A pesar de que su marcha no se dio de la forma esperada, Fernando Gamboa dejó una huella importante en el Sport Boys. En el 2023, el técnico argentino aterrizó en el Perú para vivir su primera experiencia en el extranjero y logró resultados importantes en la Liga 1, que le hicieron ganarse el corazón de los ‘rosados’. Desafortunadamente, en el primer semestre de este año no cumplió las expectativas del club chalaco y se despidió con pocos partidos dirigidos, pero no sin dejar una importante enseñanza a sus jugadores.
En una reciente entrevista para el programa ESPN F90 Argentina, el ‘Negro’ -como se le conoce- reconoció que una de sus mayores motivaciones en el banquillo es el trabajo que realiza en el manejo del vestuario y la conexión que establece con cada uno de sus pupilos en busca de los objetivos deportivos.
“Una de las cosas que más me apasiona, dejando de lado lo técnico y lo táctico, es trasladar lo que uno siente a los jugadores y las vivencias que uno tuvo, sin ponerse uno en primera persona. De alguna manera, te terminas transformando en maestro de un grupo, donde de repete te recepcionan solo cinco de 30″, señaló el experimentado estratega.
En ese contexto, Gamboa narró algunos episodios difíciles que le tocó afrontar en la etapa final de su carrera como futbolista, tras una lesión que le impidió volver a brillar en el fútbol argentino, después de su exitoso paso en el Grasshoppers de Suiza. No le quedó de otra que emprender su aventura como DT antes de lo que planeaba.
“Yo sufrí cuando deje de jugar a la pelota. Estuvo un año y medio debajo de la cama, una depresión galopante. Yo estuve en Suiza, saliendo campeón y jugando la pre-Champions o la UEFA (Europa League) en ese momento. Cuando se terminó mi contrato, me llamó Sergio Batista para Argentinos Juniors y tuve cinco meses buenos, pero después sufrí pubalgia. No tenía manera de darme vuelta a la cama. No me podía mover. Yo me infiltraba casi todos los días a escondidas de mis compañeros. No le conté a los dirigentes, porque yo quería jugar y me daba verguenza no hacerlo”, contó.
Tras esta complicada situación, el ‘Negro’ le comunicó al entonces presidente del club argentino su renuncia para dedicarse a su recuperación y luego volver a las canchas en un mejor estado. No obstante, esto no volvió a ocurrir, a pesar de que ya estaba listo para un “último baile”.
“Cuando me recupero, tuve tres posibilidades para jugar el torneo, pero tenía miedo de que esas tres se vayan al descenso. Yo después de 20 años no quería correr el riesgo de terminar mi carrera yéndome al descenso. Entonces, me seguí preparando para que luego de seis meses pueda volver a jugar. Pero ya no hubo más. Sin darme cuenta, un día era jugador de fútbol y al otro día dejé de serlo. La pasé muy mal”, relató.
Una depresión con la que también convivió en Sport Boys
Al colgar los chimpunes sin quererlo, Fernando Gaboa padeció una etapa complicada en su vida, que incluso le impedía abandonar su habitación para respirar un poco de aire fuera de ella. Sus ánimos cayeron significativamente. Esta experiencia, más allá de lo negativo que fue, sirvió para que el entrenador argentino luego pueda ayudar a sus dirigidos, tal y como sucedió en Sport Boys.
“Siempre cuento esto. Me pasó en Perú, uno de los jugadores que tuve declaró que estaba en un estado de angustia y depresión muy grande. Tuve infinidades de charlas con él contándole las cosas que me pasaron a mí”, reveló el técnico argentino. Todo indica que se refería a Brandon Palacios, quien en marzo del presente año confesó que estaba pasando por un mal momento anímico, que le estaba pasando factura en lo futbolístico.
“Yo estaba depresivo. Estaba en mi habitación y no me quería mover. Mi esposa me traía la comida a la cama y a veces no comía. Lo único que hacía era llorar porque no podía jugar a la pelota. Tenía 34 años y yo sabía que podía jugar. Salí de esto con ayuda psicológica y, por ello, lo recomiendo siempre en mis planteles”, sentenció Gamboa sobre las vivencias que experimentó y que comparte con sus pupilos.