El club Juan Pablo II está envuelto en la controversia. En vez que las principales planas de los medios de comunicación informen su ascenso a la Liga 1 2025, a partir de su victoria final sobre Comerciantes FC en una angustiante tabla de penales, se han centrado en dirigir críticas duras por la campaña realizada, con ribetes de polémica, y por los personajes que están detrás siendo Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, el más cuestionado.
Después de haber festejado hasta el hartazgo el logro institucional más importante de su historia, el equipo de la ciudad de Chongoyape ha salido al frente, mediante un comunicado, para negar cualquier intento de amaño ya sea en la semifinal contra la Fuerza Loretana o en algún otro cruce del periodo regular.
“Es oportuno mostrar nuestro rechazo a los comentarios malintencionados aparecidos que restan mérito al trabajo señalado. El club Juan Pablo II no se ha visto involucrado en ningún acto antideportivo ni cuestionable y mucho menos es capaz de intervenir en asuntos de arbitraje como han sugerido con el único ánimo de levantar suspicacias”, se informó.
En esa misma línea, el plantel dirigido por el exseleccionado Santiago Acasiete ha asegurado que “también ha sido perjudicado con decisiones arbitrales contrarias a lo largo de la campaña: sufrimos anulaciones de goles legítimos, amonestaciones y expulsiones injustificadas, goles en contra en offside, entre muchas más situaciones y decidimos mantener una postura de respeto porque consideramos que el error es parte del juego”.
Con indignación de por medio, el club Juan Pablo II ha exhortado a que los periodistas se hagan responsables de sus expresiones, las cuales afectan la honra tanto de la institución como de aquellos trabajadores vinculados ya sean dirigentes, entrenadores o deportistas. Aunque el nombre al que se le presta mayor atención es al del titular de la Federación Peruana de Fútbol.
“Hacemos un llamado a la responsabilidad a la prensa deportiva y a hacerse cargo de sus aseveraciones respecto al club Juan Pablo Il y sus dirigentes. Tenemos muy clara la posición de neutralidad que ha mantenido el presidente de la FPF, Agustín Lozano Saavedra, actuando de forma correcta como corresponde”, se lee.
Niegan conflicto de intereses
Uno de los argumentos, quizás el más poderoso, para cuestionar la llegada a Primera División del club Juan Pablo II es su origen institucional. Detrás de su creación e impulsión está Agustín Lozano, hoy presidente de la FPF. Mientras que la dirección general está a manos de su esposa, Orfelinda Correa. A pesar de ello, la organización de la Liga 2 promovió su participación, algo de lo que se agarran los directivos para justificar su triunfo.
“Es importante mencionar que el vínculo familiar no representa un conflicto de intereses observado por instancias superiores pues es una situación natural ya que todos los dirigentes con cargos relevantes proceden de clubes e invierten en el fútbol. Así es como se realiza una carrera dirigencial en el Perú y a nivel mundial”, se explicó.
“Nosotros continuaremos con nuestros sueños de crecer con humildad y seriedad, apostando por la juventud deportista en la Villa Deportiva que venimos implementando para albergar a jóvenes talentosos de todo el país. Estamos seguros de que paso a paso, Juan Pablo Il será considerado como un club ejemplar y aportará a jugadores que representarán a nuestras selecciones con el mejor nivel”, se agregó.