Hacía mucho tiempo que no había una felicidad tan completa y genuina en el ‘Team Perú' durante una ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos. El cierre del principal evento deportivo de este año no fue con broche de oro exactamente, pero un bronce y cinco diplomas tuvieron un valor superior para nuestros deportistas. La bandera ‘blanquirroja’ flameó por lo alto en París, con la tranquilidad y alegría de que cada uno hizo historia.
En territorio nacional, ser deportista es un desafío extremo. Una misión casi imposible de lograr para algunos. El apoyo nunca es suficiente. Es a partir de los éxitos que obtengas que llega el respaldo económico necesario, por parte del Estado, para seguir tu carrera. Y no es al revés, como debería ser. De todas formas, ese dinero recibido sigue siendo insuficiente.
Prácticamente, cada uno se la tiene que ver por sí mismo, en medio de auspicios y rompiendo su propio chanchito. El desamparo es lo que reina y así quedó reflejado en múltiples oportunidades con múltiples ejemplos. Por ello, el hecho de clasificar a unos Juegos Olímpicos es, desde ya, una hazaña para los deportistas peruanos. Pocos pueden llegar a la máxima cita deportiva teniendo todo en contra.
En París 2024 alcanzaron esa proeza apenas 26 atletas nacionales. La cifra disminuyó considerablemente, teniendo en cuenta que en Tokio 2020 se presentaron 35 y en Río 2016, 29. Esta vez éramos menos, pero inesperadamente conseguimos más. Los pronósticos no eran favorables para el país, pero nunca lo fueron.
El trayecto de cada uno fue distinto, pero todos coinciden en que tuvieron que esquivar y hasta patear varias piedras para llegar a la meta. Desde Stefano Peschiera hasta Daniella Borda. Sin excepción. Pero todo el sacrificio lo valió, para dar fin a esos 32 años de sequía, para darle una alegría inmensa a millones de peruanos después de mucho tiempo.
Stefano Peschiera, el máximo héroe de París 2024
No hay mayor héroe deportivo en el año que Stefano Peschiera. No era siquiera candidato a medalla en París 2024, pero logró lo que pocos esperaban. El velerista nacional se subió al podio y se colgó la presea de bronce, después de una gran batalla a pundonor en el mar de Marsella, que fue testigo de su gesta. Fue él quien acabó con la maldición peruana en los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, no fue una tarea sencilla. Incluso, llegó a tentar el retiro antes de viajar a la competencia para dedicarse a su carrera universitaria. Y es que, además, sus dos intentos fallidos en Río 2016 y Tokio 2020 no auguraban un final diferente en la capital francesa. Incluso, su vela se volcó en la anterior edición del evento. Pero finalmente no tiró la toalla, se levantó de esa dura caída y años después le regaló un histórico éxito al país.
Peschiera ganó el bronce y volvió a sumar en el medallero del ‘Team Perú' después de 32 años. Juan Giha había sido el último peruano en conquistar una presea en los Juegos Olímpicos, tras su plata en tiro en Barcelona 1992. Esa mala racha llegó a su fin con un velerista que, con un trabajo silencioso, ya pasó a las páginas gloriosas del deporte nacional, lo cual hasta hace poco lucía imposible.
Kimberly García, su revancha después del revés en Tokio 2020
Quien también analizaba retirarse era Kimberly García. El revés sufrido en Tokio 2020, al no poder culminar su prueba, la hicieron pensar en dejarlo todo. Fue un golpe muy duro para ella. Sin embargo, con el apoyo de su familia, supo salir adelante. No se puede esperar menos de una deportista nacida Huancayo, que alejada de Lima ha sufrido el desamparo e indiferencia del Gobierno, como muchos otros.
Fue así que ‘Kimy’ se hizo fuerte y en el 2022 se consagró bicampeona mundial de marcha atlética. Un éxito de tal magnitud no lo había obtenido ningún otro atleta peruano. Pero ella sí y luego se mantuvo en la cúspide. En París 2024 fue la principal carta del ‘Team Perú, pero no pudo cumplir las expectativas en la competencia femenina, tras problemas en el estómago que afectaron su rendimiento.
Días después, García demostró que eso solo fue un accidente, ya que en los relevos mixtos con César Rodríguez, sacó a relucir su mejor nivel, protagonizando impresionantes remontados. Pese a su gran performance, no pudo subirse al podio con su compañero, pero ambos fueron premiados con un diploma olímpico, al obtener el cuarto lugar.
María Belén Bazo, un triunfo que dedicó a su madre
Entró como reserva a la competencia y se consagró con un diploma olímpico, que tuvo una especial dedicatoria. En el mes de marzo, María Belén Bazo enfrentó la pérdida de su madre, un golpe que influyó en su camino hacia los Juegos Olímpicos, dejándola inicialmente sin su boleto. Sin embargo, inesperadamente, un giro técnico le dio una nueva oportunidad: Suiza decidió no enviar a su representante en windsurf, y al estar primera en la lista de espera, la velerista peruana tomó el cupo.
Con este regalo desde el cielo, ‘Mabe’, acompañada simbólicamente por su madre, tuvo la mejor actuación de su carrera en el mar de Marsella. Logró ubicarse entre las cuatro mejores del mundo, quedando muy cerca del podio y, por tanto, de una medalla. De todas maneras, es muy inspirador y meritorio lo que logró.
Evelyn Inga y una victoria contra el hipotiroidismo
Contra todos los pronósticos, Evelyn Inga supo posicionar en el top8 mundial de marchistas, tras una notable performance en París 2024. Fue la peruana mejor ubicada de la competencia, pero no fue un trayecto fácil. En un momento complicado de su vida, pensó si dejar el deporte de lado y dedicarse a su carrera. Afortunadamente, no lo hizo. Aún así, ha tenido que lidiar con una enfermedad, lo cual hace más loable su éxito.
En el 2017 le detectaron hipotiroidismo, una afección que ha sabido sobrellevar en el transcurso. “Tuve ese problema y un poco de depresión porque influía mucho en mi metabolismo y en el lado emocional. La enfermedad no me permitía tener un peso adecuado para el deporte”, contó en una entrevista para este medio. A pesar de ello, pudo dejar huella en la Plaza del Trocadero, dejando en alto el nombre del Perú.
Alonso Correa y una fuerte inversión para competir en París 2024
Lucca Mesinas llegó a los Juegos Olímpicos como principal candidato a medalla en el surf, pero Alonso Correa fue quien dio la hora en el mar de Teahupo’o. El peruano brilló y puso en vilo a todo un país, con su gran actuación que le permitió ganarse un diploma olímpico. No obstante, para lograr esta gesta tuvo que hacer una fuerte inversión personal.
Como se ha dicho, el apoyo que da el IPD no alcanza en muchos sentidos. Por ello, Correa tuvo que poner un poco más de 35 mil soles de su propia billetera para mandarse a hacer las tablas con las que corrió las olas en Tahití. “Me hubiera gustado que la Federación (Deportiva Nacional de Tabla) nos apoye con esto al menos, pero en este caso no se pudo”, señaló en su momento. Finalmente, cada sol gastado lo valió.
Nicolás Pacheco, una revancha que le acercó a la gloria
En Tokio 2020, Nicolás Pacheco quedó marginado de la final de tiro olímpico por una decisión polémica de un juez. Aún así, pudo llevarse un diploma y en París 2024 obtuvo su tan ansiada revancha. Con él, el país volvió a una final olímpica en este deporte y se posicionó entre los seis mejores del mundo. Su anhelo es conseguir una medalla y ese objetivo se ve cada vez más cercano.
Eso sí, como muchos en este artículo, ‘Nico’ también pensó en tirar la toalla. No es sencillo ser deportista en el Perú. “He pensado en retirarme porque lamentablemente el dicho de que ‘un peruano es el enemigo de otro peruano’ es verdad y muchas veces nos ponemos trabas nosotros mismos”, contó en una entrevista para este medio. Su aventura continuará porque él todavía tiene mucho que ofrecer.
César Rodríguez, el peruano que se endeudó para marchar en París 2024
Junto a Kimberly García, consiguió el cuarto lugar en los relevos mixtos de marcha y le ha quedado un sabor de revancha rumbo a Los Ángeles 2028, pero ahora mismo está pensando si continuar su aventura deportiva. No es para menos, para poder competir en París 2024 tuvo que endeudarse, ya que el dinero que recibe del IPD le queda muy corto.
“Para solventar los gastos que tuve para la preparación de los Juegos Olímpicos invertí bastante, porque lo que nos daba el IPD no alcanzaba, todo se iba en pasajes y estadía. Tuve que hacer préstamos para poder seguir con la preparación. Fue muy frustrante, estaba lleno de estrés”. A estas situaciones debe enfrentarse, por lo que ahora debe meditar si puede seguir sosteniendo este ritmo. Lo cierto es que ya le regaló una diploma importante al Perú.
Mary Luz Andía, un tumor que no la detuvo
Estuvo muy cerca de perder la vida por un tumor en el cuello, pero supo salir airosa. Mary Luz Andía venció a la muerte y ya nada la podía detener. Ni siquiera el hecho de que tuvo que ocultar su embarazo para no perder el apoyo del IPD en pleno ciclo olímpico para París 2024. De hecho, lo perdió debido a problemas relacionados con la rendición de cuentas de Tokio 2020, pero siguió adelante.
Fue un auténtico ejemplo de superación y, en medio de la adversidad, brilló con luz propia en la capital francesa. En la prueba femenina de marcha, terminó en el top 12, superando incluso a Kimberly García. No ganó un diploma olímpico, pero no deja de ser una hazaña lo que consiguió a sus 23 años (ya tiene 24).