Del “no vamos a ganar ni un set” a ser Top 6 del mundo: el éxito de Antonio Rizola con la sub 17 que enciende una luz de esperanza en el decaído vóley peruano

El entrenador brasileño asumió su primer gran reto en el Perú con modestas expectativas, pero terminó superando todos los pronósticos en el Mundial Sub 17 de vóley

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Antonio Rizola logró su primer éxito en el Perú al posicionar a la sub 17 nacional en el top 6 del mundo. Crédito: Volleyball World
Antonio Rizola logró su primer éxito en el Perú al posicionar a la sub 17 nacional en el top 6 del mundo. Crédito: Volleyball World

Ni bien llegó al Perú, ya en su primer mes, Antonio Rizola fue blanco de críticas. Sus palabras de realismo, que muchos percibieron como pesimismo, no cayeron muy bien en el entorno nacional. “No vamos a ganar un set en el Mundial Sub 17″, pronunció con total convicción en una entrevista para este medio. Esa realidad, sin embargo, terminó siendo alterada por él mismo y por un prometedor grupo de ‘matadorcitas’ que no dejó de soñar en ningún momento, demostrando que “todos sueñan lo que son”, como diría Pedro Calderón de la Barca. Y ellas son unas campeonas.

El vóley peruano pasaba ‑pasa‑ por uno de los peores momentos de su historia. Se llegó a un punto en el que ya no podíamos seguir viviendo más de las hazañas de antaño. Aferrarnos tanto a las viejas glorias nos hizo tocar fondo, como ya se anunciaba desde hace buen tiempo. La situación se volvió totalmente insostenible y el banquillo quedó libre.

En la Federación barajaron algunos nombres en busca de un milagro. Finalmente fue Rizola el que decidió agarrar el fierro caliente del equipo cuando seguramente muchos no se hubieran animado. Su amplia trayectoria en este bello deporte y su gran trabajo realizado en Colombia respaldaron su elección.

Después de su presentación oficial, el brasileño se puso manos a la obra rápidamente. Aunque fue contratado para trabajar con la selección adulta, no dudó ningún en segundo en también tomar el mando de las categoría menores, especialmente de la sub 17 por el Mundial que se avecinaba. “A mí me gustan los desafíos, y desde ahora quiero trabajar con un grupo que va a llegar a mis manos en cinco años”, explicó sus motivos en aquel entonces.

El seleccionador nacional de vóley y sus palabras meses antes de disputar el Mundial Sub 17 de vóley. (Video: Paula Elizalde)

Con muchas ganas de hacer las cosas bien, Rizola comenzó a formar una base fortificada con jugadoras desde los 14 años, pero sus aspiraciones no eran muy altas para el gran desafío. Siempre consideró a los rivales mundialistas completamente superiores a Perú. “La diferencia es muy grande”, afirmaba. Tenía varias razones para creerlo.

“¿Entonces para qué lo contrataron si las expectativas son perder todos los partidos?”, cuestionaron muchos. Pero él sabía que su perspectiva no era ajena a la realidad del vóley peruano. Y por más que sus palabras hayan podido desilusionar a todo un país, él no perdía la ilusión. El resto es historia.

El subcampeonato que marcó un inicio glorioso

La primera prueba de Antonio Rizola al mando de una selección peruana transcurrió miles de kilómetros lejos del país. En Guatemala se llevó a cabo la Copa Panamericana Sub 17 y la ‘bicolor’ fue una de las escuadras invitadas para competir. No se aspiraba llegar muy lejos. De hecho, el objetivo planteado por el entrenador era ganar ‑si quiera‑ un set. Pero el potencial del equipo era muy grande como para reducir su participación a solo un parcial.

Perú terminó ganando 12 sets y clasificó a la final del campeonato contra su propio pronóstico. En la medalla por el oro, la ‘bicolor’ no pudo hacer mucho ante Puerto Rico, pero se quedó con una presea plateada más que meritoria. El subcampeonato continental fue un punto de partida importante para el engorroso camino rumbo al Mundial.

La selección peruana sub 17 de vóley logró un meritorio subcampeonato en la Copa Panamericana de la categoría. Crédito: Norceca
La selección peruana sub 17 de vóley logró un meritorio subcampeonato en la Copa Panamericana de la categoría. Crédito: Norceca

En Lima, las ‘matadorcitas’ fueron recibidas como unas auténticas campeonas. Porque lo son. Pero mantuvieron los pies sobre la tierra en todo momento. Ellas fueron conscientes de que el desafío que se aproximaba en el Mundial era mayor y no se crearon falsas ilusiones. Eso sí, no dejaron de soñar y derramaron litros de sudor en los entrenamientos diarios, llevando sus clases de colegio a la par, para competirle de igual a igual a las potencias.

Las expectativas no cambiaron a pesar de lo conseguido en Guatemala. El mismo Rizola decía que los contendientes que venían de otros continentes nos iban a “masacrar”, en otras palabras, a pasar por encima. No quería confundir a la población con la medalla de plata que trajo del torneo de la Norceca. Pero él también soñaba. “Yo siempre voy a tener esperanza y sueño un poco más de lo que uno espera de mi persona. Sueño alto”, confesó.

El sueño mundialista

Por las mañanas y por las tardes, a doble turno, Antonio Rizola llevó a cabo su operación Mundial en el Centro de Alto Rendimiento de la Videna. Repotenció al grupo y les hizo saber a todas que ninguna tenía el lugar asegurado para esta importante competencia. Incluso, la capitana Ariana Vásquez sabía que debía pelear por su puesto a como de lugar. En la lista iban a estar las mejores del momento.

Antonio Rizola y la capitana de Perú, Ariana Vásquez. Crédito: FPV
Antonio Rizola y la capitana de Perú, Ariana Vásquez. Crédito: FPV

Dicho y hecho. Finalmente, el DT hizo un par de modificaciones respecto a su lista de la Copa Panamericana. En la nueva nómina se integraron Shaddia Campos y Heidi Pairazaman en reemplazo de Fariuzza Mora y Cesia Mariño. Todas las demás lograron permanecer en la convocatoria.

Importante fue que Rizola fortificó óptimamente los lazos en este prometedor grupo, que en todo momento se mantuvo unido y alegre. Ya en los amistosos previos al Mundial quedó demostrado que el equipo podía lograr grandes cosas, ganándole a República Dominicana y jugando buenos partidos contra Italia y Japón, los campeones de Europa y Asia en la categoría, respectivamente.

Después, llegó el momento de levantar el telón. El momento por el que tanto se esperó. Fue la noche del sábado 17 de agosto en un Coliseo Dibós repletísimo. No había espacios para sentarse en ningún lado. La ilusión estaba a tope. Y las ‘matadorcitas’ lo sabían. Los nervios traicionaron en el debut ante un candidato al título como Brasil, que ganó el duelo en sets corridos. Y esa derrota provocó un breve recordatorio de las palabras del DT con realismo. ¿Podremos ganar algún set en el torneo?

La meta, según Rizola, era conseguir un parcial, pero este equipo estaba predestinado a ganar mucho más. Perú se impuso contra Canadá (3‑0) y República Dominicana (3‑1) y clasificó como segundo mejor de su grupo a los octavos de final. En este instancia se tumbó a nada menos que el campeón sudamericano, Argentina, en un dramático enfrentamiento (3‑2), para colocarse entre los ocho mejores del planeta.

La selección peruana tuvo que irse al quinto set para superar a las 'gauchas' en el certamen internacional. (Video: TV Perú)

Ya en ese momento la selección había superado cualquier expectativa. Ya había hecho historia en el primer Mundial Sub 17 de vóley. Y no importaba lo que pasara luego. Sin embargo, las aspiraciones crecieron significativamente y la ‘bicolor’ ‑entonces‑ fue en busca de más. Desafortunadamente, poco se pudo hacer ante un Japón sólido e invulnerable defensivamente. El campeón asiático se llevó el triunfo en los cuartos y luego llegó hasta la final.

A Perú le quedó competir por el quinto lugar y la ambición no disminuyó: consiguió una impresionante victoria frente a Turquía (3‑1), subcampeón europeo, y se citó con Brasil para la revancha. En este duelo sudamericano, las ‘matadorcitas’ fueron de menos a más, peleando por una remontada, pero el físico de las jugadoras ya había alcanzado el límite. El país terminó la competencia en el puesto 6.

Antonio Rizola y un balance extraordinario que enciende una luz de esperanza

“No vamos a ganar ni un set”, creyó Rizola meses atrás. Pero ganamos 14 sets. “No vamos a pasar de la primera ronda”, dijo. Fuimos segundos en nuestro grupo, ganamos al campeón sudamericano y, como si fuera poco, hicimos lo propio con el subcampeón europeo. El pronóstico era estar entre los últimos lugares ‑sino el último‑, pero somos Top 6 del mundo.

Antonio Rizola ha tenido un balance exitoso en el Mundial Sub 17 de vóley con la selección peruana. Crédito: Volleyball World
Antonio Rizola ha tenido un balance exitoso en el Mundial Sub 17 de vóley con la selección peruana. Crédito: Volleyball World

El balance de Antonio Rizola en su primera gran prueba ha sido, en resumen, exitosa. Y no solo por los números conseguidos en conjunto. El entrenador brasileño ha sabido potenciar a nuestras jugadoras, de tal manera que compitieron de igual a igual con las mejores del mundo en esta categoría juvenil.

No por casualidad están Ariana Vásquez y Gianella Chanca entre las 10 jugadoras con más puntos en el Mundial y las 10 mejores atacantes. No por casualidad tenemos a la mejor líbero del campeonato, Liana Torres, en nuestras filas. Ni que hablar del desenvolvimiento de Paola Moreano, Camila Monge, Alexa Vega y todas las que fueron parte de este resultado positivo.

Cada una aportó su granito de arena y permitió que el nombre del país esté en lo alto. Una pequeña luz de esperanza se ha vuelto a encender en el decaído vóley peruano gracias a estas chicas que lo dieron todo en la cancha, y gracias a Antonio Rizola, que nos está devolviendo la fe. Esto, claro, apenas comienza.

Antonio Rizola supo potenciar a las jugadoras peruanas para brillar en el Mundial Sub 17 de vóley. Crédito: Volleyball World
Antonio Rizola supo potenciar a las jugadoras peruanas para brillar en el Mundial Sub 17 de vóley. Crédito: Volleyball World

De hecho, no habrá descanso, ya que se viene el Sudamericano Sub 19 y el DT también planea estar ahí, llevando ‑incluso‑ a cinco jugadoras de la sub 17. Con este notable trabajo en las categorías menores, el brasileño continúa su plan para devolver al vóley peruano al lugar al que realmente pertenece. Seguramente, habrán muchos frutos en mayores más temprano que tarde. Y es que el compromiso que ha mostrado el técnico hasta el momento es tan encomiable como esperanzador.

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