El problema de los arreglos de partidos por apuestas deportivas en el fútbol peruano es cada vez más grave. Esta vez, un nuevo protagonista decidió contar su testimonio. Se trata de Pier Larrauri, quien lo vivió en carne propia durante su etapa en Deportivo Coopsol (2023) de Liga 2.
El volante de 30 años comenzó dejando en claro que, a pesar de creer que uno no debe traicionar sus principios, entiende que el campeonato de ascenso sea el escenario perfecto para este tipo de situaciones, debido a que los futbolistas cuentan con una pésima situación laboral, por lo que, ante la necesidad de sustentar a su familia, incurren en este tipo de actos:
“Llegué a Coopsol, el plantel super sano, pero empezamos a ver todo lo que se vive detrás del torneo de segunda división. Yo considero que uno nunca debe traicionar sus principios, como es como persona, su esencia como ser humano. Tampoco he estado en situaciones extremas, pues no tengo un hijo. En el torneo de segunda división muchos equipos tienen malos pagos, un campeonato que dura 5 meses: ¿Cómo es un trabajo así, con el sueldo que pagan? No les da a los jugadores. Todo eso termina desencadenando a que aparezcan terceros que llaman a los jugadores constantemente con todo el tema de las apuestas”, reveló en el podcast del periodista Horacio Zimmerman.
Larrauri, por ser uno de los más experimentados del plantel, asumió la capitanía del equipo. Debido a ese rol de liderazgo, sus compañeros con problemas de arreglos de partidos comenzaron a acudir en su ayuda. Uno de los testimonios más sobrecogedores fue el de uno de los defensores, quien reveló que unos terceros le aseguraron que tenían arreglados a sus compañeros de zaga. Además, no tenían forma de denunciar o tomar decisiones al respecto, ya que no encontraban pruebas que confirmen el hecho:
“Muchos de los jugadores se me acercaban y yo no sabía si estaban jugando para mí o contra mí. Me acuerdo de una experiencia en la que un central del equipo se me acercó en la previa a un partido con Comerciantes Unidos en Cutervo, y me dice: ‘Mira este mensaje’. Que era de un tercero, y decía ‘ya tres de tus defensas ya están, solamente faltas tú, te tienen que meter dos goles en el primer tiempo’. Entonces me acerqué al DT a decirle ‘Esto está pasando’. Él me preguntaba si era seguro y yo no lo sabía, porque cómo comprobar eso si no hay mensaje de la persona con él, tampoco te mandan pruebas. Eso era semana tras semana”, relató.
“Un exseleccionado está involucrado”
Pier Larrauri comentó que uno de los hechos que más le indignó fue que la persona que contactó a su compañero, era un exfutbolista profesional, con paso incluido por la selección peruana y que había sido dirigido por Víctor ‘Chino’ Rivera, DT en ese momento de Coopsol, a quien considera una persona intachable, pero que también se vio sobrepasado por el problema:
“Lo peor de todo es que ese tercero había sido futbolista profesional, seleccionado nacional y entrenado por nuestro DT de ese momento, que era el ‘Chino’ Rivera, que es una persona de bien, que siempre se había movido por lugares de bien, entonces, igual que yo nunca había experimentado lo que nos tocó vivir ese año, por eso estaba desesperado como yo”, añadió.
El exjugador de Alianza Lima también expresó lo difícil que es salir de ese mundo, ya que otro de sus compañeros se vio obligado a no utilizar celular, con el fin de que los terceros detrás de los arreglos no puedan contactarlo.
“Había un defensa del equipo que ya no tenía celular. Había estado tan metido dentro de esta mafia en algún momento, que quería salirse, pero ya no podía, porque hay una mafia detrás. Las personas lo llamaban a él y él se podía salir. Yo pensaba: ‘Qué tan fuerte será esta mafia detrás, para inclusive llamar a los jugadores y que estos no tengan que tener contacto con ellos para poder salirse’”.
Ante tantos problemas, pese a sentirse a gusto con el proyecto, Larrauri tomó la decisión de marcharse y actualmente se encuentra jugando en Ceahlaul de Rumanía: “Todo esto me generaba un desgaste emocional muy grande. Yo siempre he buscado la excelencia y al ver que mi carrera se estaba yendo por lugares en los que no solamente tenía que preocuparme en jugar, sino en todo lo demás. Yo decía ‘dónde estoy parado, no me he esforzado toda mi vida para vivir este tipo de situaciones’”, finalizó.