Un informe del programa La Cornisa, conducido por Luis Majul, denunció que los máximos responsables de la Superintendencia de Coordinación Administrativa de la Policía de la Provincia de Buenos Aires habrían recaudado más de cuatro millones y medio de pesos por fin de semana de manera ilegal, algo así como $40 millones desde febrero hasta octubre de este año.
Lo habrían hecho enviando la mitad de los efectivos policiales prometidos a los operativos de seguridad de los partidos de fútbol que se jugaron en la provincia de Buenos Aires, pero cobrando como si hubieran asistido todos.
Según la metodología explicada, la Superintendencia definía el nivel de riesgo de cada partido y así determinaba el número de efectivos. Sin embargo, luego enviaba la mitad o el 40% de lo prometido a los clubes. Los dirigentes pagaban la cifra original en la comisaría más cercana al estadio.
Al mezclarse en la cola de los policías que debían cobrar y contar a quienes efectivamente les pagaron, Asuntos Internos descubrió que los jefes policiales se quedaban con la diferencia de dinero entre el desembolso a cada policía que se presentaba a cobrar y el número real.
"Desde el 14 de febrero hasta el 13 de octubre de este año los efectivos que concurrieron para el total de los partidos de las divisiones de fútbol de la A a la D fueron 69.040. Sin embargo, en muchos casos figuraban el doble", confirmó Juan Manuel Lugones, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APREVIDE).
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Uno de los casos emblemáticos es el del partido de Racing y Argentinos Juniors del 16 de abril pasado al que deberían haber concurrido 649 policías y fueron 306. El encuentro estaba calificado de "mediano riesgo" y por lo tanto estuvo "inflada" la cantidad de policías solicitados.
"Fue muy riesgoso ya que, frente a un disturbio, el faltante podría haber resultado mortal", agregó Lugones, quien dijo haber sufrido una amenaza de muerte por parte de la barra brava de Morón en un partido donde detectaron que había muchos menos policías de los que debían estar.
Una fuente de Asuntos Internos detalló la maniobra en tres pasos, de acuerdo con lo que se reveló en el informe periodístico:
1. Los clubes de fútbol acuerdan con la policía el nivel de peligrosidad del partido y deciden asignar una cantidad de efectivos.
2. La policía recibe un depósito bancario por el pago de los agentes.
3. La policía envía menos de los agentes acordados y se queda con la diferencia. Luego, los comisarios "reparten hacia arriba".
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A esta operatoria la denominan "corrupción blanca" porque el dinero no se obtiene del juego clandestino, la prostitución, la protección o el narcotráfico. Son decenas de millones de pesos que salen de los fondos que el Estado distribuye.
En el caso del partido de Racing y Argentinos Juniors, Asuntos Internos hizo que la policía le devolviera a Racing la suma de 182.000 pesos (por el incumplimiento). Esto fue documentado en un escrito firmado por Víctor Blanco, presidente del club, en el que le informa a la APREVIDE que ya fue depositado el sobrante del operativo policial.
Otros ejemplos
Al mes siguiente, a Independiente le pasó lo mismo que a Racing. El 14 de mayo enfrentó a Arsenal y en ese partido debieron presentarse 656 efectivos. Solo se presentaron 401. La Policía tuvo que devolverle a los dirigentes de Independiente 188.700 pesos.
En esa misma fecha, Banfield recibió en su cancha a Vélez. El operativo preveía 360 policías. Sólo se hicieron presentes 207.
A los dirigentes de Racing les volvió a pasar el 21 de mayo cuando el equipo de Avellaneda enfrentó en su cancha a Temperley. El operativo estaba calculado para 630 policías y fueron solo 352.
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