Valentina Shevchenko ha vuelto al sitial máximo. La deportista peruana ha recuperado el cinturón UFC de la categoría peso mosca, tras imponerse a la mexicana Alexa Grasso (16-4-1) por decisión unánime, en la Noche UFC realizada en Las Vegas.
La pelea resultó una revancha para Shevchenko, dado que la misma rival se había quedado con su cetro al superarla el año pasado y tiempo después retuvo el título por un empate. Ahora, la peruana, de 35 años, pudo quitarse la espina y celebrar por todo lo alto.
Valentina siempre fue superior a Alexa. Así quedó reflejado a través de registros puntuales: 44 golpes al cuerpo de la oriunda de Kirguistán contra 18 ejecutados por la otrora campeona.
“Es un sueño hecho realidad luchar en la Esfera”, adelantó la ‘Bullet’ no bien sonó la campana confirmando su reivindicación. “Todo en esta pelea fue más satisfactorio [que la última]. El plan de juego era entrar y luchar hasta el final”, prosiguió.
Ubicada en la conferencia de prensa, Shevchenko resumió su exhibición como “más que un baile, es un estilo, es cultura, es energizante, es para los peleadores, los guerreros y te levanta el espíritu”.
Reconoció, por otro lado, las altas demandas en los entrenamientos previos pensando en su revancha contra la mexicana: “Mi preparación la hemos empezado con tiger muay thai exactamente para esta pelea. Mi entrenador siempre está buscando qué técnica usar y qué necesitamos agregar a mi juego en el deporte”.
“Hubo un momento en que ella me sostuvo la cabeza, pero no estuve en riesgo en ningún momento porque logré meter mi brazo y evitar su enganche de manos, tal como pasó en la primera pelea. Estuve muy bien preparada para evitar eso nuevamente”, repasó la luchadora peruana por adopción.
Con respecto a una posible revancha contra Alexa Grasso, Valentina dijo que “creo que el público quisiera ver unas nuevas caras, como dije anteriormente, estoy dispuesta a pelear con cualquiera, pero creo que en un futuro más cercano, no sería muy apropiado”.
Shevchenko, peruana de corazón
Nacida en la ciudad de Biskek, Kirguistán, la Bullet se hizo un camino en la historia de las artes mixtas desde muy pequeña por la influencia de gran parte de su familia. A inicios del 2009, dio un vuelco de 180° grados a su vida al trasladarse a Perú por recomendación de su entrenador, quien tenía pleno conocimiento que en suelo inca se podía dar un impulso mayor en los entrenamientos de muay thai.
“Como primera opción, decidimos ir a Perú. La gente de allá se interesó mucho por el Muay Thai, querían aprender y nosotros empezamos a enseñar, dar seminarios por diferentes ciudades, por lo que decidimos quedarnos por 8 años”, dijo Pavel Fedotov.
Fue tal su conexión y enamoramiento con el país andino que no dudó en cumplir con un tiempo de estadía prolongado para obtener la nacionalidad peruana, de la que presume en cada presentación de UFC. De hecho, cada vez que triunfa en un octógono tras una pelea, Valentina Shevchenko exhibe la bandera de los sitios que ocupan su corazón: Perú y Kirguistán.