La selección peruana perdió 3-1 (parciales de 21-25, 15-25, 25-23 y 17-25) con Japón por los cuartos de final del Mundial Sub 17 de vóley 2024 y quedó sin chances de levantar el título. Fue un resultado muy doloroso para las dirigidas por Antonio Rizola quienes, si bien no llegaban como favoritas, tenían el sueño de levantar el título en casa.
Al finalizar el encuentro, se produjo un momento muy tierno y significativo, debido a que las jugadoras de ambos equipos formaron un círculo en la mitad del campo, se tomaron de las manos y comenzaron a entonar la canción que el mítico DT japonés, Akira Kato, considerado precursor del vóley peruano, le cantaba a sus dirigidas en sus primeros años en el Perú.
Este hecho conmovió a todos los presentes del Coliseo Dibós de San Borja. Quien se mostró más emocionado fue el propio entrenador de Japón, Daichi Saegusa, y no pudo contener las lágrimas al recordar a su compatriota y el legado que dejó en nuestras tierras: “Para nosotros es algo especial, porque el profesor Akira Kato vino a enseñar voleibol al Perú, así que lo que hicieron ambos equipos fue especial. Todavía no puedo pensar en el mañana, quedan partidos y nosotros los afrontaremos con todo”, declaró antes de quebrarse.
El legado de Akira Kato en el Perú
Akira Kato nació el 3 de noviembre de 1933 y se desempeñó como voleibolista en su natal japón. En 1965, cuando tenía 32 años su vida cambió, ya que recibió la invitación de José Pezet Miró Quesada, entonces presidente de la Federación Peruana de Vóley (FPV) de venir a tierras peruanas para asumir el mando de la selección.
En aquella época no manejaba el español, por lo que se manejaba con un traductor. No obstante, eso no le impidió iniciar con las reformas que marcarían la evolución del vóley peruano. Algunos de sus actos más destacados fueron solicitar que se cambie el suelo de la bombonera del Estadio Nacional, pasando del cemento al parquet, hecho que permitió a las jugadoras poder moverse con facilidad en el campo de juego y lanzarse al suelo para las salvadas sin lastimarse.
Posteriormente, comenzó a reclutar jugadoras en todo el país. Su metodología era el trabajo duro y cambió las sesiones de entrenamiento de dos a cinco horas, de lunes a sábado. Además, combinó el estilo de juego japonés, que se caracterizaba por la agilidad, rapidez y gran trabajo defensivo, con el europeo, que resaltaba por la potencia.
Bajo su mando estuvieron figuras icónicas del vóley peruano como Irma Cordero, Betty Saénz, Lucha Fuentes, Pilancho Jiménez, Norma Velarde, Ana María Ramírez, Ana Cecilia Carrillo y Olga Asato. Su trabajo comenzó a traer frutos, proclamandose campeón de los Campeonatos Sudamericanos de 1967, 1971 y 1973, y obteniendo la medalla de oro en lo Juegos Panamericanos de 1967 y 1971.
Dejó el cargo 1974 debido a problemas de salud que lo llevaron a su fallecimiento en 1982. Sin embargo, le dejó una gran base al coreano Man Bok Park, quien lograría otros 7 Campeonatos Sudamericanos, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos Seúl 1988 y la de bronce en el Mundial Checoslovaquia 1986, en lo que fue la edad de oro del vóley peruano.