Jorge Sampaoli ha irrumpido nuevamente en el foco mediático, aunque esta vez por motivos alejados de sus labores en los banquillos. El reconocido entrenador argentino, cuya última experiencia profesional fue al mando de Flamengo en Brasil, ha aparecido en un lugar tan inesperado como la capital peruana, Lima.
El ‘Hombrecito’, como se le conoce por su baja estatura, pero arrolladora personalidad, ha desembarcado en suelo limeño envuelto en un halo de misterio. Su presencia en la ‘Ciudad de los Reyes’ ha desatado una ola de especulaciones sobre los motivos que lo llevaron a arribar a Perú.
Lo cierto es que la aparición de Sampaoli en la capital peruana ha causado gran revuelo y alimentado un sinnúmero de teorías. Una situación inusual para un estratega que siempre se ha mantenido en el foco futbolístico por su particular estilo de juego vistoso y su arrolladora personalidad. Lo que está claro es que la presencia del ‘Hombrecito’ no ha pasado desapercibida. Sus eventuales movimientos serán seguidos con lupa por la prensa local, ávida de descubrir los pormenores detrás de esta insólita aparición.
El primer reporte de la presencia del casildense por estos lares lo brindó Radio Programas del Perú, a pocas horas del inicio del cruce entre Alianza Lima y FBC Melgar, en el estadio Alejandro Villanueva, correspondiente a la jornada 13° del Torneo Clausura 2024.
Si hasta ahí la sorpresa era grande, el argumento de su llegada era mayor. Ha trascendido que Sampaoli pisó territorio peruano, luego de muchos años, por una invitación especial por parte del entrenador Mariano Soso, quien lo conoce a la perfección por compartir los ideales de Marcelo Bielsa.
Las cámaras de L1MAX, la señal oficial del campeonato peruano, apenas pudieron dar cuenta de su presencia. El exseleccionador de Argentina y Chile se ubicó en lo alto de una de las tribunas de Matute, acompañado de un sujeto de su confianza, para observar detalladamente el estilo de juego de Alianza Lima.
Culminado el compromiso, en una igualada a uno definida por el mediocentro Jean Pierre Archimbaud y el extremo Jhamir D’ Arrigo, el Hombrecito, cubierto con una polera crema, se retiró raudamente del escenario de La Victoria justo cuando los periodistas iban a interceptarlo.
No bien se subió a un vehículo, mantuvo la mirada fija, mientras los comunicadores intentaban obtener alguna declaración. Las pretensiones fueron en vano, dado que no cruzó palabra con nadie. De tal manera que su presencia en Matute solo fue para responder a la cortesía del DT Soso toda vez que apreció el nivel de la Liga 1.
Amistad profesional
Jorge Sampaoli conoce a Mariano Soso desde hace muchos años. De hecho, en el periodo que fue seleccionador de Argentina para la Copa del Mundo 2018 se conoció que quiso incorporarlo a su comando técnico como su mano derecha, a raíz de la probable designación de Sebastián Beccacece a la selección nacional U20.
Tiempo después, exactamente en el 2022, corrió el rumor de que el estratega casildense había recomendado a Soso al banquillo de la Universidad de Chile, aunque nunca hubo ninguna información oficial ni menos trativas formales. Ahora el destino los juntó desde el último jueves para sostener un momento especial ratificado en La Victoria.
Sampaoli, hecho en Perú
La historia profesional de Jorge Sampaoli como director técnico empezó en Perú a inicios del nuevo siglo. Iniciando el 2002 empezó su camino en el Juan Aurich, aunque su paso fue muy corto por malos resultados. A mediados de año acertó un vínculo con Sport Boys permaneciendo hasta finales del 2003. Destacó en el Callao realizando una impresionante campaña reflejada en un descollante cuarto lugar.
Lo mejor vino empezando el 2004 cuando firmó por el Coronel Bolognesi, club al que llevó a pelear los primeros lugares del Campeonato Descentralizado por 3 temporadas ininterrumpidas. Su reconocido trabajo junto a su metodología despertó la atención de Sporting Cristal y arrancando la temporada 2007 lo anunciaron como su nuevo estratega, en un paso que supuso la cúspide su carrera en suelo nacional.
Sin embargo, a la larga, su experiencia fue terrible dado que no consiguió los resultados esperados, la directiva le perdió confianza y los futbolistas le soltaron la mano. En resumidas cuentas, su etapa en el Rímac fue tan discreta como sus estadísticas: 4 triunfos, 6 empates y 7 derrotas. Así finalizó su periodo en Perú para abrirse camino en el extranjero transformándose en un técnico A1.