sé yo, como decía Nora, los vivió, era en el jardín o los cumpleaños de 15, y son todos videos que uno llora de alegría.
— Desde que pasó lo que pasó con el hijo de ustedes Nora ¿Cambió algo?
— (Ana) No, no, no, ningún cambio. Burlas, burlas de los jueces.
— (Eduardo) Yo creo que esto está bueno porque están todos dirigidos a que se le dé más trato al padre de víctima o a la víctima ¿No es cierto? A la esposa o… No tienen abogados, no tenemos abogados, miles de cosas a favor del asesino y nada a favor de las víctimas realmente. No tenemos tampoco subvención económica para nada.
— Qué crees, Eduardo, que piensa un juez que falla de la manera que falla liberando anticipadamente a un delincuente, no teniendo en cuenta que cometió delitos que puede volver a cometer ¿Qué pasa por la cabeza de un juez así?
— (Eduardo) Tuve la experiencia de presenciar, acompañar a un familiar y presenciar un juicio oral y público como para prepararme para lo que nos toca a nosotros la semana que viene. Y la verdad que creo que los jueces creen que están haciendo bien, porque es una cuestión ideológica. Y creo que no solo los jueces, creo que los 3 poderes del Estado están alejados de la realidad; es decir, no saben cómo vive un argentino medio que espera un colectivo a las 10 de la noche porque salió de trabajar y está solo en una parada. Entonces a la hora de aplicar justicia la aplica desde un, me parece que desde una visión muy teórica, con esa que nosotros hemos aprendido de abolicionismo, garantismo, y todos esos términos que están dentro de los operadores que administran justicia pero que para nosotros y para la gente común que está afuera no significa nada. Y no puede ser que… Digamos, acá hay un victimario y una víctima, en cierta ideología los 2 son víctimas ¿No? Pablo fue víctima de un acto de violencia y el otro es víctima de una acción colectiva de una sociedad. Ahora, todo el proceso judicial se enfoca al victimario porque Pablo no está más. Es decir, para nosotros, inclusive lo que hicimos ayer es para los demás, es un acto de amor, porque nuestra familia ya se destruyó, la pérdida de una vida es irreparable. Y yo creo que los jueces están alejados de la realidad. Yo creo que hay un gran acto de insensibilidad. Creen que hacen bien, que administran justicia, a su manera. Nosotros aprendimos que las leyes son lo que interpretan los jueces, porque en definitiva el juez puede interpretar la ley y dejar una sentencia firme o puede interpretarla y acortarla a la mitad o menos de la mitad.
LA ENTREVISTA COMPLETA