"Nuestras zapatillas son basura y estamos orgullosos", es el slogan de Xinca, la marca mendocina de calzado fabricado a partir de neumáticos reciclados. Su conciencia ecológica y su programa que da trabajo a personas excluidas del mercado laboral, les valieron el premio "Chivas, The Venture", 2016 (Argentina y Uruguay) y elogios del presidente Mauricio Macri.
Infobae conversó con Alejandro Malgor quien -junto a otros dos amigos mendocinos: Ezequiel Gatti y Nazareno El Home- fundó Xinca, que además de calzado, fabrica mochilas, billeteras, remeras y alpargatas de calidad.
Otro de los aportes sociales del emprendimiento es su alianza con ONGs, organizaciones sociales y su proyecto de colaborar con la reinserción, tanto laboral como social, de 32 internos del penal de San Felipe en Mendoza.
Xinca se fundó a comienzos de 2014 y tiene un plan de expansión que incluye Uruguay, Chile y otros países
-¿Cómo nació la idea de generar un producto a partir la basura y crear una empresa con compromiso social?
A Xinca la creamos entre tres amigo. Yo estudié imagen empresaria, otro de mis socios administración de empresas y el tercero es licenciado en marketing. Lo que nos propusimos fue armar una empresa que genere rentabilidad, pero que además busque dar solución al problema de la basura que generan los neumáticos, que representan una gran amenaza para el ambiente. Entonces pensamos en fabricar zapatillas, que es algo que usa toda la gente. Nos entusiasma pensar que, cuantas más fabriquemos, más vamos a reciclar. También queremos impulsar la inserción social y dar trabajo a mucha gente que no tiene otras oportunidades y que está excluida del mercado laboral. Para lograrlo es que nos contactamos con diferentes organizaciones. Actualmente estamos con un proyecto muy ambicioso en el penal de Mendoza para dar trabajo a los presos.
-¿Cómo fueron las primeras etapas del desarrollo?¿Qué desafíos atravesaron hasta lograr concretar la idea?
De la loca idea que tuvimos al comienzo hasta la realidad, pasó mucho tiempo. Tuvimos que trabajar duro en todo lo que es investigación y desarrollo. También era importante conocer bien a fondo el material con el que íbamos a trabajar. Quería desmitificar ese paradigma de que la basura es algo malo o algo que está mal, que no debe usarse, sino sólo desecharse. Por el contrario, queríamos demostrar que se puede hacer un producto de calidad con la basura. Pasaron varios meses hasta que logramos llegar a tener un producto. Ahora, después de tres años de trabajo, lo seguimos mejorando y siempre estamos mirando y estudiando la posibilidad de incorporar otros residuos también.
En Argentina se desechan más de 120 mil toneladas de neumáticos por año, lo que representa una amenaza al mediocambiente
-¿Cómo adquieren el material antes de reciclarlo?
El residuo neumático es algo de lo que todas las gomerías se quieren deshacer. Vas a pedirlo y te lo dan porque es un problema grande. Cualquier gomería, una de barrio, puede generar entre 50 a 100 unidades a descartar por semana. Nosotros las llevamos a nuestra planta recicladora y sacamos de allí una especie de aserrín, que es nuestro proceso de base. Ahora conocemos que también en la fabricación del neumático se genera mucha basura, por eso buscamos cortarla directamente sobre la llanta. En la suela de la zapatilla podes ver el dibujo de la goma.
-¿Cómo fue para ustedes ganar este premio? ¿Qué expectativas tienen en cuanto a cómo los puede impulsar?
Lo bueno de este premio es que te permite que más gente conozca lo que hacés. Porque nosotros, además de hacer zapatillas, queremos demostrar que hay otra forma de emprender, otra forma de hacer negocios. Creemos que es bueno hacer plata, pero también hay que ver la manera de poder ayudar a los demás y cuidar el medioambiente. El premio de Chivas nos va a permitir ir en marzo a la Universidad de Oxford. Allí nos van a entrenar, durante una semana y a darnos herramientas para aprender a seguir por este camino. Luego, en el mes de junio, está la final global en los Estados Unidos en donde van a participar 42 emprendedores de todo el mundo. Ahí van a elegir a los cinco mejores proyectos y se van a repartir un millón de dólares entre ellos.
-¿Están con muchas expectativas para esa instancia?
Sí, claro. Pero no me pondré mal si no ganamos porque veo muchos chicos que están en la misma que yo. Obviamente que uno siempre quiere ganar, pero no te molesta perder porque ves que los otros también están haciendo cosas que son súper buenas e interesante. Si no es en esta oportunidad, será en otra, pero siempre voy con las más altas expectativas de que voy a ganar.
-¿Cómo les ha resultado emprender desde el interior del país?
Para nosotros fue muy difícil, especialmente al comienzo, porque en Mendoza no hay industria del calzado. Entonces fue muy complicado conseguir la materia prima, por ejemplo. Pero, por otro lado, también es cierto que ahora hay toda una movida emprendedora. Las universidades comienzan a tener espacios para hacer que nos desarrollemos, empieza a haber más mentores, más capacitaciones. Y ahora también nosotros, cada vez que podemos ayudar a alguien o contar nuestra experiencia, claro que lo hacemos. Fue difícil y es difícil. Todos nos preguntan por qué no nos venimos a vivir a Buenos Aires, pero nosotros queremos demostrar que también se pueden hacer cosas desde Mendoza. Además amamos vivir en nuestra provincia.
“Como consumidores tenemos un poder muy importante: detrás de cada compra hay un impacto social y ambiental concreto”
-¿Cuáles son los planes que tienen el futuro en cuanto a la expansión de la empresa?
A futuro esperamos sumar nuevos puntos de venta de nuestro producto. Además de venderlas por Internet queremos sumar distintos locales adheridos en el interior del país. Próximamente también vamos a comenzar a vender en Chile y en Uruguay.
-¿Cuál fue la repercusión del comentario en Facebook del presidente, Mauricio Macri, felicitándolos por el emprendimiento?
Fue enorme. La verdad que eso fue algo muy bueno que nos pasó porque llevo a que mucha gente se interese por nuestro producto. Nos hace sentir muy optimistas con el futuro.
-Y ahora que van a ir a Oxford. ¿Puede ser esa instancia una oportunidad para poder mostrar su producto a otra escala? Porque el problema de la basura del neumático es global.
Sí, claro. Imaginate que para nosotros sería un sueño. Me gustaría mucho poder generar un impacto local en aquellos lugares en donde estemos, ya sea reciclando la basura que generan u otorgando la posibilidad de dar trabajo genuino a personas que no tienen otras oportunidades. Ese es nuestro sueño.
-¿En dónde se pueden comprar las zapatillas?
Se pueden comprar por Internet en nuestra página www.xinca.com.ar También tenemos distintos puntos de venta en Buenos Aires. Pueden buscar cuáles son ingresando a la web.
-¿Notás que los consumidores están cambiando? Sobre todo la nueva generación, que a la hora de comprar, no sólo busca adquirir un producto que le guste, sino que también piensa en el propósito que hay detrás de esa empresa a la que le deja su dinero.
Sí, totalmente. Creo que todos tenemos que entender que, como consumidores, tenemos un poder muy importante, además de una gran responsabilidad. Detrás de cada compra que hacemos hay un impacto social y ambiental concreto que tal vez no vemos, pero que existe y que tenemos que tener en cuenta. Hay que saber cuál es y decidir en función de eso. Si compramos una ropa, por ejemplo, no tenemos que fijarnos solamente en el precio y en que nos guste, sino tener en cuenta cómo se hizo, en qué condiciones, con que materiales. Hoy tenemos la posibilidad de poder estudiar fácilmente a las marcas y saber cuáles vamos a apoyar y cuáles vamos a castigar, en función del mundo que queremos.
-¿Los consumidores valoran los ideales que defienden desde la marca?
Sí, seguro. Aprecian a quienes intentamos hacer las cosas bien, de una forma más ética, más noble y cuidando el planeta. Nosotros necesitamos el apoyo de los consumidores, que nos elijan y nos acompañen en nuestro proyecto para poder continuarlo y hacerlo crecer.