De ser promesa del fútbol peruano a rechazar el éxito en Inglaterra: la historia de Gianfranco Labarthe, campeón con Universitario

En entrevista exclusiva con Infobae Perú, el exdelantero recordó sus inicios en el fútbol, su paso por Europa, cómo se concretó su retiro profesional y a qué se dedica en la actualidad

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Conoce la historia de Gianfranco Labarthe, quien apareció como promesa del fútbol peruano.
Conoce la historia de Gianfranco Labarthe, quien apareció como promesa del fútbol peruano.

Del fútbol peruano han emergido diversos jugadores con mucho talento. Sin embargo, hubo uno que prometía en la famosa categoría 84′ junto a Jefferson Farfán y Paolo Guerrero. Se trata de Gianfranco Labarthe, quien fuera uno de los jugadores con mayor proyección de una camada que, en su mayoría, llegó a Primera División.

Sin embargo, las dificultades propias del balompié hicieron que el delantero (iniciado como mediapunta), pase por varias subidas y bajadas a lo largo de su carrera. Aunque, entre otras cosas, es recordado por ser uno de los más destacados del plantel de Universitario de Deportes que logró el título nacional el 2009.

El popular ‘Chino’ conversó con Infobae Perú, en donde reveló sus inicios con el balón, la etapa en menores de la ‘bicolor’ con la ‘Foquita’ y el ‘Depredador’, el duro momento en Inglaterra, la gloria que vivió en la ‘U’ con Ricardo Gareca y Juan Reynoso, y su actualidad como dueño de una academia para aficionados.

- ¿Cómo empezó tu gusto por el fútbol?

Comencé en Cantolao. A los 9 o 10 años fuimos a AELU a hacer un entrenamiento. Jugamos un partido de práctica contra AELU y me fue muy bien. Ahí empecé a nivel medio competitivo. Antes de eso, jugué solo en el colegio y destacaba un poco más que el resto. A raíz de eso, me pasaron la voz para ir a Cantolao. Estuve ahí hasta los 14 o 15 años que un grupo pasó a Sport Boys (con Salomón Libman y Paolo de La Haza) y otro a Bolognesi (‘Cachito’ Ramírez, Johan Vásquez y uno más).

- ¿Siempre fuiste delantero?

No, nunca fui delantero. En menores era mediapunta o ‘10′, y fui a Sport Boys así. Después, fui a una prueba a Inglaterra y mi empresario me dijo que no jugaban con ‘10′ neto y me ofrecería como delantero. Así fue. Yo jugaba atrás del delantero, a mi derecha jugaba ‘Cachito’ y a mi izquierda Johan Vázquez.

- Y en esa etapa de menores, obviamente no todo fue felicidad. ¿Qué complicaciones tuviste?

Adaptarme un poquito al entorno. En el sentido de que yo venía de otro entorno social. Vivía en La Molina y me movía por la zona, paraba con mis primos, jugaba fútbol en mi colegio y nada más. En ese tiempo, solo había una sede de Cantolao y era del Callao. Entonces, me costó un poco, pero me adapté rápido. Igual mi papá me ayudó porque era delegado de la categoría junto con otro padre de familia. En menores la pasé bien. Lo que me costó un poco fue cuando me llamaron a la selección sub 17. Sentí que tenía que demostrar y eso me jugó un poco en contra. No sé si por por los nervios, tema mental, por querer siempre demostrar. Hay chicos que se ponían la camiseta de la selección y jugaban normal, pero hay otra parte que se ponían súper nerviosos. Siento que no demostré lo que podía haber demostrado si mentalmente hubiera estado más fuerte. Supuestamente, yo era una de las ‘promesas’ de esa categoría 84, y teníamos un equipazo con Farfán, Paolo Guerrero, ‘Loco’ Vargas. No clasificamos al Mundial y quedamos fuera en primera ronda.

- En ese momento, ¿cómo fue compartir o competir con Guerrero y Farfán en el ataque?

Competía más como mediapunta con Michael Guevara, Rinaldo Cruzado. Pero, Farfán y Paolo ya se les veía la calidad que tenían. Farfán era rapidísimo, buen definidor y excelentes diagonales. Paolo, igual, te aguantaba la pelota, le tirabas una roca y la aguantaba. En esa selección la mayoría era de Alianza Lima.

Jefferson Farfán y Paolo Guerrero fueron compañeros de Gianfranco Labarthe en la selección peruana sub 17. - créditos: Difusión
Jefferson Farfán y Paolo Guerrero fueron compañeros de Gianfranco Labarthe en la selección peruana sub 17. - créditos: Difusión

­- Ahora, tú debutaste en Primera División con Sport Boys…

Sí, ‘Chalaca’ Gonzales era el entrenador y me hace debutar. Al poco tiempo me fui a una prueba a Europa.

- ¿Cómo salió esa prueba?

El empresario de Solano, que era Pinieri, tenía un socio que se llamaba Horacio Lorda, que veía la parte en Europa. Él me contactó y me dijo de una prueba en Inglaterra, para Huddersfield Town de la tercera categoría. Yo tenía pasaporte comunitario (italiano) y eso me ayudó. Pasé la prueba, me gustó cómo jugué, pero tuve que esperar a cumplir 18 años para firmar con ellos. Apenas los cumplí, viajé para allá. Estuve poco tiempo porque el equipo no andaba muy bien y me salió otra prueba para Derby County, que estaba en la Premiership (segunda). Estuve dos semanas, pasé la prueba y firmé.

- ¿Qué tal la experiencia en Derby County?

Me costó bastante porque no sabía inglés. El clima y las costumbres son distintas. Pero como experiencia era buena. Obviamente, si hubiese tenido la mentalidad que tengo ahora, hubiese hecho mucho más esfuerzo de lo que hice para quedarme más tiempo. Quizás eso es lo que me faltó. En total, en Inglaterra estuve casi dos años. Me costó adaptarme porque estaba solo, de ahí me fui adaptando, pero en esa época siempre quise regresarme. No aproveché esa oportunidad como debí.

Goles y mejores jugadas del exdelantero peruano en el cuadro de los 'carneros'. (Video: CVK Play)

- Sentías que había oportunidades para que te quedes…

Sí, no lo aproveché al máximo. Si hubiese dado todo de mí me hubiese quedado y jugado. Yo llegué y comencé en Reserva, me iba súper bien, metí un montón de goles. Vine de vacaciones a Perú y al siguiente año tuve que regresar. Pero, físicamente no estaba al 100%, tuve que hacer una pretemporada fuerte, pero yo estaba pensando en regresarme. Esas vacaciones, cuando vine a Lima, hicieron que quisiera quedarme, por lo que regresé a Inglaterra sin hambre ni ganas de ganarme el titularato.

- ¿La dirigencia y el entrenador querían que te quedes?

Sí, claro. Terminé el contrato, no renové y me regresé. Ahora, el entrenador fue el mismo que me probó y que me firmó. Él sí quería que me quede, pero el segundo año estuve muy bajo, no había cómo defenderme si no jugaba y yo tampoco hacía nada por demostrar. Yo entrenaba y jugaba Reserva, cuando debía estar alternando en Primera. Creo que a muchos jugadores también les cuesta. Ha habido varios peruanos que se han ido para allá y han regresado al año o a los dos años porque les ha costado adaptarse. Me pasó lo mismo, vine de vacaciones, la pasé bien en Lima y dije ‘pucha, no quiero regresar’. Me fui porque tenía contrato, pero lo hice queriendo quedarme acá. Al final no aproveché la oportunidad.

- ¿Hubo otra chance para que te quedes en Europa? No necesariamente en Inglaterra, pero, ¿en otro país?

Sí. Me contactó un empresario inglés para probarme en otros equipos. Me dijo el Sheffield United y otro que no me acuerdo ahora, pero como no quería quedarme, no hice el esfuerzo para probarme. Entre Huddersfield y Derby, me consiguieron una prueba a Tottenham, y sentí que me fue súper bien, pero me desgarré. Esa opción se cayó, me recuperé y salió lo de Derby. Me fue bien y firmé. Al tiempo, en un partido de Reserva, jugué contra Tottenham. Le ganamos 2-0 o 2-1 y metí un gol. Después, los de Tottenham quisieron contactar a mi empresario, pero yo tenía contrato y, al final, quedó en nada.

- De allí pasaste a Bolognesi con Jorge Sampaoli. ¿Qué tal esa experiencia con él?

Como entrenador es un monstruo. Me parece que es totalmente ‘bielsista’, pero trabaja súper fuerte en los entrenamientos. Es bien cuadriculado, pero eso le ha servido para llegar en donde está. Es de los mejores entrenadores que he tenido. Puede que a muchos jugadores no les guste cómo trabaja, pero creo que ha sido súper bueno. Hace mucho hincapié en bolas paradas, segunda jugada, siempre piensa en los detalles que, al final, son los que te hacen ganar o perder partidos. El equipo tenía que estar bien físicamente porque hacíamos recorridos y si no estás bien físicamente no te alcanza. Tuvimos 12 o 13 fechas sin perder en Tacna. Ahí comencé jugando y me lesioné. Trajeron un delantero argentino que estuvo en Vallejo y no jugué mucho. Al año siguiente, pasé a Sport Boys, donde llegó Montaño e hicimos un buen campeonato. Luego llegué a la ‘U’.

- En Universitario fuiste dirigido por Gareca y por Reynoso.

Sí, cuando llegué Gareca ya estaba. Obviamente, él no me había pedido, los dirigentes me firmaron. En las concentraciones veíamos videos de lo que teníamos que hacer, de lo que no habíamos hecho y cómo le gustaría que juguemos. Analizaba todo, al rival y nuestros movimientos en la cancha. Todo súper bien con él, ganamos el Apertura. Después llegó Reynoso y salimos campeones. Armó un súper grupo y había gente de peso como el ‘Negro’ Galván, Rainer Torres, que nos hizo ir todos para el mismo lado. Todos alternábamos, si uno no jugaba, lo hacía otro y no había malas caras. Eso ayudó a que la gente se recupere por los partidos constantes. Hicimos buena Copa. Por lo que lo tuve, era un tipo que daba todo por sus jugadores, ponía la cara por nosotros. Había cosas que el equipo no te lo proporcionaba, pero él lo ponía para que estemos tranquilos y sólo nos dediquemos a jugar.

Gianfranco Labarthe estuvo en Universitario entre 2008 y 2010, anotando 24 goles en 87 partidos. - créditos: Andina
Gianfranco Labarthe estuvo en Universitario entre 2008 y 2010, anotando 24 goles en 87 partidos. - créditos: Andina

- ¿Alguna anécdota que recuerdes con él?

Hay varias. La que contaron en algún momento es cuando donó su carro. Si es que campeonábamos, iba a hacer un sorteo, y el que salía sorteado se llevaba su carro. Al final, entre todo el grupo, decidimos que el carro se iba a vender e iban a repartir el dinero de la venta por partes iguales. Hubo chicos que eran juveniles y entrenaban con nosotros, que no tuvieron casi minutos y se llevaron un billetazo. Ese tipo de cosas tenía Juan. También la unión de grupo, siempre trataba de hacer parrillas, reuniones de confraternidad para que el grupo esté más unido y fuerte, que eso siempre ayuda. Él se portó 10 puntos porque él ponía de la suya.

- También estuviste en Chipre…

Sí, terminé en la ‘U’ y firmé por San Martín, pero el ‘profe’ me dijo que no iba a contar conmigo. Busqué y me salió lo de Chipre para un préstamo de seis meses. Yo recién estaba casado y le dije a mi esposa para irnos y aceptó. Sin saber mucho, tratamos de averiguar qué es lo que había allá. Me hubiese gustado quedarme más tiempo porque fue un corto tiempo en Chipre, pero la gente es bien apasionada. Fui a un equipo que no estaba bien, peleando abajo. Y si perdíamos o no iba tan bien, había disturbios en la ciudad. Sentí que no pasé mi periodo de adaptación. Estuve seis meses, entonces no me adapté mucho al fútbol. Comparado con el peruano era otra cosa, completamente distinta.

- Después pasaste por varios equipos, ¿cómo así decidiste retirarte del fútbol?

Acabé mi carrera en Coopsol, pero ahí llegó la pandemia. Primera se reactivó antes, pero Segunda se reactivó en los últimos tres meses. Fueron ocho o nueve fechas. Creo que la pandemia nos fregó a todos. Ya había tomado la decisión de retirarme.

Deportivo Coopsol de Liga 2 fue el último equipo en la carrera de Gianfranco Labarthe. - créditos: Carla Redhead
Deportivo Coopsol de Liga 2 fue el último equipo en la carrera de Gianfranco Labarthe. - créditos: Carla Redhead

- ¿Fue por un tema físico?

Lo que pasa es que tengo dos hernias también en la espalda. Jugaba bastante en sintético y sentía que me lesionaba mucho. Mi cuerpo me pedía que pare. Pero no era porque terminaba muy cansado los partidos y ya no daba más, sino de que me lesionaba por tonteras. Entonces, dije: ‘hay algo que no está bien’, para terminar así prefería parar ahí y dedicarme a otra cosa.

- ¿Te costó dejar el fútbol?

Es que me sentía un poco hastiado del fútbol. Siempre cuando terminaba el año, me sentía un poco cansado del fútbol y decía ‘necesito vacaciones’. Me iba pero luego empezaba con pilas. Pasaban cosas durante el año y terminaba hastiado, excepto en los clubes que sí eran más serios como la ‘U’, San Martín, ahí normal. Pero hay otros que te hacen terminar con ganas de patear el tablero por muchas cosas que pasan. La gente que ve desde afuera los partidos no sabe las cosas que viven los futbolistas: deudas, entrenar en cualquier cancha, los viajes, hay cosas que los jugadores que están en equipos más chicos pasan. Hay muchos factores externos que hacen que a uno como jugador le vaya cansando. Obviamente, después que te retiras te comienza a agarrar la nostalgia, extrañas el fútbol. Eso me pasa ahorita, que sigo extrañando el fútbol, me gustaría… Pero ya está, todo tiene su momento y el mío pasó. Hubo cosas que hice bien y otras mal, pero así es la vida.

- Me contaste que estuviste en selecciones menores de Perú, ¿hubo chances de llegar a la mayor?

Sí, me llamó ‘Chemo’ cuando estaba en la ‘U’, pero justo estaba con descanso médico y no pude ir a la convocatoria. Dos veces me llamó, ‘saladazo’. Creo que una vez fue porque tuve un problema de un cabezazo y el otro creo que estuve desgarrado.

- ¿Ha sido en la ‘U’ donde, futbolísticamente, mejor te sentiste?

Creo que la ‘U’ y UTC. En UTC también me fue bastante bien. El grupo que se formó el primer año era bien unido, llegamos a Sudamericana, pero lógicamente UTC no suena tanto como la ‘U’. Igual, fue un año súper bueno para un equipo que recién había ascendido. Creo que en esos dos equipos fue donde mejor me sentí, donde mejor me ha ido.

- ¿Cuál fue el momento más complicado que pasaste en tu carrera?

En Inglaterra me costó mucho, pero no por el sentido de que la institución no era formal o no era buena, sino en el sentido más personal. Lo que pasa es que hay clubes que son muy informales, había veces que nos debían tres o cuatro meses. Es complicado porque uno puede aguantar, pero al final tienes una carga familiar también, y hay muchos jugadores que no pueden aguantar tanto como uno. Obviamente, el rendimiento baja, tienes otras preocupaciones. Un jugador solo se debería preocupar por jugar al fútbol, hacer bien las cosas y no preocuparse de que no tengo para mañana alimentar a mi familia o para otra cosa. Eso pasa mucho en provincia. Al final, eso hace que el grupo se rompa porque, por ejemplo, un grupo quiere entrenar y hay otro que no. Dicen: ‘paramos porque no nos pagan’, y hay gente que dice: ‘quiero entrenar porque el fin de semana voy a jugar, y si estoy mal físicamente, no me van a contratar’. Eso hace que el grupo se parta, y cuando pasa eso por falta de pagos y otros problemas, es una caída en picada y bien difícil salir a flote.

Muchos clubes te prometen varias cosas y al final no te dan nada. Eso tiene que cambiar de raíz, pero lamentablemente no veo que se esté haciendo. Están tratando de formalizarlos a todos, pero hay clubes que le sacan la vuelta a eso. Le dicen a un jugador ‘vas a ganar ‘x’ y si quieres, firmas, si no traigo a otro’. Como jugador contestas: ‘ya, está bien’, y te responden: ‘tienes que firmar esto que te ofrezco, mitad por aquí y la otra acá’.

Luego, te pagan lo que está en el contrato, pero lo otro que te dijeron no te lo pagan. Y te fregaste porque no tienes a quién reclamar. Eso pasa mucho y es complicado. ‘¿Cómo vas a firmar doble contrato?’, piensas, pero como jugador consideras que tienes que darle de comer a tu familia y necesitas el dinero. Es un tema que te pone entre la espada y la pared. Yo sí he tratado siempre de tener todo en mi contrato, pero es un tema que se tiene que tratar de resolver porque viene la informalidad y eso hace que el rendimiento del jugador decrezca, y no es por él, sino por el entorno y las cosas que pasan por fuera.

El exatacante nacional contó detalles de los sucesos desafortunados que ocurren en el ámbito local. (Video: Joaquín Parra / Infobae Perú)

Ahora, a lo largo de tu carrera compartiste con jugadores realmente talentosos. Te cito algunos: Donny Neyra, Reimond Manco, Christian Cueva…

A Cueva lo conocí cuando era chico, en San Martín. Pero era un fuera de serie, se llevaba a todos en el entrenamiento como si nada. Con Manco estuve en UTC. Ya no tenía tanta potencia como cuando recién salió, pero era recontra hábil, dificilísimo de quitar la pelota, iba para adelante, te encaraba. Donny Neyra, ni qué decir, tenía pegada… En la ‘U’ metió muchísimos goles fuera del área. Y en las menores, con Farfán y Paolo, cuando no eran lo que fueron, pero también súper talentosos.

- ¿Qué te deja la última participación de la selección en la Copa América?

La selección está en un proceso de cambio y eso cuesta. Los jugadores que llevaron a la selección al Mundial ya están de salida y hay chicos que les está costando. Muchas selecciones lo han vivido. Yo hubiese aguantado un poco más a Reynoso porque soy hincha de él, por lo que lo tuve en la ‘U’ y sé cómo es como entrenador. Y en cuanto a la participación… hay cosas que también un entrenador no puede hacer mucho.

El partido contra Canadá me pareció bastante controlado y parejo, y una expulsión te cambia totalmente los planes. Un entrenador, en ese tipo de detalles, no influye, es la decisión del jugador, al final, lo que pasa en un campo de juego. Me parece que Argentina nos pasó por arriba, pero es normal porque es campeona del mundo. Hubo partidos previos a la Copa América que no vi bien a la selección, a pesar de que jugó contra equipos que, en el papel, eran más bajos que Perú. Entonces, no era una medida para ver cómo llegaba la selección a la Copa América. Fue un tema más para que la selección agarre confianza y llegue un poco mejor al torneo.

Pero a la Copa América no le doy mucha importancia porque la selección está en un proceso de cambio, llegando nuevos jugadores, saliendo los que ya lograron las cosas. Siempre, en un proceso de cambio, se siente diferencia hasta que los nuevos se vayan adaptando a la selección. Quizás a este Mundial no vayamos por eso, pero muchas selecciones lo han sufrido. Es lamentable porque hay un cupo más, pero a Perú le tocó en estas Eliminatorias. Esperemos que me equivoque. También la veo complicada por cómo veo a los otros equipos. Uruguay está súper bien, igual que Argentina. Brasil también está pasando por un proceso de cambio, pero es Brasil e igual tiene a sus jugadores en nivel top. Venezuela también súper bien, Colombia con un James que ha agarrado un súper nivel y ha regresado a lo que era antes. Lo veo a Ecuador también, que le compitió a Argentina de igual a igual. Al final esto es fútbol y nunca se sabe lo que pasa. Entonces, creo que Perú le va a costar un poco, pero que se van a terminar adaptando los nuevos jugadores.

- Desde que terminaste tu carrera hasta la actualidad, ¿a qué te has dedicado?

Estoy como entrenador de chicos y también tengo mi academia ‘Fútbol 360′, que es fútbol para mayores. Es una mezcla de entrenamiento funcional con nutrición y coaching. Abarca un poco de todo, siempre enfocado al fútbol. Es dedicada para adultos, gente amateur que quiera hacer deporte y mantenerse bien físicamente, que quizás tiene sus campeonatos de fútbol el fin de semana y quiera estar súper bien. Y también trabajo en la academia de Roberto Duffoó, ‘One Soccer’, que es para chicos.

El exdelantero de Universitario cuenta con una academia de fútbol para personas amateur. (Video: Fútbol360)

- También estás llevando el curso para ser entrenador, ¿no?

Claro, ya terminé el curso de la licencia A. Me falta el de licencia Pro, que es para profesional y el próximo año la empiezo a hacer.

- ¿Quieres ser entrenador de fútbol de mayores o de menores?

Sí, me gusta mayores, pero lo que más me llama es trabajar con chicos de entre 14 a 18 años. Y, también adultos. Lo que hago ahora en la academia que he abierto me gusta bastante. Ayudar a la gente a ponerse bien físicamente, a mejorar cosas coordinativas, a mejorar cosas que nunca han podido hacer y quieren hacerlas ahora. A la par, también he estado trabajando en la empresa de mi papá. Ahorita estamos un poco parados, pero no tiene nada que ver con fútbol. Es del rubro de transporte, son grúas de arrastre.

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