El pasado 8 de agosto, el nombre de María Alejandra Bramont resonó en diferentes partes del mundo. El principal motivo fue que la deportista de 24 años se convirtió en la primera peruana en competir en la disciplina de aguas abiertas en unos Juegos Olímpicos.
La hazaña de Bramont es para destacar. Y es que la representante nacional, que se ubicó en el puesto 21 de la prueba de 10km, se enfrentó a las fuertes corrientes del río Sena; además, expuso su salud al nadar por casi 3 horas en las aguas contaminadas con bacterias fecales.
Atletas de otros países se mostraron afectados y tuvieron que ser atendidos en hospitales luego de competir en el afluente parisino. ‘Mariale’, como todos la conocen, también respondió con cierto temor al ser consultada sobre la posibilidad de contraer alguna enfermedad tras su participación.
“Es unas horas sabré si me enfermé o no, pero no se siente contaminado. En unas horas se sabrá”, fue lo que dijo en diálogo con La República.
¿Quién es Maria Alejandra Bramont?
Pero detrás de María Alejandra, hay una historia llena persistencia. Comenzó muy pequeña practicando el deporte de natación y, posteriormente, pasó a hacerlo en aguas abiertas. Un reto que, desde cualquier punto de vista, representa mayor esfuerzo físico y mental.
En este camino, tuvo muchos tropiezos y objetivos no cumplidos. Estos mismos le sirvieron para aprender y crecer como atleta. En 2018, participó en los Juegos Suramericanos y no pudo terminar su prueba. Las aguas frías y la altura de Cochabamba, Bolivia se lo impidieron.
Para todo deportista perder una competición es un golpe duro, pero no finalizarla es aún más. Pese a ello, ‘Mariale’ pasó la página y se concentró en el siguiente desafío: la Copa del Mundo de Setúbal. En dicho certamen, obtuvo un vigésimo quinto puesto a tan solo ocho días de su primera caída.
La peruana encontraría mayor sastifacción en setiembre del mismo año. Su resiliencia la llevó a subirse al podio y ganar la medalla de plata en la FINA World Junior Open Water Swimming Championships, realizada en Eliat, Israel.
Bramont, a lo largo de su trayectoria, transitó entre la desazón y la alegría. En los Juegos Panamericanos Lima 2019, con el aliento de toda su gente, no pudo colgarse una presea en el cuello al quedar séptima. Caso contrario de lo que vivió en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022, donde se adjudicó la de oro.
No obstante, siempre tenía claro que su máximo sueño no estaba cumplido. “Llegar a unas olimpiadas definitivamente, tanto de aguas como de natación”, fue lo que dijo tiempo atrás. Este, que se le había hecho esquivo en Tokio 2020, finalmente se le dio en París 2024. Se lo dedicó a su madre con emotiva publicación.
“La vida da muchas vueltas y jamás me cansaré de decirlo. Hace dos semanas pasando por muchas emociones que me hicieron dudar si realmente valió todo la pena. Hoy puedo decir que definitivamente SI! Además decirle a mi mamá que el sueño que tuvo se hizo realidad: CLASIFICADA A LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Agradecida con todas las personas que han sido parte de esto. En especial a mi familia quienes me han visto en estos años luchando por este sueño hecho realidad”, escribió.
‘Mariale’ llevó a la natación de aguas abiertas de Perú a otro nivel. A base de lucha y pasión. Sin duda alguna, se perfila como candidata para ganar una medalla en los próximos Juegos Panamericanos Lima 2027 y por qué no en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028.