"Es un tren descarrilado que hay que encarrilar". La metáfora con un tono de confianza se escuchó desde el entorno de la nueva dirigencia, que en el tercer piso de la AFA protagonizó una foto histórica que marca un quiebre en la vida del fútbol argentino. Tras 35 años de Julio Humberto Grondona en el cargo, la FIFA debió intervenir la casa madre local e impuso una Comisión Directiva que estará durante un año.
"Comité de regularización", se encargó de achacar el rótulo el jefe de prensa Cherquis Bialo durante la presentación que se estiró por un poco más de media hora y tuvo la presencia de la mayoría de los medios del país, entre los que se encontraba Infobae. La insistencia se debió a que el término "comisión normalizadora" se había naturalizado para describir al comité.
Los nuevos dirigentes advirtieron que Armando Pérez era el encargado de responder las preguntas, para intentar comenzar un camino más común de la vida de AFA, alejado de los disparates que supieron dominar la escena en la era post Grondona.
Sin embargo, el único sobresalto llegó cuando uno de los periodistas se salió del libreto e interpeló a Carolina Cristinziano, flamante secretaria, por su teórica relación con la barra de Rosario Central. El resoplido de los presentes retumbó por inercia y la asesora legal de la Conmebol se lo tomó con calma.
"¡Eso era lo más importante que tenían para preguntarme!", respondió con una sonrisa entre la interrogación a la prensa y la suficiencia tras negar sus vínculos de raíz.
Ya lejos del micrófono, pero ante la atenta mirada de varios periodistas que esperaron que se vaya hasta el último auxiliar de la AFA, la rubia fue la más buscada por este caso y, tras bromear sobre el tema, le explicó a Cherquis en un diálogo: "Es una nota que desvirtuaron". Igualmente, mantuvo la postura que sólo hablará oficialmente con los medios el presidente Pérez.
Desde el entorno de la nueva directiva se encargaron de confirmar que auditarán a la gestión anterior, algo que evitaron hablar ante los medios, y remarcaron que este cambio viene a terminar una era sombría sin control. "Es como encarrilar un tren que salió de la vía", insistieron con simpleza sobre el grave estado de AFA.
La firmeza de FIFA con el caso argentino se relaciona con el problema a nivel global que sufrió el ente y no quieren que se replique. "El fútbol, al fin y al cabo, es un negocio y no pueden dejar que se les vaya de las manos", se escuchó al pasar.
Primo Corvaro, representante de la FIFA, y Alejandro Maron, la cara de la Conmebol, se marcharon minutos después de culminar el acto caminando por la oscuridad de la calle Viamonte como si fuesen dos ignotos. Pablo Toviggino –Tesorero– y Javier Medín –Vicepresidente– siguieron sus silenciosos paso.
El revuelo lo generó Pérez en la puerta del edificio realizando una mini conferencia en la que reafirmó que llamará a Messi. Aprovechando que el máximo dirigente se robaba los flashes, la única mujer de la Comisión Directiva se retiró por sus espaldas y aprovechó para esquivar a la prensa, evitando ser abordada nuevamente por el tema de la barra que la persiguió en toda la noche.