Renato Tapia, en principio, no irá a la Copa América 2024. Cuando todos los peruanos estaban concentrados en la salida de la delegación nacional con destino a Estados Unidos para el último partido amistoso contra El Salvador y el posterior desarrollo de la CA2024, el mediocentro del Celta de Vigo salió al frente para comunicar su paso al costado por desavenencias con la Federación Peruana de Fútbol.
En concreto, Tapia vive una situación de incertidumbre a partir del final de su contrato con los ‘celtistas’ que implica su integridad. Al prácticamente estar en condición de libre, necesita un respaldo de bienestar que asegure el cuidado de su estado de forma. Se trasladó esa inquietud al seno de la FPF para que temporalmente se adquiera una póliza de protección, pero no hubo respuesta, generando incomodidad en Renato.
Llegada la hora de la salida hacia el aeropuerto internacional Jorge Chávez, el experimentado futbolista consolidado en Países Bajos y España se desmarcó para luego comunicar, mediante sus redes sociales oficiales, su alejamiento del equipo: “No podré acompañar a la selección al viaje a Estados Unidos para disputar los próximos partidos”. El tema, desde luego, radica en un desentendimiento de la organización del fútbol peruano, que matizó el problema como una situación administrativa.
Respaldo legal
El movimiento de Renato fue claro y concreto. No dejó, como se dice en el argot futbolero, la pelota sobre el tejado. De frente actuó, tal y como especificó en su comunicado. Es más, según conoció Infobae Perú, Tapia contó con la asesoría legal del estudio Senn Ferrero, uno de los más importantes en todo Europa.
El centrocampista de Balaídos siempre estuvo dispuesto a hacer bien las cosas, por eso esperaba que el titular de la Federación Peruana de Fútbol tomara con responsabilidad la propuesta con respecto a la póliza de seguro en caso de alguna fatalidad deportiva que pusiera en jaque su porvenir en el extranjero, pero “no recibí ninguna garantía como se me había ofrecido previo al partido contra Paraguay”.
Para añadir, Tapia hizo un alto a su pedido poniendo por delante el amor a su selección para disputar el duelo contra los ‘guaraníes’, en el estadio Monumental de Ate, que acabó a cero y que puso en riesgo el estado de forma de un Renato que esperaba la acción inmediata de la FPF de acuerdo a lo dialogado días antes.
Dolor y frustración
En este nuevo proceso clasificatorio mundialista quedó muy claro que uno de los puntuales sustanciales de la selección nacional es Renato Tapia. Si bien el camino se volvió tortuoso, a partir de malos resultados que se ven manifiestos en el último lugar de la tabla de posiciones, la mejor cara grupal fue la exhibida por Renato en cuanto a fútbol, nivel e importancia.
Elemento fiable como hombre de última línea y como ancla de contención en el primer sector de la medular. Él ha puesto mucho de sí en cada partido y quería replicar ese hacer en la Copa América, pero la desidia de la Federación Peruana de Fútbol le ha provocado un enorme sin sabor.
De acuerdo a lo que Infobae Perú pudo saber, Renato está dolido por cómo se ha manejado el asunto. Y su propio padre ha refrendado ese sentir en comunicación con una radio local: “Mi hijo está decepcionado y frustrado con la FPF, es una falta de respeto al profesional”.
Consideración inalterable
Es bien sabido que Tapia es un futbolista capital en la de idea de fútbol de Jorge Fossati (3-5-2), pero es consciente que la situación que atraviesa es delicada, por lo que respeta su postura y se ha resignado a su ausencia en el campeonato de naciones de la Conmebol, a realizarse dentro de diez días en Estados Unidos.
La consideración del estratega, además, no ha cambiado en absoluto. Infobae Perú ha conocido que Fossati no piensa recortarlo ni mucho menos excluirlo en próximas citaciones. De tal manera que se espera que el capítulo llegue a un final para tenerlo en cuenta para el desafío mayúsculo: Eliminatorias Norteamérica 2026.
En ese caso, desde luego, se espera que la FPF no presente más dificultades con los representantes de la selección y evalúe con previsión cada una de las situaciones para decidir con precisión los pasos a seguir. Pero, queda claro que, lo sucedido con Renato sienta un mal precedente.