La Universidad César Vallejo sufrió un duro revés al descender a la Segunda División del fútbol peruano. En la última jornada del Torneo Clausura 2024, los ‘poetas’ cayeron por 3-1 ante Atlético Grau en el estadio Campeones del 36 de Sullana. Este resultado, sumado a otras combinaciones adversas, los condenó al descenso junto a Carlos A. Mannucci y Unión Comercio.
El club ‘poeta’ estaba obligado a ganar en su último encuentro para mantenerse en la máxima categoría de Perú. Sin embargo, desde el inicio se vio ampliamente superado por los locales. A los 18′, el delantero Tomás Sandoval dio un golpe lacerante a la UCV con un cabezazo que permitió la apertura del score.
La tensión, a partir de esa anotación, se hizo mayor en la zona técnica de la César Vallejo. Todo se puso más crítico cuando Neri Bandiera, a los 32′, dejó su registro goleador hundiendo a los trujillanos. La consumación del descenso llegó en tiempo de reposición con un doblete del goleador de Grau.
No hubo cambios significativos en el complemento. Apenas la UCV pudo descontar por intermedio de un penal ejecutado por Yorleys Mena, que no tuvo injerencia absoluta en la resolución de llave por la permanencia. De esa manera, el equipo construido por Richard Acuña se fue a la división de plata en Perú.
Planificación a la deriva
El proyecto de la Universidad César Vallejo se fue por tierra en un año calendario exacto. La idea de consolidar una institución vencedora se diluyó en una temporada desastrosa. La realidad dicta que la UCV ha confirmado su descenso hacia la categoría de plata del fútbol peruano.
El inicio del periodo no hacía pensar nada similar. Los altos mandos del club de Trujillo, por el contrario, estaban apuntando a realizar una campaña exitosa que demostrase su poderío institucional y económico. Por eso, acometieron prontamente a fichar futbolistas de amplio recorrido.
De los primeros en llegar fue el veterano arquero José Carvallo, quien aterrizó en el Mansiche como campeón. Luego lo secundó Josepmir Ballón, mediocentro de larga trayectoria en la élite. Nilson Loyola, Alec Deneumostier y Cristian Benavente fueron otras de las grandes apuestas en el mercado de transferencias.
Aunque, sin lugar a dudas, el jugador más importante -por historia y trascendencia- que fichó por la César Vallejo, causando enorme revuelo a nivel nacional, fue el goleador Paolo Guerrero. Sin pretemporada y clubes que ofertaran, el ‘9′ se decantó por la onerosa propuesta de la familia Acuña.
Sin embargo, su contratación trajo más perjuicios que alivios en la UCV. No bien firmó su vínculo, a las semanas intentó una resolución unilateral aduciendo problemas de seguridad hacia su familia (extorsiones). Por otro lado, su producción goleadora no coincidía con su historial reciente y su incomodidad se reflejaba en discusiones trascendiendo una de ellas con el entrenador Guillermo Salas.
En agosto pasado, Guerrero presentó su renuncia y luego fichó por Alianza Lima, en un movimiento que dejó la imagen del club mancillada. De aquel episodio, los Acuña no pudieron recuperarse y vieron fracasar a su institución en la Copa Sudamericana y en la Liga 1. El descenso fue el corolario de una gestión fatal.