"Colectando Sol" trabaja en conjunto con distintas ONGs para enseñarle a las personas, incluso sin formación técnica previa, a fabricar dispositivos que se alimentan con energía solar y que representan una gran solución de ahorro, cuidado del medioambiente y accesibilidad energética.
Nacieron con el objetivo de desarrollar, difundir y aplicar tecnologías solares con foco social. Para hacerlo, llevan adelante actividades específicas que involucra capacitaciones, cursos, talleres, servicio de consultoría y proyectos sociales. Desde "Colectando Sol" se ofrecen actividades educativas en donde la gente puede aprender sobre energía solar mientras fabrica, con sus propias manos, dispositivos como calentadores solares de agua y de aire, luminaria con energía solar, cargadores de celulares, cocinas, hornos, etc. Hay muchas cosas que hoy se pueden hacer. Lo producido en los talleres es destinado a proyectos sociales. Leandro Magri, director general de esta empresa social, contó a Infobae cómo ayuda a la gente a recolectar sol en beneficio de la comunidad.
-¿Qué necesidades podemos cubrir con estas soluciones que ustedes enseñan a fabricar?
Podemos generar energía eléctrica para cargar el teléfono o para iluminar, también energía térmica para calefaccionar un ambiente, calentar agua o cocinar. Con eso uno tiene ya varias cosas cubiertas. Claro que es un complemento, no se apunta a cubrir el 100% de la energía que uno consume a partir del sol, porque es algo complejo (aunque posible). No obstante, este tipo de tecnologías solares representan un ahorro porcentual muy amplio. Uno puede tener un calentador solar en la casa y ahorrarse, por ejemplo, entre un 30% y un 50% de la factura de gas.
“No hace falta ningún conocimiento previo para participar de los cursos y poder fabricar cosas”
-Para participar de estos cursos ¿se necesita tener algún tipo de formación técnica previa?
No, no hace falta una formación previa. Eso es parte del formato que ofrecemos y que hicimos así a propósito para que cualquiera pueda participar. Obviamente, y según e nivel de profundización y de desarrollo al que uno aspire, podrá necesitar determinada formación. Pero no hace falta ningún conocimiento previo para participar de la actividad y poder fabricar cosas.
-¿Cuánto duran los cursos?
Depende del tipo de curso. Los talleres duran, normalmente, un fin de semana, de 9 a 18hs. Se trata de dos días bien intensivos. En ese tiempo los participantes se sumergen en la actividad y pasan, desde cero, a terminar el domingo con algo fabricado por sus propias manos.
También tenemos cursos on line de renovables, como energía eólica y biomasa en general.
“Uno puede tener un calentador solar en la casa y ahorrar entre un 30% y un 50% de la factura de gas”
-¿Puede hacerse a distancia?
Los de energía solar no, porque es modalidad de taller. Es decir, está pensado para estar "metiendo mano". Entonces lo que hacemos es que nosotros viajamos a distintas localidades del interior del país para dictar los talleres en varias provincias y llevar este conocimiento.
-¿Cuál es el balance del trabajo realizado hasta ahora?
Es muy positivo. En 4 años de vida, más de 500 personas se formaron en estos cursos. Contamos con experiencias muy enriquecedoras, como haber instalado un conjunto de calentadores solares que realizamos en una escuela rural de Santiago del Estero. A ese proyecto lo realizamos en conjunto a la ONG "Ingeniería sin fronteras". Tuvimos la gran satisfacción de poder darles agua caliente a los más de 100 niños que asisten a esa institución.
“El 80% de la energía que consumimos es provista por combustibles fósiles no renovables. No es sustentable ni compatible con el medioambiente”
-Fabricar estos dispositivos para uso doméstico sirve para ahorrar y cuidar el planeta a la vez. ¿Pero pueden pensarse también como una solución para aquellas personas que no cuentan con energía eléctrica o gas?
Sí, claro. Es cierto que hoy, por una cuestión coyuntural, el foco está puesto en el precio de la energía, pero más allá de eso existen otras situaciones, como la medioambiental. Hoy, el 80% de toda la energía que consumimos es provista a partir de petróleo, gas y carbón que son combustibles fósiles no renovables. Esa manera de satisfacer nuestros requerimientos energéticos no es sustentable ni compatible con el medioambiente. Como humanidad generamos un impacto ambiental que la Tierra no es capaz de absorber y compensar. Estamos en este mundo utilizando los recursos naturales de un planeta y medio.
Por otro lado, todavía hay y habrá población mundial sin acceso a las redes de energía eléctrica o de gas, incluso por una cuestión de infraestructura. Para todas estas personas hay varias tecnologías que les permiten disponer de una muy buena solución energética.
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-Cuando uno mira las tendencias en los grandes centros de la innovación a nivel internacional, puede percibir una suerte de descubrimiento y enamoramiento del sol, de todo lo que podría hacerse con esa fuente de energía gigantesca. ¿A qué se debe?
Sí, es cierto y hasta es algo muy romántico en un punto. Se debe a que realmente hay mucho que se puede hacer y la gente lo está descubriendo. Es parte también de nuestra tarea en "Colectando Sol": acercar a las personas el conocimiento de todo lo que se puede hacer con el sol y con otras fuentes de energía renovables.