Un 15 de noviembre del 2017, Ricardo Gareca consiguió darle la mayor alegría deportiva de la historia al país al clasificar a la selección peruana a la Copa del Mundo 2018, tras superar el repechaje contra Nueva Zelanda, en el estadio Nacional de Lima, con anotaciones de Jefferson Farfán y Christian Ramos.
Ahora, en un 15 de noviembre del 2024, más de un lustro de aquel éxito, el Tigre sostendrá un confronte durísimo -por cosas de la vida- ante sus viejos dirigidos defendiendo a la selección chilena, en el marco de las Eliminatorias Norteamérica 2026. Su regreso a suelo peruano traerá, definitivamente, muchas sensaciones encontradas.
Más allá de los sentimientos a flor de piel, la Bicolor centrará todas sus fuerzas en sacar adelante la evaluación más complicada del proceso sin importarle que Gareca esté en el bando del frente. Para ello, la interna del equipo nacional recurrirá a una estrategia ‘anticábala’, con la cual se intentará explotar las excentricidades del técnico argentino para ponerlo en jaque cuando pise el Monumental.
Una de ellas está fuertemente relacionada con un artista latinoamericano de talla mundial: Marc Anthony. A Gareca no le simpatiza, en lo más mínimo, los hits del salsero más famoso de la actualidad. La razón radica en una mala racha cuando era entrenador de Santa Fe, en Colombia. Esa misma cábala llevó a Perú cuando trabajó como responsable técnico de Universitario de Deportes y de la selección nacional.
Otra superstición muy marcada de Ricardo, con la cual no negocia, es la repulsión a todo distintivo verde. En su etapa como DT de la Blanquirroja, impidió a sus futbolistas emplear zapatillas de ese color. La historia de esa curiosa cábala, según reportes periodísticos, nació por su frustrado paso como entrenador del Palmeiras.
De manera que esos ‘rituales’, probablemente, sean apreciados en gran medida cuando se reencuentre con Perú, en un lance por los puntos, por las Eliminatorias CONMEBOL 2026. Con la incomparable salsa de Marc Anthony empezará todo no bien cruce la puerta de salidas internacionales del aeropuerto Jorge Chávez.
Gareca, histórico de Perú
Ricardo Gareca cuenta con una enriquecedora historia con Perú. Llegó a inicios del 2015 a la selección nacional para suceder, oficialmente, a Sergio Markarián en la zona técnica, con la única consigna de devolverle identidad futbolística a la Bicolor y clasificarla a una Copa del Mundo.
“Perú tiene el potencial para no ser menos que nadie. Ahora tenemos que buscar rápido una manera de jugar y ser poderosos como equipo. Prefiero aferrarme a que sí podamos clasificar al Mundial antes de pensar en que hace 33 años no se clasifica, nosotros estamos convencidos”, dijo en su primer contacto con la prensa local.
Con su llegada a la Blanquirroja, logró una serie de hitos que, difícilmente, otro entrenador pueda emular en un mediano plazo. Su máxima obra, desde luego, fue acceder a un Mundial después de 36 años a través de una repesca intercontinental. La cita de Rusia 2018 lo ingresó en la historia del fútbol peruano.
Otros éxitos conseguidos con el buzo de la selección peruana fueron la renovación generacional del plantel, la medalla de bronce en la Copa América 2015 y el subcampeonato de la Copa América 2019. Su única deuda pendiente fue revalidar una clasificación mundialista para Qatar 2022, donde quedó eliminado en un nuevo repechaje a manos de Australia.
“Quiero agradecer a los jugadores de fútbol, porque todos fueron vitales. Siempre tuvieron un gran respeto y profesionalismo con nosotros. Desde el que estuvo un partido hasta el que nos acompañó en todo el proceso. Estoy agradecido con el jugador peruano”, mencionó Gareca en su conferencia de despedida.
Dentro del apartado estadístico, el Tigre dirigió a la selección peruana en 96 ocasiones totalizando 38 victorias, 23 empates y 35 derrotas. Ahora su presente lo ubica en la selección chilena, a la que defenderá a muerte en su lance definitivo contra su viejo equipo, en el estadio Monumental de Ate.