Hiptoniza en cualquier escenario de México por su facilidad para controlar la pelota ya sea en libertad o bajo marcaje. Cada avance hacia el área contraria, siempre apoyado por sus compañeros, es celebrado por el aficionado más entregado a Pumas UNAM. Lidera el centro del campo con mucha inventiva y carácter reuniendo todo tipo de halagos y aplausos. Quién está detrás de esta escena es Piero Quispe, el peruano más aclamado en el Olímpico Universitario.
Bautizado como el Príncipe Inca, por aquellos que se han encantado por su virtuosidad en el campo, Quispe se está convirtiendo en una de las sensaciones del Apertura 2024 de la Liga MX por su innegable estilo estético con los auriazules. Ha confirmado, además, un crecimiento notable en menos de un año desde su llegada procedente de Universitario de Deportes.
Siendo casi su primer año calendario en un campeonato de élite en la región hispanoamericana, Piero se ha ganado -con total justicia- un espacio habitual en el parado técnico del estratega Gustavo Lema, impulsor principal para su llegada y personaje clave en su constante evolución en los últimos meses. El peruano, en ritmo ascendente, ha devuelto esa confianza con exhibiciones de categoría.
Quizás la que le permitió graduarse con honores, por así decirlo, fue la realizada en el clásico capitalino. Suya fue la única anotación para llevarse por delante al Club América, en un partido en el que su nivel estuvo por encima del promedio. Los números lo refrendan: 90% de precisión de pases, 18 pases completados, 1 remate a portería y 1 celebración goleadora.
Luego de esa explosión de fútbol, como era más que predecible, llegaron los vítores, las portadas y reconocimientos. Todo ello no lo desconcertó y manteniéndose fiel a su carácter sigiloso siguió trabajando hasta la siguiente evaluación: el lance frente a Toluca, el segundo mejor clasificado de la Liga MX.
Allí volvió a demostrar su valía en el funcionamiento del equipo pese a la igualada a uno, en el estadio Nemesio Camacho Diez. En concreto, el motor de los Pumas UNAM firmó 5 oportunidades de gol creadas, 3 entradas ganadas, 5 duelos ganados y 7 recuperaciones.
El desafío mayor: Perú
Ante el natural recambio generacional, Piero Quispe es el principal futbolista que debe enarbolar esa bandera en la selección peruana. Por ahora está coqueteando con la titularidad en la pizarra del entrenador Jorge Fossati. En cualquier caso, este es el momento ideal para demostrar sus pergaminos en una situación tanto delicada como in extremis como lo son las Eliminatorias Sudamericanas 2026.
Con sus notables presentaciones en las últimas semanas en México, el ‘27′ se postula para conformar el tridente del centro del campo de la Bicolor para los duelos clasificatorios contra Uruguay y Brasil.
“Si no soy el mejor de Pumas, soy uno de los mejores”, lanzó Quispe con firmeza hace un mes. Todos lo saben y ahora está en la obligación de llevarlo al campo con Perú. Porque así como rebosa confianza también debe rebosar fútbol como con los auriazules.