David Dóniga (Torrejón de Ardoz, 1981) llegó a El Salvador, a principios del 2024, para hacerse cargo de la selección nacional después de sobresalir en Panamá y Ecuador. Su tarea principal es llevar a La Selecta a una nueva Copa del Mundo y devolverla a la élite de Centroamérica agregándole un estilo propio. Ahora, para probar el real nivel del equipo sostendrá un amistoso de “extrema dificultad” contra Perú, rival al que guarda muchísimo respeto al igual que a su entrenador Jorge Fossati, a quien admira y le “llena de orgullo” enfrentarse en un duelo previo a Copa América 2024.
- De Europa a Centroamérica con la fiel consigna de revolucionar. ¿Cómo ha sido ese paso?
El salto profesional se echa muy atrás en el tiempo. Llevo 15 años aproximadamente trabajando en la élite del fútbol con pasos por equipos top españoles y europeos como Deportivo La Coruña, Real Betis, Málaga, Olympiacos, que te dan un pozo que, ahora en esta etapa, en estos últimos cuatro años como técnico principal, te permiten ver el fútbol con una visión global, una perspectiva desde esa élite del fútbol para transmitir a la zona donde voy a trabajar. En este caso desde enero aquí en El Salvador y las experiencias anteriores con una forma de entender el juego universal, exportando valores aprendidos en la élite y tomando ideas de cada uno de los sitios en los que he trabajado con el fin de sacarle el máximo rendimiento a mi fútbol.
- Se ha instalado en El Salvador como entrenador generando todo tipo de comentarios. ¿Ha sido fácil emprender la aventura?
Desde el punto de vista de la toma de la decisión por venir, sí desde luego, puesto que a la hora de decir que sí a la selección con un pasado futbolístico importante. Ahora mismo hay un proyecto en el que nos enfocamos en la clasificación para la Copa del Mundo del 2026, desde ese punto de vista era apasionante. Fue sencillo decir que sí, siempre y cuando llegáramos a los acuerdos con la Federación. El caso es que el proyecto, ahora mismo, ha empezado con buen pie. Hemos pasado la primera parte de la clasificación en este año y estamos a un año de lo que serían los dos partidos que nos permitan pasar a la siguiente fase con todas las posibilidades para entrar en esa última y definitiva ronda de acceso al 2026.
- ¿Influyó que La Selecta es un proyecto de cero en el que puede impregnar su estilo?
Proyecto de cero como tal no es. Es una selección que, actualmente, se encuentra dentro de Centroamérica encajada en la segunda categoría de la Liga de Naciones. El año pasado descendieron, llevaban dos años sin obtener una victoria hasta la semana pasada que se volvió a la senda del triunfo en la clasificación al Mundial. No era un momento fácil evidentemente, porque se daban dos años sin ganar, diferentes técnicos y una situación de Liga de Naciones B, que encararemos a partir de septiembre, que nos hace ver en qué contexto nos encontramos actualmente desde el punto de vista objetivo, en el que la situación deportiva no es la que todo el mundo desearía, con lo cual ahí estamos preparados para devolver a El Salvador donde todos esperamos que esté y donde nos merecemos estar por historia.
- ¿Qué le ha llamado la atención del fútbol de El Salvador?
Nosotros llevamos cinco meses de trabajo y casi desde el primer mes tenemos un scout completo de todo el universo posible de jugadores seleccionables, cosa que no estaba creada. Cuando llegamos se nos permite trabajar desde la seguridad de que no se escapa ningún futbolista. Todos los que están en el espectro, potencialmente seleccionable, están captados. Tenemos también una plataforma importante de Big Data para trabajar sobre los que pueden ser seleccionables desde un nivel alto. Llevamos un par de meses en los que tenemos casi la radiografía perfecta de cuál puede ser la selección ideal para nosotros. Y sobre un número de nombres determinados sobre los que trabajamos en el análisis de los fines de semana, tengo una percepción real de que lo que quiero no nos ha costado más de cinco meses encontrar. Y a partir de ahí tenemos que trabajar con esa columna vertebral lo que viene. Una de las características principales es la necesidad de buscar un bloque y que se consolide una serie de futbolistas que se unan a un sistema, una idea y una organización clara que traigo. Acá tenemos la fortuna de trabajar en microciclos sueltos. Me he enfrentado a Perú en un amistoso para la clasificación a Qatar 2022 y sé que hacen microciclos con jugadores locales. Eso permite entrenar y darle continuidad al sistema, que es clave para tener un equipo competitivo.
- Hablaba del universo de futbolistas en La Selecta y uno de ellos juega en Perú: Kevin Santamaría. ¿Cuál es la valoración de su trayectoria pensando en la clasificación a Norteamérica 2026?
No me gusta hacer aclaraciones muy personales y concretas de jugadores, pero en este caso haremos una excepción con vosotros para hablar de un jugador que tenemos en Perú de una manera diferente. Nosotros tenemos menos cantidad de futbolistas internacionales que otras selecciones y eso también hace que sean muy importantes los de afuera. Primero porque alimentan desde otros niveles a la selección. Cuando salen de El Salvador buscan ligas que potencien su carrera y eso, a su vez, potencian a los jugadores de la liga local. Perú es un mercado interesante para ellos, porque permite disputar una competencia de máximo nivel que, además, les expone en Copa Libertadores y Copa Sudamericana. Eso es muy positivo para nosotros. En ese sentido, hablamos de un futbolista que ha estado en la selección en otras etapas, que dejó de estar y que viene recuperado por esta parte. Las selecciones son de momentos y ahora él está en un equipo como Comerciantes Unidos, que acabó en una posición interesante optando en puestos de Sudamericana y eso aumenta la competencia y el nivel del futbolista. Para nosotros eso es excepcional. Ojalá, poco a poco, ese número, que ahora mismo no es tan importante de jugadores en el extranjero, se vaya incrementando y a la vez mejore el nivel de la liga en esa realimentación para hacer una selección mucho más competitiva.
- El Salvador llevaba dos años sin ganar hasta que llegó usted. ¿Es un éxito personal a remarcar en su hoja de vida?
El romper esa racha de 23 partidos, de los que yo he disputado nada más que seis antes de esta victoria, supone descargar a los futbolistas de una presión muy grande y a todo el país que cada vez que enfrentábamos un partido se tenía esa percepción de que era muy difícil conseguir una victoria. Ya se ha conseguido, ya se ha roto esa racha y a partir de ahora ya no pesa tanto; afrontaremos los partidos desde la profesionalidad que siempre los afronto y con las ganas de ganar cualquier partido con esa descarga que le permitirá a los futbolistas jugar con algo más de soltura. Esa victoria, en lo personal, es muy grato porque después de tantos años y partidos, que yo sea el que lo logre tras cinco meses en el cargo me ilusiona. Desde esa ilusión y romper esa racha nefasta, enfocamos un futuro con otra mirada. Yo vengo transmitiendo mucha positividad desde mi llegada, porque es cierto que todo lo que ha pasado antes de que llegara, no me compete pero sí es un carga, una referencia que hay que tener en cuenta. En ese sentido, ya lo hemos roto, ya no debemos mirar atrás y desde la humildad del trabajo diario apostando por el día a día, el paso a paso, el partido a partido, estamos en una situación en que con un empate y una victoria en los primeros partidos de la clasificación afrontamos la segunda parte con garantías de que dependemos de nosotros mismos para hacer, incluso, primeros del grupo y apostar por la última fase donde entran las selecciones más fuertes de Centroamérica. Ahí queremos estar nosotros, queremos ganárnoslo en el campo. Sobre esa humildad y la realidad objetiva, queremos enfocarnos en el futuro a medio plazo.
- La Selecta, ahora, llega con otro ambiente dispuesta a ir al alza. Su próximo reto es uno mayor: contra Perú. ¿Cómo analiza a su rival?
Con el mismo respeto que a todos los rivales pese a ser un amistoso, pese a ser fuera de nuestra ventana FIFA; nosotros hemos terminado con nuestro objetivo de esta ventana que era acabar con seis puntos en los primeros dos partidos, pero han sido cuatro. Nos hemos quedado a falta de esos dos puntos que intentaremos recuperar el año que viene. De la nómina que comenzó, nos hemos quedado por debajo del 50% de futbolistas, porque no estamos en ventana FIFA, porque tienen que volver con sus clubes para empezar pretemporada. Eso nos impide tener el grueso total de jugadores. Por lo cual hemos hecho una selección como se ha podido con los futbolistas que se contaban al principio y algún futbolista que ha tenido que incorporarse a última hora sin entrenar. Con todo eso, he armado una selección lo más competitiva posible para afrontar un partido muy difícil. Porque tenemos un equipo que es de Conmebol -el nivel de la Confederación es un puntito por encima- que nos prepara para lo que acontece, están en preparación de Copa América y eso va a ser que todo el mundo quiera dar el 100%. Entendemos que con tres partidos jugados por parte de la ‘blanquirroja’ con una primera victoria tanto con Nicaragua como República Dominicana y el partido con empate a cero con Paraguay, son referencias que nos sirven para saber qué vamos a enfrentar. Vamos a prepararnos ante un partido de extrema dificultad para nosotros.
- ¿Qué futbolistas le generan inquietud?
Referenciados tenemos a todos. Evidentemente te puede llamar la atención los que hacen goles, los que están en ligas llamativas como el caso de Paolo o Lapadula. Pero sin duda me quiero enfocar en el funcionamiento colectivo, que al final es lo que más encontramos. Tenemos que ser muy estrictos a nivel colectivo para que los duelos e individualidades no afecten, porque es un equipo muy profundo, que llega por banda y presiona muy arriba con esos carrileros, con tres jugadores atrás también se protegen. Es un equipo difícil de contraatacar y desde luego darle la oportunidad de llegar al área con centradores como Polo y rematadores como los que hemos hablado y la llegada en segunda línea de Cartagena y Grimaldo, por poner un caso, son demasiadas complicaciones para centrarse en algún jugador. Así que vamos a ver desde lo colectivo cómo parar esas acciones a nivel ofensivo y veremos cómo les hacemos daño también a ese sistema del míster que ha implantado desde su llegada. Ojalá veamos un partido donde disfrute la gente y nosotros les traigamos algo positivo. Hay que luchar para ganar como cada partido y a partir de ahí ver, con todo respeto al rival, lo que puede pasar y entender que en esta dificultad en la que nos encontramos ahora nosotros también tenemos que competir para sacar algo positivo.
- ¿El Salvador es un buen termómetro para Perú de cara a la CA2024?
En las Eliminatorias mundialistas estaría más acorde a lo que sería el equipo que más se pueda acercar a lo que supondríamos en una situación normal de competición. Ahora estamos mermados por esa dificultad de hacer que todos entrenemos en conjunto. Tuvimos unos viajes muy largos, gente que se ha incorporado sin haber entrenado -así que tengo que ponerlos al tanto en breve-, coordinar futbolistas que llevaban tiempo sin estar juntos y eso también hace más difícil la competitividad del grupo. Hay que concluir con eso la preparación de un partido de ese calibre en tres días. Quizás no es una referencia clara de lo que se pueda encontrar, ahora mismo, en la Copa América, pero sin duda entiendo que el equipo, el míster y los jugadores intentarán sacar el máximo para trabajar aspectos a nivel táctico como para la propia preparación de la semana. Pero no estamos ahora mismo en la condición de decir que nosotros estamos en nuestro pico, porque venimos de bajada y ellos de subida.
- ¿Sabe algo del fútbol de Perú?
Sí. El año pasado, recuerdo por estas fechas, hubo opciones del fútbol de Perú luego de que salí campeón de la Copa de Ecuador. Algunos equipos que se interesan en su momento hacen que uno se prepare para que conozcas la liga, a la que sigo desde la distancia, estoy al tanto añadiendo que hago el seguimiento de futbolistas como el caso de Kevin Santamaría. En ese conocimiento uno sigue preparado para cualquier situación que se pueda dar como en este caso encontrarnos con Perú en el camino en un amistoso antes de la Copa América.
- Jorge Fossati es el seleccionador de Perú sucediendo a Juan Reynoso. Tiene una tarea titánica al levantar a la ‘bicolor’ en la clasificación al Mundial. ¿Cree que es un tipo capaz para cumplir esa tarea?
Lo que tengo es un respeto absoluto por una persona que lleva tantos años en el fútbol y en clubes de tanto nivel y selecciones nacionales. No tengo nada más que admirar y aprender de él. Enfrentarme a entrenadores de su talla me llena de orgullo y poder encontrarme en un partido amistoso es una satisfacción plena, porque es un tipo que ha pasado por ligas de todo el mundo, clubes de máximo nivel y fue futbolista profesional. Tiene toda mi admiración. La dificultad que entraña el reto es máxima, puesto que toma al equipo en unas condiciones de último en clasificación con seis partidos jugadores. Yo le deseo lo mejor a la selección y al míster, porque a partir de ahora tiene algo bonito: el equipo ha dado un vuelco a la forma de jugar, ahora es un equipo que tiene una idea muy atractiva, es un equipo que tiene posesión y llegada con verticalidad. Es un equipo complicado y eso es parte del trabajo del míster, que le ha impuesto una identidad muy clara y seguro que la Copa América es un acicate, pese a la dificultad que tiene el grupo con la campeona del mundo, a Canadá, que la sufrí en la clasificación, y Chile que es complicado. El míster tendrá que trabajar de manera ardua para conseguir levantar esos seis partidos que lleva de retraso. Le deseo lo mejor y espero que después de este partido hagan una gran Copa América y esto sea un impulso para que vuelvan a competir.
- Y usted también tiene la misión de llevar a El Salvador a un Mundial. ¿Piensa que es posible? ¿El salvadoreño de a pie puede confiar en usted?
El salvadoreño tiene que tener, primero, la ilusión que tengo yo que he intentado transmitir, porque sin ilusión no vamos a ningún lado. Primero tienes que estar convencido de que puedes lograr algo y eso parte de la pasión y las ganas. Ellos en el momento que llegué me han transmitido sólo ilusión y apoyo. La gente está contenta y con ganas. En los estadios nos animan y nos piden que trabajemos al máximo por ellos. No piden nada más que trabajo, ilusión y ganas. Y eso es una carga interesante, porque es más difícil si se pidieran resultados. Son conscientes de dónde estamos y a partir de aquí se puede crecer desde esa ilusión, desde ese trabajo. Son cincos meses en los que he venido con el equipo con esa racha anterior rompiendo esa negatividad; eso es un punto de confianza, ya no es palabrería, ya no es ‘vamos a hacer, sino ya hemos hecho’. Ahora nos toca refrendar desde el mes de setiembre, que vuelve la competición con la Liga de Naciones. Y si ganamos el grupo nos metemos a una Copa de Oro muy importante, seguramente la más importante de toda la historia previo a la Copa del Mundo. Y durante el camino competir para representar a El Salvador en cada uno de los encuentros pese a las dificultades. La gente quiere eso y nosotros vamos a dárselo. Acá cuando ven trabajo, ilusión y positividad, la gente se une al carro, nos da mucha vida e impulso.