Walter Ormeño, emblemático portero peruano del siglo XX, ingresó al Salón de la Fama del Fútbol Internacional

Walter Ormeño, legendario portero de Perú, ingresó en calidad de leyenda al Salón de la Fama del Fútbol Internacional en un histórico evento realizado en el Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña, en Guanajuato, México. De esta manera, se convirtió en el primer deportista peruano en recibir la máxima distinción FIFA.

Precisamente su único hijo, quien fuera su mayor engreído en una parte importante de su trayectoria en México, se encargó de recibir el reconocimiento del llamado ‘Superman’, cuya estampa señera siempre fue reconocida por todos.

“Hoy, sorprendentemente, estamos aquí. Siempre pensé que él era un buen gran futbolista, un gran arquero, un gran técnico, pero nunca había tenido la oportunidad de presentarse un premio de esa naturaleza, hoy es investido como una leyenda del fútbol mexicano. Sé que el Negrito está viéndonos en estos momentos; lo logramos, jefe”, concluyó no sin antes llevarse el premio que reconoce a su padre como un mito.

Entre los nuevos miembros ingresados en el Recinto de los Inmortales, conviene destacar, destacan Diego Simeone, Hernán Cristante, José Luis Chilavert, Kristine Lilly, Sepp Maier, Oliver Kahn, Omar Bravo, Ricardo Peláez, Andrea Pirlo, Rodrigo ‘Pony’ Ruiz, Carlos Salcido, Antonio Naelson Sinha, Iván Zamorano y David Beckham.

Nacido en Lima, en la época señorial de la década del 20′, Ormeño debutó en Universitario de Deportes logrando el bicampeonato de 1946-1947. Producto de su loable rendimiento con los ‘cremas’, se ganó su derecho a representar a la selección peruana en la Copa América 1949 llevándose la medalla de bronce.

En 1950 emigró a Colombia, uniéndose al desaparecido Club Atlético Huracán de Medellín, para iniciar su carrera en el exterior. Tiempo más tarde dio el salto más importante de su carrera profesional al instalarse en La Bombonera como el portero de Boca Juniors, entre 1952 y 1955. Entre medias fue capaz de levantar el Campeonato Nacional de Argentina de 1954.

Pasó, después, a Rosario Central por solo un periodo y luego optó por volver a Perú para defender las redes de Alianza Lima en 1957. La vida le cambió, totalmente, dos años más tarde cuando el poderoso Club América de México se lo llevó por aprobación del magnate Emilio Azcárraga Milmo.

Así, el ‘Gigante de Ébano’ empezó una carrera brillante en suelo azteca que le valió el reconocimiento del mexicano de a pie. Otras instituciones que lo albergaron fueron el Zacatepec FC (1961), el Atlante (1962) y el Morelia (1964).

El peruano, cuyas actuaciones bajo los 3 maderos arrebatan los elogios de la prensa local, no se desmarcó totalmente del fútbol e inmediatamente pasó a ocupar el rol de director técnico, tras cumplir con estudios en Buenos Aires y en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México).

Fue en ese apartado, que duró más de 3 décadas, donde Walter Ormeño cosechó sus mejores reconocimientos, sobre todo en Guatemala ganando 4 Ligas Nacionales con el Comunicaciones FC (1970, 1972, 1979 y 1991).

Aunque en México desarrolló muy buena parte de su faceta entrenando a varios clubes, sobre todo a los 4 clubes más grandes del campeonato: Cruz Azul (1966), Pumas UNAM (1967), Club América (1969) y las Chivas de Guadalajara (1972). Se retiró, a los 76 años, dirigiendo a la extinta Asociación Deportiva Santa Bárbara de Costa Rica, en 2002.