¿Qué fue de la vida de Alberto ‘Chiquito’ Rossel, 12 años después del título mundial de boxeo que ganó para el Perú?

Infobae Perú conversó con la leyenda nacional para recordar los pasajes más gloriosos de su trayectoria, los sacrificios que hizo para lograrlos y a qué se dedica en la actualidad

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El exboxeador peruano dio a conocer detalles exclusivos sobre lo que fue su carrera deportiva. (Video: Paula Elizalde)

“Dios me ha tocado, Perú es tierra de campeones”, decía un emocionado Alberto ‘Chiquito’ Rossel mientras abrazaba el título mundial minimosca allá por el 2012 en el Coliseo Eduardo Dibós. 12 años después de aquella legendaria hazaña, el boxeador nacional, hoy con 46 galones, vuelve a subirse al ring, pero esta vez para charlar con Infobae Perú.

El hombre de 1.55 metros no siempre dominó el cuadrilátero. La vida lo tuvo contra las cuerdas desde muy joven. Recibió los golpes de la indiferencia, pero supo esquivar las adversidades para tocar la gloria. Su historia es la de pocos, y eso lo saben bien quienes ahora lo toman como el mejor ejemplo para conseguir los sueños en este deporte.

Alberto Rossel tuvo que afrontar una serie de dificultades a lo largo de su carrera deportiva - Créditos: Paula Elizalde
Alberto Rossel tuvo que afrontar una serie de dificultades a lo largo de su carrera deportiva - Créditos: Paula Elizalde

- Cuéntame un poco sobre tus inicios en el boxeo

El boxeo para mí significa mucho, es parte de mi vida desde que inicié en la práctica de este maravilloso deporte. Inicié cuando tenía 14-15 años y aún estaba en el colegio, fue así como empezó todo este sueño. Empecé a nivel escolar, luego participe en interclubes y después en torneos federativos aquí en la Federación. Fue un proceso largo, un proceso en el cual fui aprendiendo lo que era el boxeo. Mi interés nació cuando estaba en el colegio, precisamente en secundaria. Un entrenador de boxeo llegó a mi colegio Ricardo Palma en Surquillo y nos dijo que podíamos practicar, así que con unos compañeros de aula fuimos a ver el entrenamiento de boxeo y ya habían otros muchachos que ya entrenaban, ya sabían cómo boxear. Desde que vi cómo entrenaban, me llamó mucho la atención y ya quería platicarlo. El entrenador me preguntó por qué quería entrenar y yo le respondí que quería pelear, o sea, desde el inicio yo buscaba competir. Era algo que tenía claro desde que vi cómo entrenaban.

- ¿Fue duro llegar hasta donde estás?

Cuando era deportista en nuestro país hacer deporte de competencia de élite era muy difícil, hoy en día todo ha mejorado, hay cambios. Hay mejoras para provincia, hay incentivos que no había en la época. Yo cuánto hubiese querido tener ese apoyo. Tuve que pasar muchas dificultades y muchas decepciones. No tenía para la alimentación, para las vitaminas, para los suplementos, para el transporte, ni para la indumentaria deportiva. A los 15 años yo ya estaba en la selección nacional y competía a nivel internacional y eso me demandaba más gastos. Mis padres no tenían la posibilidad de apoyarme económicamente y la Federación de Boxeo hacía esfuerzos, pero nunca era suficiente.

- ¿Cuál ha sido el sacrificio más grande que hiciste?

Finalizo mi etapa de boxeador amateur y es ahí cuando decido profesionalizarme, porque yo ya tenía una carga familiar en ese momento, entonces decidí pasar a lo profesional y viajar a Estados Unidos. Participé de tres combates a nivel profesional aquí en Lima. Fue un amigo el que me dio la opción de viajar y me dijo que iba a tener mejores oportunidades en el boxeo, entonces es ahí cuando tomo la decisión. Cuando llego allá era otra realidad, porque si bien es cierto aquí en Perú ya había conseguido algunos resultados importantes, pero a nivel profesional en Estados Unidos nadie me conocía. Yo tuve que ingeniármelas para hacerme conocido allá, por eso entrenaba en un gimnasio en Estados Unidos. Como nadie me conocía, yo necesitaba ingresos y me puse a trabajar de lo que sea. Aparte de eso, salía a correr a las cinco de la mañana para mantener la parte física. Luego, me iba al trabajo y salía a las cinco de la tarde y a las seis ya estaba en el gimnasio de boxeo para mi segundo entrenamiento del día. El esfuerzo ha sido grande, mi juventud la pasé en Estados Unidos. Después de cinco meses viviendo allá, me salió una primera pelea. Todo se dio a base de constancia y entrenamiento, porque poco a poco iba mejorando. Me dieron esta oportunidad y fue ahí donde fui haciéndome de un espacio en el mundo del boxeo en Estados Unidos y luego vinieron más peleas. Estuve casi tres años allá, pero luego hubo un punto de quiebre en mi vida, pues sentí que tenía que volver porque tenía a mi familia esperándome aquí.

- Pasan los años y se sigue hablando del título mundial que conseguiste. ¿Cómo lo recuerdas?

Yo venía buscando este objetivo de ganar un mundial de box desde muchos años atrás y cómo es el destino que el Mundial que gano se da acá en Lima contra el mexicano José Rodríguez. Él era el campeón actual en ese momento y fue ahí que le quito el título. Fue una pelea muy importante para mi carrera deportiva. Hay que tener en cuenta que cuando yo gano el Mundial, lo hago con una edad avanzada para el deporte. Yo venía buscando esa oportunidad por muchos años, pero no se me daba y hasta me dijeron que me dedicara a otra cosa. Hasta que por fin en el año 2012 se me dio la oportunidad, había mucha bulla y mucha euforia, mi mente estaba en otro lado. Yo no escuchaba nada, yo sentía que estaba solo en ese momento y quería disfrutarlo internamente.

Alberto Rossel se consagró campeón mundial de boxeo en 2012 - Créditos: Andina
Alberto Rossel se consagró campeón mundial de boxeo en 2012 - Créditos: Andina

- ¿Te consideras el mejor boxeador peruano de la historia?

Me considero el boxeador que más perseverancia ha tenido y el que más ha luchado a lo largo de su vida. El boxeo a mí me enseñó a batallar, a levantarme y a continuar ante la adversidad. Muchas veces pensé qué podría haber pasado si mi sueño deportivo no se cumplía a pesar de haber estado tantos años dedicándome a eso y ya cuando se da todo el tema del Mundial y lo gano, me sentí satisfecho por todo los esfuerzos que había hecho en el proceso.

- Tu hijo también es boxeador...

En mi etapa como entrenador y formador de talentos deportivos se me cruzó mi hijo. Él ha hecho deporte desde los 12 años, pero boxeo nunca. Yo trataba de inculcarle el gusto por el boxeo, pero no le llamaba la atención, pero ya a los 13-14 años empezó a sentir interés por practicarlo. Es ahí donde él empieza a practicar este deporte y yo estaba contento de poder enseñarle y hacerle entender que este no era un deporte como cualquier otro. Hay que tener mucha disciplina y mucha responsabilidad para subirse a un ring de box, no puedes subirte si no te has preparado.

- Postulaste a la alcaldía de Villa El Salvador, ¿te gustaría volver a hacerlo?

Siempre he tenido la voluntad de servir y la voluntad de ver mejoras para los demás. Yo soy de Villa El Salvador, ahí crecí y me formé. Durante ese tiempo pude ver sus carencias, lo viví en carne propia cuando todavía todo era un arenal. Hoy en día, ha mejorado enormemente, pero en mi época que todo era tierra, recuerdo que yo hacía parte de mi preparación ahí. Yo siempre soñaba con ver a mi distrito mejor y es ahí donde me animo a postular. Primero me dijeron que apoyaría a un candidato que iba a postularse a la alcaldía y me gustó la idea, pero luego cuando voy a la reunión con el partido no había candidato y me dijeron que yo iba a ser el candidato, o sea, me engañaron un poco. Yo soy una persona de retos y por esa emoción del momento acepté. Parte del deporte también es política y fue por eso también que tomé la decisión de postular y vivir esa campaña electoral en Villa El Salvador. Fue algo nuevo para mí y si bien no logramos el objetivo, quedamos entre los tres primeros. Nunca me voy a negar a ninguna oportunidad de trabajo, siempre voy a estar dispuesto a asumir nuevos retos.

- ¿Sigues teniendo un gimnasio?

Sí, claro. Yo cuando decidió regresarme de Estados Unidos y quedarme aquí, vengo a retomar muchas cosas que había dejado. Tenía que culminar mi carrera para ser profesor de educación física, entonces lo hice y no hace mucho que la terminé. Con el paso de los años me fui proyectando y ahora también tengo mi propia academia en La Victoria, donde entreno a un grupo de muchachos. Ahí también entrenaba mi hijo, él empezó a competir a nivel de clubes y luego ya en torneo federados. Después fue considerado en la selección nacional de menores, pero ahora ya no está entrenando porque decidió estudiar e ingresar a la universidad.

- ¿A qué te dedicas hoy en día?

Mi trabajo es esto, volcar mis experiencias en esta nueva generación porque eso es lo que me hace sentir bien. Trabajo en lo que me gusta y quiero estar aquí, no quiero desligarme nunca del deporte ni del boxeo, sobre todo porque tengo en mis manos el futuro de niños y adolescente con muchas ilusiones. Ellos siempre me preguntan cómo hice para llegar a donde estoy y yo nunca me canso de hablar de las experiencias que he tenido. A los padres de familia yo les explico lo que significa el deporte de alta competencia, les digo que es una carrera y una vida llena de privilegios, pero para que eso sea completo uno tiene que ser disciplinado, entrenar, prepararse, cuidarse, ser ordenado y organizado.

Alberto 'Chiquito' Rossel sigue sumando logros en el box, pero desde otra esquina del ring. (Video: Paula Elizalde)

Eres de hincha de Alianza Lima...

Yo me hago hincha de Alianza por mi hermano que era futbolista, él siempre seguía al equipo. Recuerdo que aquel año, cuando hubo el accidente del Fokker, fui al estadio con mi papá y mi hermano mayor. Yo tenía 10 años y es ahí donde empieza mi hinchaje por Alianza Lima. A pesar de que era muy chico, era un sentimiento muy lindo el que sentía. Cuando fui campeón mundial me hicieron un reconocimiento en Matute, estuve junto a los jugadores. Es algo que siempre quedará grabado en mi memoria y en mi corazón.

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