El camino de la selección peruana a la Copa del Mundo Rusia 2018 tuvo de todo. Momentos tristes, felices y hasta de suerte. Uno de ellos fue el partido con Bolivia en La Paz, donde la mala inscripción del originario de Paraguay, Nelson Cabrera, terminó dándole los tres puntos a la ‘bicolor’ y ayudando de gran forma para romper esa sequía de 36 años.
César Ortíz estuvo presente en decisivo encuentro. El entrenador Ricardo Gareca lo convocó de forma sorpresiva apelando a sus condiciones mostradas en la altura con las camisetas de Sport Huancayo y Real Garcilaso, e incluso formó parte del once titular en el estadio Hernando Siles de La Paz.
El ‘Flaco’, en diálogo con Infobae Perú, reveló detalles de dicho Perú vs Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas. Además, compartió su nueva faceta como entrenador en su academia Educa Sport, donde realiza una conmovedora labor con niños con habilidades especiales.
La convocatoria de Gareca y el decisivo partido para ir al Mundial Rusia 2018
- En 2016, Ricardo Gareca hizo una convocatoria para enfrentar a Bolivia en La Paz camino a Rusia 2018. Una de las sorpresas fuiste tú. ¿Cómo se dio ese llamado?
Estaba un poco más grande, tenía 33 años, andaba jugando bien en Sport Huancayo, se venía el partido con Bolivia, ya se especulaba que iban a armar un grupo grande para tratar de ver jugadores que puedan estar en ese partido y que puedan ayudar. Era un momento en que la selección tampoco andaba bien, habían chicos que después asumieron y nos llevaron al Mundial como Edison Flores y Raúl Ruidíaz.
- ¿A qué jugadores le hicieron seguimiento de tu equipo?
Habían muchos jugadores de Huancayo en el bolo. Estábamos Cleque, Lliuya, ‘Peñita’ y mi persona. Había ido una nutricionista, nos tomaron nuestros pesos y nos dijeron que nos estaban observando. Seguimos jugando, estábamos afrontando la Copa Sudamericana en ese momento y habíamos pasado de fase. Cuando se da el llamado, pues una alegría indescriptible, ya tú te imaginarás, defender a tu país, estar nada más entre los convocados, ya era espectacular.
- Mencionaste a Marcos Lliuya, ¿por qué crees que no fue llamado en ese momento y en otras oportunidades? ¿Se debió a un tema de peso?
Él fue el único que no llamaron. Sé que tenía muchas ilusiones al igual que nosotros de ir, entonces cuando sale la lista y él se queda, yo sentí que era un poco triste. No hablé con él en su momento y tampoco conocí el motivo. Lo cierto es que esos pequeños detalles al final permitieron la clasificación al Mundial. No sé si haya sido el factor determinante para que Marcos no haya sido convocado, el profesor Gareca es el que sabe la verdad de todo eso.
- Volviendo al tema de tu convocatoria, ¿tuviste una charla con Ricardo Gareca cuando llegaste al ‘campamento’?
Llegué directo a Cusco luego de jugar en Paraguay. Nos recibieron bien y el profesor Gareca habló con cada uno. En lo personal, me llamó a su habitación, estaba el videoanalista y me mostró mi partido con Alianza. Me fue hablando de mis movimientos que había hecho, me decía lo que hice bien e hice mal. Entonces me sacó una radiografía de lo que había hecho en ese partido.
- Si el estar dentro de la convocatoria representaba mucho para ti, ¿qué sentiste al conocer que ibas a ser titular ante Bolivia?
No sabía que iba a arrancar, Yotún y Aquino eran los dos que iban a jugar, porque Tapia no iba a participar, lo iban a guardar para enfrentar a Ecuador. Por ese motivo, dormí tranquilo. Cuando llego al estadio, estábamos calentando con Guerrero, Retamoso, Sánchez, los suplentes, y me llama el profesor Bonillo. No sabía lo que había pasado, me metieron rápido a calentar con los titulares. En el vestuario recién Solano me jala a un cuarto y me dice que Yotún estaba mal. Me dio algunas indicaciones, todo fue rápido, me cambié y salí a la cancha. La verdad todo fue muy rápido, que ni siquiera me dio tiempo a los nervios ni nada.
- Lastimosamente, ese partido lo perdemos en la cancha 2-0, ¿cómo fue el vestuario?
No hubo muchas palabras, todos estaban tristes, algunos fueron a ducharse y otros a meterse al hielo. Fue uno de los vestuarios más tristes en donde estuve, me imagino también porque estábamos representando al Perú, todo un país estaba ilusionado. Hubo llantos, no me acuerdo quién lloró, pero fue bastante duro.
- ¿Qué te dijo Ricardo Gareca sobre tu rendimiento?
Habló después del partido, llegando a Lima, me dijo que me faltó involucrarme más con en el balón y tenía razón. Después vi otra vez el partido, defensivamente cumplí, pero ofensivamente me faltó un poco, esa es mi autocrítica. En lo grupal, el profesor también recalcó algunas cosas que habían sucedido en el partido, en los goles tuvimos errores, pero no se hizo un mal partido. Hubo palabras fuertes y también palabras que hay seguir porque venía Ecuador.
- Tiempo después sale a luz la mala inscripción del jugador boliviano y los puntos fueron para Perú, ¿Cómo te llegó la noticia?
Me acuerdo que fue después de meses, Chile hace el reclamo, entraba lo de Perú, se especulaba, ahí ya no tenía participación en la selección, pero quedó en la anécdota. Muy contento como peruano porque eran tres puntos y nos servían para la clasificación.
- ¿Te quedó la espina de no seguir en la selección peruana?
Claro que sí, debí aprovechar mejor la oportunidad. Me queda la espina porque debí involucrarme un poco más en lo ofensivo, pude hacer un mejor partido ante Bolivia y de repente podría haber tenido más convocatorias.
Su labor altruista como entrenador
- ¿Por qué decides retirarte? ¿Fue difícil tomar la decisión?
Siempre es difícil porque llevas tantos años en esta profesión. Yo estaba en Ayacucho en el 2018 y en la última parte me lesioné bastante. Mi familia estaba en Lima, mis hijos y mi esposa psicóloga. Me tocó quedarme solo, entonces tenía viajes constantes de Ayacucho a Lima. Ahí hice un desgaste y al final me pasaba factura en los partidos y me lesioné de la rodilla. En ese tiempo de mi recuperación, estuve en Lima y conversé con mi esposa, ella me decía que me quedara con mis hijos y a eso se unió que ella queda embarazada. A fines de 2018 solo tuve propuestas de equipos de altura, pero ya había quedado en jugar, pero solo en Lima. No se abrieron las puertas y decido retirarme del fútbol.
- ¿Ningún club de la capital te llamó en ese momento?
En ese momento no, pero tiempo atrás así. Alianza Lima me llamó un par de veces. Me acuerdo que en la primera tenía contrato y la segunda no fui porque Juan Aurich me ofreció una propuesta mejor. Cristal también me quiso. Hacemos una buena campaña con Roberto Mosquera en Sport Huancayo y él se lleva varios jugadores. Supuestamente estaba en el bolo, pero decidí ir a otro lado porque económicamente era mejor. Me queda esa espina, me va a quedar toda la vida.
- Post retiro, ¿te dedicaste a otra labor alejada del fútbol o de inmediato ejerciste como entrenador?
De frente como entrenador. Hice el curso cuando estaba en Real Garcilaso, obtuve la licencia C con varios compañeros, luego me voy a Huancayo y en el último año comienzo a trabajar en una escuela de fútbol. Ahí me di cuenta que habían algunos niños que no tenían mucho talento y los hacían a un lado. Entonces estudié para ser entrenador de niños con habilidades diferentes, niños con TEA, niños con síndrome de Down, niños con algún diagnóstico.
- A partir de eso decides formar tu academia Educa Sport...
Este proyecto surgió en la pandemia. Comencé a hacer personalizados, se va formando el tema grupal, fue creciendo y cree la academia. Mi idea siempre fue formar a los niños a través del fútbol. En Educa Sport, tenemos niveles, hay niños que quieren competir y otros que solo vienen a divertirse. También, hay inclusión. Hemos tenido niños con síndrome de Down, que estaban con nosotros y al final jugaron en la ‘U’.
- ¿Qué tan importante es el deporte para los niños con habilidades especiales?
Es muy importante, es básico, no solo para ellos, sino para todos, por un tema de salud y compañerismo. Sus hijos van a otro ritmo, pero no significa que, por ir a otro ritmo, lo saquen de la escuela. Nosotros los profesores tratemos de nivelar a su pequeño, tal vez lo logremos o tal vez no. Algunos padres ven que sus hijos no se concentran, no puede seguir las instrucciones, no puede seguir al grupo y optan por sacarlo. Lo que no saben es que hay que seguir intentando. Eso aprendí cuando hice prácticas en las Municipalidades de Surquillo y San Borja, estuve dándole clase a niños con habilidades diferentes y eso me sirvió mucho para para aprender de ellos y entenderlos.
- ¿Qué te genera realizar esta gran labor?
Simplemente lo hago porque me gusta. Le tomé cariño, estos niños son marginados, a veces me ha pasado que los padres dicen: ‘¿Cómo va a compartir con mi hijo?’ A esa gente le hemos demostrado que no pasa nada, que los niños pueden compartir sin problemas. Se debe reeducar al adulto porque el niño, lógicamente, no se da cuenta, juega con todos. Recién cuando van creciendo, toman conciencia.