El tiempo de las definiciones empieza a acercarse en el caso Ciccone. El juez Ariel Lijo dio uno de los últimos pasos antes del envío de la causa a juicio oral y giró el expediente al fiscal Jorge Di Lello.
El funcionario del Ministerio Público debe ahora decidir si mantiene la acusación contra los seis hombres procesados en el caso: el ex vicepresidente Amado Boudou; su presunto testaferro, Alejandro Vandenbroele; su socio y amigo José María Núñez Carmona; su jefe de Gabinete en el ministerio de Economía, Guido Forcieri; el ex jefe de Gabinete de la AFIP Rafael Resnick Brenner y el ex dueño de la imprenta de valores, Nicolás Ciccone.
El 27 de junio de 2014, Amado Boudou se convirtió en el primer vicepresidente argentino en ser procesado en ejercicio del poder. El entonces segundo en la línea de sucesión presidencial fue imputado por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública.
La sospecha es que cuando se desempeñaba como ministro de Economía, Boudou realizó gestiones para que el misterioso fondo The Old Fund se quedase con la ex imprenta Ciccone (luego llamada Compañía de Valores Sudamericana) porque en realidad él era el verdadero dueño detrás de la sociedad presidida por Vandenbroele.
Los seis procesamientos firmados por el juez Lijo en 2014 fueron luego confirmados por la Cámara Federal y por la Cámara Federal de Casación Penal.
Los procesamientos firmados por Lijo en 2014 fueron luego confirmados por la Cámara Federal y por la Cámara Federal de Casación Penal. En el camino quedó la acusación contra Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone, quien fue sobreseído por la Cámara Federal.
Más allá de que los seis principales acusados sean enviados a juicio oral o no, otro tramo de la investigación seguirá en marcha para determinar qué tipo de responsabilidad tuvieron en el caso el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, la ex titular de la Casa de la Moneda Katya Daura y el vicepresidente de The Old Fund, Máximo Lanusse, entre otros.